Andy Fabián Benítez, preso como el jefe de una violenta banda de barrio Ludueña y por atentados recientes con amenazas al gobernador, fue imputado el lunes en carácter de instigador del crimen de Sergio Alberto Leguizamón, un hombre de 46 años condenado por narcomenudeo asesinado en julio de 2023 cuando miraba televisión en su casa de Villa Gobernador Gálvez. Leguizamón escuchó que lo llamaban por su nombre y al asomarse a una ventana lo atacaron con al menos dos disparos. De acuerdo con la investigación del fiscal Alejandro Ferlazzo, la víctima estaba ligada a otra organización criminal. En la misma audiencia en la que imputaron a Benítez otro hombre fue acusado como el autor material de los disparos.
En una audiencia que se realizó este lunes en el Centro de Justicia Penal, el fiscal planteó que ese crimen cometido en la madrugada del 26 de julio de 2023 fue ordenado desde la cárcel de Coronda por Benítez, acusado de ser uno de los cabecillas de una banda de Ludueña afín a Los Monos enfrentada con un grupo cercano a Esteban Alvarado. Guerra a la que se le atribuyen numerosos asesinatos en las calles de ese barrio y en Empalme Graneros. En septiembre de 2022 los laderos de Benítez lo expulsaron de la gavilla y tiempo después fue acusado de liderar un nuevo grupo que conformó en prisión.
De acuerdo con la imputación, mediante un celular que usaba en prisión Benítez instigó el crimen de Leguizamón y ofreció una suma de dinero por el trabajo. Leguizamón había sido condenado en una causa federal por infracción a la ley de drogas. El fiscal dijo que estaba ligado a la banda liderada por Héctor Daniel Noguera, más conocido como “Gordo Dani” . Es un preso de alto perfil desde 2020 también ligado a Los Monos, condenado a prisión perpetua y quien días atrás fue nuevamente imputado junto a 16 personas por aprietes y extorsiones.
Quien ejecutó las directivas de Benítez, según la Fiscalía, fue Fernando Ezequiel M., de 28 años. Este hombre fue acusado de haberse presentado a las 23.50 junto a un menor de edad en la humilde casa de 20 de Junio y Ecuador donde Leguizamón miraba televisión con un amigo. En ese momento dos personas golpearon la ventana del frente, bajo un alero, y llamaron al dueño de casa por su nombre.
Cuando Leguizamón se asomó le efectuaron por lo menos dos disparos con una pistola 9 milímetros. Uno de los proyectiles impactó en la cara lateral izquierda del cuello, con salida por la espalda, y otro en el pómulo izquierdo. El hombre falleció en el momento, según determinó la autopsia, como consecuencia de una lesión pulmonar.
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Ante la jueza Paula Alvarez el fiscal imputó el lunes a Benítez como instigador de un homicidio calificado por mediar precio o promesa remuneratoria y agravado por el uso de arma de fuego y la participación de un menor de edad. En tanto que M. fue imputado por el mismo delito en carácter de coautor además de la portación ilegal del arma. La magistrada dictó la prisión preventiva para los dos acusados por el plazo legal de dos años.
Carrera criminal
El de Andy Benítez es un caso típico de ascenso desde prisión en una estructura criminal. En 2019 lo apresaron por tentativa de robo y quedó libre. En 2020 lo detuvieron con droga y fue condenado por la Justicia federal a 4 años y 8 meses por narcomenudeo. Ya en prisión se lo consideró jefe de dos asociaciones ilícitas. Una conformada junto a un compañero de pabellón ligado a Los Monos, Julián Aguirre, que en Ludueña se conoció como “la banda de Mauro Gerez”, el nombre de otro de sus referentes.
Ese grupo se desarticuló tras una pelea intramuros que ocurrió en septiembre de 2022 en la cárcel de Piñero, cuando Gerez y el también acusado como jefe Matías “Pino” César corrieron a golpes a Benítez a otro pabellón. Luego, en agosto de 2022 Benítez fue acusado de conducir un nuevo grupo con otros cinco acusados por amenazas y extorsiones cometidas en el marco de una asociación ilícita.
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En marzo pasado Benítez sumó nuevas cargas. Como preso de alto perfil fue acusado de dos hechos de intimidación pública con amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro cometidos el 12 y 13 de diciembre pasado. El primero fue el ataque a tiros desde una moto a una sucursal del Banco Macro en Saavedra y Ovidio Lagos, donde arrojaron un cartón con un mensaje escrito junto a cuatro detonaciones con un arma calibre 40. El segundo fue la balacera al Hospital de Emertencias Clemente Alvarez. También en ese caso arrojaron un cartel con amenazas.
Al producirse esos hechos Benítez estaba detenido en el pabellón 27 del módulo C de la cárcel de Piñero. En ambos carteles se advertía al gobernador que no se metiera con los internos de ese sector. Testimonios de personal penitenciario daban cuenta del malestar del recluso por un reciente traslado a un pabellón de alto perfil.
“Esa mañana estaban todos malísimos. Amenazaban a los celadores y Benítez dijo que iban a cagar a tiros a Pullaro. Lo dijo abiertamente haciéndose el malo y lo escuché”, dijo entonces un guardia.