Un insólito "doble robo" de un automóvil se dio en la puerta de la comisaría 16ª, de Ayacucho 3350, cuando el propietario de un Fiat Duna blanco descubrió que el vehículo que le habían sustraído días atrás estaba en ese lugar, pero antes de que lo pudiera recuperar ya había desaparecido nuevamente.
Todo sucedió cuando a Carina, la titular del Duna blanco, le robaron el vehículo el pasado domingo en inmediaciones del Gigante de Arroyito, donde había ido a ver a Central. Tras el hecho, radicaron la denuncia en la seccional 8ª.
Días después, su cuñado pasó con su camión frente a la comisaría 16ª de Tablada y descubrió que el vehículo que le habían robado estaba en la puerta de la seccional, con la consiguiente felicidad que eso les generó porque imaginaban que iban a recuperar el vehículo con el que la familia se manejaba para ir a trabajar o llevar a los hijos a la escuela, entre otras cosas.
"Mi marido ingresó a la comisaría y dialogó con la gente que estaba en la seccional, quienes no sabían que había en la puerta un vehículo que tenía pedido de captura por haber sido robado", contó Carina.
"Al ver el auto en la comisaría, mi marido se baja, ingresa a la comisaría, dialoga con la gente que está dentro de la seccional, quienes no sabían que había en la puerta un vehículo que tenía pedido de captura por haber sido robado", contó Carina. "En ese momento me puse contenta de que lo hayamos encontrado por el sacrificio que implica tenerlo", señaló, y enseguida agregó: "Y lo bueno es que ni siquiera estaba violentado, estaba cerrado con llave y con todas las cosas adentro".
Posteriormente, el marido y su hija fueron hasta su casa a buscar los papeles del auto y llevar la llave de repuesto que tenían para poder volver con el auto.
Ya en la comisaría procedieron a hacer todos los papeles pertinentes para poder recuperar el auto, debido a que habían hecho la denuncia de robo, y tras las firmas para poder llevárselo salieron a la calle y descubrieron que el auto ya no estaba: se lo habían llevado otra vez. Previo a eso, al cuñado de Carina "lo acompañó un oficial de policía hasta la calle donde estaba el auto para constatar que fuera el vehículo robado y corroborar las cosas que había en su interior", contó la mujer esta noche en Canal 3.
Lo concreto es que entre que el cuñado fue a ver el auto y el marido de la víctima firmó los papeles para poder llevárselo y salieron a la calle a buscarlo pasaron alrededor de diez minutos. Fue tiempo suficiente para que el delincuente que lo había dejado frente a la comisaría 16ª se lo vuelva a llevar.
Al ser consultada sobre cómo se sentía ante esta situación, Carina no dejó dudas. "Siento mucha impotencia por la impunidad con la que se puede actuar. La comisaría es un lugar en el que no se puede confiar, ya no se puede confiar en nada", argumentó, y enseguida agregó: "En las comisarías suceden este tipo de cosas como pasan otras más graves", en alusión a otros hechos que se dieron en los últimos tiempos.
Si bien destacó que afuera de la comisaría hay cámaras de seguridad, lo que podría facilitar la investigación, la mujer puso en duda que las mismas puedan ser útiles. "Hay cámaras a veinte metros de la comisaría, si es que están funcionando y no están descompuestas", deslizó irónicamente.
El auto no tenía seguro, puesto que las compañías no los aseguran al ser "un modelo viejo y por ser uno de los autos más apuntados para este tipo de delitos".