Contabilizados los totales de 2017, los homicidios en la provincia de Santa Fe muestran un retroceso que se coloca en los registros de 2011, lo que implica una caída del 35 por ciento. Pero otros guarismos asoman como más destacados en los últimos números anualizados recogidos por el Ministerio Público de la Acusación (MPA). La tasa de homicidios que en 2014 llegó a 13,6 muertes cada 100 mil habitantes en la provincia declinó en 2017 a 8,7 cada 100 mil.
Al mismo tiempo, las muertes de mujeres treparon en la provincia un 45 por ciento en los últimos tres años. Y sigue siendo muy fuerte el contraste entre el alto uso de armas de fuego como medio empleado para causar la mayoría de las muertes en Rosario y Santa Fe, los dos distritos con mayor cantidad de hechos, y el resto de los departamentos, donde la participación de este tipo de armas es mucho menos marcado, lo que redunda en tasas de homicidios más leves.
Respecto del alza de homicidios de mujeres el remarcable dato merece consideraciones. La tasa creció 5 puntos en el total de asesinatos pasando en un año de 12 a 17 por ciento del total de asesinatos. Pero mientras la ratio de mujeres fallecidas sube (un 11,5% de 2016 a 2017) al mismo tiempo la de varones bajó marcadamente (un 26,4%) La tasa de mujeres muertas cada 100 mil habitantes trepó en los últimos tres años un 45% mientras que la de varones en mismo lapso decayó un 43,1%.
En definitiva en un marco de descenso del número general de asesinatos, la proporción de mujeres muertas crece. En 2013 en la provincia la proporción de varones asesinados eran 13 veces mayor que las mujeres víctimas. En 2017 esa brecha se redujo a siete veces.
Si estas cifras se trasladan a número de personas, se verifica que en toda la provincia en 2014 hubo 34 mujeres víctimas de homicidio contra 426 varones. Pero en 2017 las víctimas mujeres fueron 51 en tanto que los varones 248.
En relación a la suba de muertes de mujeres no está definido qué porcentaje de esos ataques son femicidios, es decir, los hechos en el que la explicación de la agresión letal sufrida por las víctimas está en su condición de mujeres, casos extremos de violencia de género. A modo de ejemplo elemental: la muerte de una anciana en un instituto psiquiátrico atacada a golpes por una paciente el pasado domingo en Rosario no es un femicidio.
En relación a la cantidad de víctimas por departamento, en Rosario las muertes bajan año a año en los últimos cuatro desde el pico histórico de 271 homicidios corroborado en 2013. En 2014 hubo 255 muertes, 234 en 2015, 179 en 2016 y 162 el año pasado, lo que retrocede a las tasas de 2011, pero aún está lejos de los promedios de 120 muertes anuales que predominaron entre 2002 y 2010.
Una importante salvedad: el año en curso en Rosario es marcada, durante los tres primeros meses y lo que va del cuarto, una tendencia a la suba de los homicidios. Concluido el primer trimestre de 2017 las muertes en el departamento Rosario eran 42, en tanto que este año las mediciones preliminares del MPA marcan 52 (un 25 por ciento más), y ya en este organismo estiman segura una aceleración para cuando concluya 2018. Si se ofrecen estos números ahora es porque el procesamiento de datos a año vencido (2017) necesariamente se realizan en los primeros meses del año posterior, que es en este caso cuando las muertes provocadas intencionalmente están creciendo.
Otro aspecto importante para el análisis de asesinatos es el medio empleado para su concreción. Se observa que en los dos tercios de los casos (66,9%) en 2017 fueron cometidos por arma de fuego. Esa proporción en el departamento Rosario es más alta porque en ocho de cada diez hechos las víctimas murieron por heridas de bala.
En este apartado surge un dato muy relevante para entender un rasgo que explica la mayor violencia en los dos departamentos más poblados de la provincia, que son también los que concentran más del 80 por ciento de los crímenes. En estos dos distritos el uso de arma de fuego en los casos fatales es muy alto (80% de los casos en Rosario y 66% en Santa Fe) pero si se excluye a esos dos departamentos la porción del total de homicidios cometidos con armas de fuego es del 35% del total de hechos.
La diferencia tan abrupta en las muertes según medio utilizado para concretarla incorpora un interesante punto de examen. "Estamos con muchas más posibilidades de comprender y articular políticas entre distintos sectores del Estado para interrumpir los ciclos de violencia cuando advertimos una diferencia tan notoria en las tramas de ataques homicidas. Es muy fuerte en los departamentos La Capital y Rosario la incidencia del arma de fuego en el mayor resultado de muerte. En el resto de los departamentos donde los homicidios son bajos es menor el uso de este medio para causar la muerte", dijo Augusto Montero, investigador de la Universidad Nacional del Litoral y uno de los responsables del informe del MPA.
El estudio del MPA también repara en el estado de las investigaciones o el esclarecimiento de los asesinatos cometidos. Para ello se utiliza un indicador que se denomina de "individualización formal". Se considera que un homicidio tiene un sospechoso identificado como autor cuando el fiscal que maneja el caso ha dispuesto medidas formales para concretar su detención como por ejemplo librado orden de captura.
En este sentido en seis de cada diez investigaciones abiertas por los fiscales de homicidios en toda la provincia durante 2017 se individualizó un presunto autor. En el 44 por ciento del total de casos ese acusado fue llevado a una audiencia imputativa en los tribunales. En 6,7% de los casos el imputado fue presentado a la Justicia de Menores, en 7% tiene pedido de captura no concretado, y en el 2,5 por ciento el caso está cerrado con autor identificado y sin audiencia imputativa.
En el departamento Rosario el porcentaje de individualización formal de autores para los casos de 2017 fue del 52,7% del total. El 32,7% fueron llevados por los fiscales a audiencia imputativa ante los jueces, el 11% tuvo pedido de captura y el 7,7 por ciento tiene causa abierta en juzgados de Menores. En Santa Fe la tasa de esclarecimiento fue un poco más alta: llegó al 58,1%.
Aunque las tasas de esclarecimiento son todavía consideradas bajas, están subiendo. Según Montero, esto tiene que ver con el menor número de homicidios, que permite a los investigadores concentrarse en una cifra más baja de hechos, y en el caso de Santa Fe con la circunstancia de que el plantel de fiscales de la unidad de homicidios pasó de dos a cinco.
La tasa de individualización formal de autores de homicidios en todos los departamentos que no son Rosario y Santa Fe crece de una manera muy marcada al 84 por ciento del total de hechos. Los avances en las investigaciones se relacionan con las características demográficas, poblaciones mucho menos vastas y conflictos menos complejos, dos aspectos que complican el anonimato de los autores.
Las consideraciones finales del informe marcan que las muertes violentas intencionales en la provincia disminuyeron un 21.5 por ciento de 2016 a 2017. En Rosario la caída fue del 9,5 por ciento. La tasa de homicidios de Rosario para 2017 fue 12.8 muertes cada 100 mil habitantes. Llegó a superar las 20 muertes cada 100 mil en 2013.
Como se dijo, el 17 por ciento de las víctimas del total fueron mujeres, que habían representado el 12,1% del total en 2016, el 10% en 2015 y el 7,4% en 2014. Este incremento de la proporción no solo se debe a que la cantidad de víctimas mujeres aumenta, señalan en el MPA, sino que la de varones desciende desde el mismo momento, el año 2014.
En Rosario en 2017 las mujeres fueron el 12,3% del total de víctimas de homicidios.
Dos tercios de las víctimas fatales durante 2017 fueron víctima de ataques con armas de fuego. En ningún lugar como Rosario es tan alto este registro: ocho de cada diez homicidios se concretaron con disparos.
Los meses de diciembre (13%), enero (10%) y abril (10%) presentaron la mayor concentración de hechos, en tanto que en agosto y septiembre se registraron las cifras más bajas (4,7%) Las mismas tendencias se observan los años previos y son semejantes tanto en los departamentos Rosario como la Capital.