El nombre del sindicado líder criminal Esteban Alvarado tuvo este lunes entradas múltiples en la crónica policial. Al mismo tiempo que se conocían por la mañana cuatro balaceras en distintos barrios contra personas de su entorno, en el Centro de Justicia Penal se iniciaba un juicio por asesinato a un hombre cuya familia está implicada en su organización. El trámite oral y público es contra Miguel Angel Laferrara, conocido como “Lolo”, que está acusado de matar de un disparo en la cabeza a un chico de 16 años en el desenlace de una discusión por una motosierra que no había sido devuelta.
Este asesinato ocurrió hace ocho años, el 26 de noviembre de 2012, en la zona de calle Piamonte al 2300 de Rosario. Pero Lolo Laferrara se mantuvo desde entonces prófugo durante siete años. Hasta que el 4 de noviembre de 2019 fue capturado en La Paz, Entre Ríos, luego de una investigación sobre una camioneta que determinó que pertenecía al imputado y que éste circulaba con un carnet de conducir con otro nombre. En La Paz a Lolo lo conocían como "Diego el rosarino".
La camioneta que le encontraron a Lolo Laferrara en Entre Ríos, cuando lo detuvieron, era una Volkswagen Amarok blanca dominio NOW 975, que fue utilizada en el secuestro y posterior asesinato del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en noviembre del 2018. Por este homicidio Esteban Alvarado está sindicado como autor ideológico lo que implica una expectativa de prisión perpetua.
Lolo Laferrara tiene 40 años y es hermano del tenido como el principal sicario de Esteban Alvarado: Mauricio Laferrara, de 24, quien está preso en el mismo trámite que el señalado líder criminal, acusado de haber cometido un total de seis homicidios. Ambos son hijos de Jorge Laferrara, ex socio Máximo Ariel "Viejo" Cantero, fundador de la Banda de Los Monos, con quien terminaron distanciados. Los dos fueron condenados por un hecho de narcotráfico en Corrientes al ser detenidos con una carga de marihuana en un auto en 1999.
En el juicio que empezó ayer, los fiscales David Carizza y Matías Edery solicitaron once años de prisión para Lolo Laferrara por el asesinato de Gastón Barrera, ultimado con un disparo a la cabeza y a quemarropa con un arma calibre 9 milímetros. Al frente del trámite estuvo el tribunal unipersonal integrado por la jueza de primera instancia María Isabel Más Varela. A Lolo lo defiende el abogado Ezequiel Torres.
El crimen de Gastón Barrera ocurrió ante la mirada del hermano de la víctima, Andrés, quien ante la Justicia había señalado inicialmente a Lolo como el autor del disparo letal, algo que reiteró ayer al comparecer en el estrado. Barrera y su humilde familia vivían en una construcción precaria contigua a un horno de ladrillos.
Al parecer Laferrara le había prestado una motosierra a un hermano de Gastón y éste la habría vendido. Eso originó una áspera discusión entre el adolescente y Lolo, quien comenzó a golpearlo en la cabeza con el caño de una pistola calibre 9 milímetros. Así, apareció en escena Andrés, el hermano del chico. En ese momento, dijo Andrés, Lolo le disparó a Gastón un mortal balazo que le entró por la nuca y huyó en un auto gris.
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La camioneta que le encontraron a Laferrara en Entre Ríos, cuando lo detuvieron, era una VW Amarok blanca dominio NOW 975, utilizada en el secuestro y posterior asesinato del prestamista Lucio Maldonado. El vehículo había sido llevado hasta el norte entrerriano para ser vendido a “Diego el rosarino”, según los audios detectados en el iPhone 8 secuestrado a Alvarado cuando lo detuvieron en Río Tercero hace dos años. Así fue que efectivos de la TOE llegaron a La Paz y secuestraron la Amarok, que estaba a punto de ser vendida.
A lo largo de la investigación sobre el asesinato de Lucio Maldonado apareció documentación de la Amarok en la casa de una mujer sindicada como novia de Esteban Alvarado y en el departamento de Echesortu donde fue detenido Mauricio Laferrara a mediados de octubre de 2018.
Ayer en el juicio también declaró el agente de la policía de Entre Ríos que descubrió que un hombre que residía en La Paz bajo el nombre de Diego Barberá era en realidad Lolo Laferrara. El empleado policial contó ayer que advirtió la falsa identidad y que secuestró un carné de un club de futbol con el nombre elegido y la foto de Laferrara.