“Escuchame, de paso van a buscar el tornado y de paso matamos a un par de zombies, me voy a llevar a uno. Te mando un video con una motosierra fíjate cómo lo voy a cortar en pedazos, bien a lo mexicano le voy a dar".
Por Hernán Lascano
“Escuchame, de paso van a buscar el tornado y de paso matamos a un par de zombies, me voy a llevar a uno. Te mando un video con una motosierra fíjate cómo lo voy a cortar en pedazos, bien a lo mexicano le voy a dar".
Esas referencias constan en un audio que en la Fiscalía Regional de Rosario detectaron hace varias semanas desde la cárcel procedente del entorno de la banda de Los Gorditos que comanda Brandon Gabriel Bay. Él es, precisamente, quien habla de matar y despedazar a alguien en un soporte de voz que este lunes fue leído en una audiencia imputativa contra sus dos hermanas en el Centro de Justicia Penal.
“Poné a los pibes en auto, me entran a buscar la moto y se llevan a uno y lo mando a cortar en pedazos. Que se vayan de la casa le mando un video así con la motosierra cortándolo en pedacitos, que se vayan de la casa, que se vayan todos de mi barrio. A un tal Elías lo queremos hacer cagar”, indica la voz apresurada de Brandon, conversando con su cuñado, que le responde: “Sí, hacemos así señor, quédate tranquilo”.
Con este contexto recuperado el fiscal de Homicidios Patricio Saldutti avanza con sigilo pero con la idea de tener encaminada hacia un destino preciso la pesquisa de uno de los hechos más brutales registrados en una ciudad que vuelve a tener este año un pico de casos de violencia altamente lesiva: los asesinatos de Jorge David Giménez de 29 años y Victor Martin Baralis de 44 años, cuyos cuerpos descuartizados fueron hallados al lado de un contenedor de basura en barrio Saladillo este lunes a la mañana.
Precisamente, este lunes por la tarde los fiscales Valeria Haurigot y Pablo Socca habían llevado a audiencia imputativa a las hermanas de Brandon Bay. Se llaman Aldana y Flavia Bay. También allí fueron reimputados el propio Brandon y Sebastián Aguirre, ambos ya en la cárcel, y Claudio Ríos.
Hay que remontarse medio año para conocer el contexto del caso. En junio pasado los integrantes varones de la asociación ilícita de Brandon, dedicada a sembrar la violencia con fines económicos, fueron detenidos por distintos delitos en la zona de San Lorenzo que incluían homicidios, balaceras, amenazas y extorsiones. El grupo se había expandido desde la zona sur de Rosario, en la villa Flammarión, hacia el Cordón Industrial.
Hace dos meses la unidad que investiga balaceras tenía en un legajo el caso de un ataque a tiros contra una casa de la mujer de un integrante de esta banda. Los fiscales Socca y Haurigot apuntan a desbaratar el resto de la banda que se desmembró cuando Brandon fue detenido en julio. Los elementos que colectaron los fiscales indican que quienes quedaron manejando la organización son la madre y las hermanas de Brandon que es quien, según las escuchas, imparte las órdenes de la actividad desde su encierro en Piñero.
De hecho, en la casa de la madre de Brandon Bay, llamada Erica A., se encontró la semana pasada en un allanamiento 700 dosis de cocaína y marihuana por un valor de mercado estimado en un millón de pesos.
Lo que hacen estos nuevos delegados de Brandon, según expusieron ayer los fiscales, es regentear la actividad de narcomenudeo en búnkeres, conseguir soldaditos para producir las balaceras, generar extorsiones a fin de no usurpar viviendas y producir los cobros del dinero esos chantajes.
Fue en el marco de esa audiencia de este lunes donde se difundió esa escucha en donde Brandon Bay propone cortar a alguien con una motosierra. En ese acto procesal también fueron imputados Brandon y Claudio Ríos de esos delitos cuya autoría, para los fiscales, surge con claridad de las escuchas interceptadas.
También en estos diálogos telefónicos asoma un rol importante del imputado ayer Sebastián Aguirre, ex pareja de Aldana Bay, quien dialoga mucho con Brandon. De los audios se desprende que este Sebastián Aguirre consigue sicarios para cumplir las órdenes de Brandon, ordena réplicas para las agresiones que sufre la banda y gestiona “choferes o pilotos” para que el tirador vaya con una moto a producir balaceras. También refiere que un homicidio por encargo está tasado entre 50 y 80 mil pesos.
Sebastián Aguirre es quien recibe el encargo de Brandon respecto del ataque con una motosierra. Está cumpliendo condena previa en la Unidad 3 de Rosario, en Riccheri y Zeballos, pero tenía salidas transitorias durante las cuales para los fiscales actuaba para la asociación ilícita.
Durante el tiempo que se produjeron las escuchas telefónicas el rasgo más distintivo en las llamadas captadas era la violencia de los hechos que proyectaba y ordenaba Brandon Bay.
Lo más contundente es que en la voz del propio Brandon hay algo que llama la atención con los hechos de ayer. Hace dos meses Brandon Bay, remarcan en la Fiscalía, estaba hablando de matar a una persona, cortarla en pedazos, registrarlo en video y enviarlo a determinadas personas como acto de amedrentamiento.
Quién es Brandon Bay
¿Pero quién es Brandon Bay? Es un chico que tuvo su primera condena a los 19 años. Hoy tiene 25 y su perfil, consignaron los fiscales este lunes, es de una violencia exasperada de la que es acusado de infligir tanto fuera como dentro de la cárcel.
El 10 de junio pasado una investigación de los fiscales Aquiles Balbis y Matías Edery llevó a audiencia a una organización de diez personas que comandaba Brandon. Los fiscales presentaron el asunto como un caso testigo del modo en que un grupo criminal rosarino copa a sangre y fuego un territorio en sectores del Cordón Industrial para desplegar allí sus negocios, produciendo homicidios, robos de vehículos, amenazas extorsivas, balaceras contra objetivos rivales y venta de drogas.
Pero remarcaron que eso no pudo hacerse sin una gestión policial que favoreciera los intereses de este grupo criminal. Para eso los policías plantaron pistas falsas a fin de confundir a los fiscales, de modo de sacar del radar de los investigadores al grupo delictivo que estaba generando la violencia, la que atribuían a otros actores de la zona.
Por estos hechos hubo dos oficiales presos que son el jefe de la comisaría 7ª de San Lorenzo y un sumariante, a los que se les encontraron cinco armas de fuego ilegítimas cuya posesión no pudieron justificar. El 10 de junio acusaron a los actores civiles, liderados por Brandon, preso inicialmente en Coronda desde 2015, ideólogo de los hechos de violencia concebidos para apoderarse de zonas para su negocio, la mayoría ejecutados entre abril y junio.
Ayer los fiscales le dijeron a la jueza Melania Carrara que Brandon aterroriza gente dentro de la cárcel. Utilizaron el ejemplo de un joven de 19 años sometido a vejámenes, sostuvo Valeria Haurigot, que sufría un hostigamiento brutal, de manera que se requirió que dentro del Servicio Penitenciario se extremen medidas para proteger a los compañeros de pabellón de Bay del peligro de su presencia, que fueron ilustrados con ejemplos. Lo que pidió la fiscal es el traslado de Bay a una unidad penitenciaria de otra provincia.
Según fuentes judiciales, el fiscal Saldutti tiene elementos de peso para considerar que los homicidios de los dos hombres descuartizados tienen como ideólogo a Brandon Bay. Se estableció además que ambos se conocían y mantenían un trato frecuente. “Tenemos la muy fuerte sospecha de que esta persona es la ordenante de los homicidios. Pero hasta ahora no se encuentra conexión inequívoca entre las dos víctimas y Bay o su gente como autores”, indicaron las fuentes.
No obstante por registros de análisis criminal de una agencia penal ya se sabe algo de peso: las dos personas muertas, según fuentes judiciales, serían integrantes de un grupo enfrentado con el de Bay. No obstante las constataciones de las agencias penales indican que las dos víctimas no tenían un hisgtorial delictivo, apenas unas causas de muy menor entidad que no son actuales.