La detención del ex policía Darío José “Viejo” Protti el pasado viernes en el marco de una investigación que lleva adelante el equipo para el abordaje de delitos cometidos con armas de fuego del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Rosario, deja una vez más al desnudo la protección que una banda narcocriminal con fuerte arraigo en los barrios Empalme Graneros, Ludueña e Industrial tuvo en los últimos años por parte de personas que pertenecen o pertenecieron a la fuerza de seguridad santafesina. Es que no sólo Protti cayó tras las rejas por sus vínculos con el grupo que actúa como una de las franquicias que responden a la banda de Los Monos, sino que ya es el quinto iuniformador que corre la misma suerte confirmando la máxima impuesta en la ciudad en la última década: “La policía es parte del problema narcocriminal y no quien lo puede resolver”.
La banda a la que se hace referencia tiene a sus máximos líderes presos. En agosto del año pasado, y tras una saga de 50 allanamientos que pusieron patas arriba el barrio Ludueña, el fiscal Pablo Socca acusó a 23 integrantes del grupo delictivo por ocupar diferentes roles en el mismo. En aquella audiencia se ventiló el origen de una organización que se gestó en prisión para controlar el negocio narco en esa zona del noroeste rosarino y la rivalidad por el control del negocio que se disputaban allí dos grandes marcas criminales: Los Monos vs. Esteban Lindor Alvarado.
Según explicó el fiscal en aquel momento, la organización bajo la lupa era dirigida desde la cárcel por Andy Benítez y Julián Aguirre, mientras que Mauro Gerez y Jonatan Almada aparecían como quienes regenteaban el negocio ilícto en la calle, lo que se traducía en extorsiones, balaceras contra personas y viviendas y más de una veintena de homicidios en los últimos años. Por eso a los cuatro les adjudicó el rol de liderazgo u ocupar la primera línea de la asociación ilícita. Más tarde, al ser detenido, se sumaría a ellos y bajo el mismo rótulo Matías “Pino” César.
Y aquí empiezan a aparecer los nombres de policías ligados a la organización. Jonatan Almada es hijo de Jorge Almada, un ex policía detenido a fines de agosto del año pasado cuando se hizo el operativo en Ludueña. El ex uniformado cayó junto a dos de sus hijas (otra de sus hijas había sido asesinada en febrero de 2022 en un ataque que tenía como objetivo a Jonatan) en una casa de Franch al 1300 y se lo acusó de cumplir un rol importante en la banda. Por cierto, al ser allanada su casa se encontró un cuaderno en el cual estaban registradas las operaciones de narcomenudeo de distintos puntos de venta de drogas del grupo. Además, el hombre utilizó su pasado policial para pretender mostrar como propia una pistola calibre 9 milímetros que le incautaron y varias cajas con municiones. “Pero el arma y las balas eran nuevas, no estaban usadas y habrá que hacer la trazabilidad para ver cómo llegaron hasta ahí”, dijo un pesquisa que calificó a la casa de Almada padre como “una especie de centro de cómputos del grupo. En el cuaderno hay fechas recientes y nombres de cada integrante de la asociación que iban rindiendo cuentas de los búnkers”, reveló el investigador.
Poco tiempo después de la caída de Almada padre, dos agentes del Comando Radioeléctrico de la ciudad terminaron presos e imputados por sacarle 10 mil pesos a Jonatan sabiendo que se iba a montar un operativo en el barrio tendiente a meterlo preso. Fue a mediados de agosto cuando los dos policías tuvieron el dato de que la casa de Almada hijo iba a ser allanada en el marco del operativo que buscaba a los miembros de la banda que manejaba junto a Mauro Gerez. Entonces un par de días antes estacionaron el patrullero cerca de la vivienda y cuando el muchacho salió lo siguieron y entablaron una conversación tras la cual el sospechoso les habría entregado 10 mil pesos para no ser arrestado. Más allá de que, días después, Almada terminó detenido frente a un edificio de Entre Ríos al 1400 donde se ocultaba, el fiscal a cargo de esa investigación inició otra pesquisa para descubrir quiénes eran esos dos uniformados del Comando Radioeléctrico (CRE).
>> Leer más: Imputarán a dos policías sospechados de extorsionar a un narco para no arrestarlo
Así las cosas, en octubre y mientras patrullaban por Ayacucho al 6800, efectivos de la Agencia de Control Policial (ACP) interceptaron el paso del móvil y apresaron al inspector Jorge César Russe, jefe de tercio del Comando y abogado, y al oficial Ricardo Páez, a quienes les secuestraron sus armas reglamentarias y dos revólveres sin papeles que portaban en el auto. Ambos fueron imputados días más tarde por extorsión.
Ya este año, quien cayó presa por sus vínculos con la banda fue la suboficial de policía Analía Lorena Francia. La mujer, que supo prestar servicios en la seccional 12ª del barrio Ludueña, fue apresada el 1º de marzo en un departamento de Mendoza al 600 y acusada de filtrar información a la banda a medida que se iba enterando de los operativos que podrían organizarse contra el grupo. Y para poner en conocimiento de ello a los jefes del grupo criminal utilizaba a su hijo, Kevin Frachia, quien también terminó detenido por su rol dentro de la organización.
>> Leer más: Condenaron a una policía que pasaba información a una banda criminal de Ludueña
Francia, tras ser apresada, terminó aceptando en un procedimiento abreviado su participación en la trama criminal y fue condenada a la pena de 3 años de prisión de ejecución condicional y la inhabilitación de 10 años para ejercer cargos públicos. Los investigadores habían llegado hasta ella después de varias denuncias en las cuales se mencionaba a Kevin como un vendedor de drogas de la banda y a su madre “que vive en calle Liniers y es policía” pero les avisa de los procedimientos que podrían realizarse. “Lo denunciamos varias veces en la 12ª pero no pasó nada”, consta en una de las presentaciones.
Y finalmente hay que hablar de la caída del Viejo Protti, un hombre que fue exonerado de la policía después de que en el año 2004 fuera condenado tras un largo trámite judicial a 4 años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para ejercer cargos bajo la carátula de “homicidio en riña” por el asesinato de Ariel Colque, un chico de 16 años baleado por la espalda en Magallanes al 2400 el 30 de marzo de 1998.
>> Leer más: Quién es el ex policía que cayó por integrar una banda narcocriminal de Ludueña
Protti fue apresado este viernes y según la investigación del fiscal Socca, quien lo encuadra como alguien muy allegado a Jonatan Almada por los vínculos policiales que supo tener con su padre, aparece mencionado en varias denuncias que lo identifican como un “hombre canoso, de barba y pelo blanco, con lentes”, que actúa como recaudador del grupo pero que también maneja varios autos en los que van los soldaditos a cometer las balaceras o extorsiones que mantienen atemorizado aún hoy al barrio.