Orlando Gregorio Oliva tenía 50 años y vivía en situación de calle en la ciudad de Santa Fe. El 22 de febrero pasado fue encontrado desvanecido y con un fuerte golpe en la cabeza en una esquina de esa ciudad y una semana después falleció tras permanecer internado en la terapia intensiva del Hospital Cullen. Por testimonios y cámaras de vigilancia se pudo reconstruir que había sido golpeado por dos hombres que lo persiguieron desde un bar ubicado a una cuadra del crimen. Así fue detenido un joven de 28 años, empleado del local y hermano de un ex jugador de Colón, quien quedó en prisión preventiva al ser imputado como coautor del homicidio.
La medida se dispuso en una audiencia realizada en los tribunales de la capital provincial. El fiscal Estanislao Giavedoni imputó a Lautaro Quilez, de 28 años, como quien “persiguió y atacó a golpes a la víctima, quien estaba en situación de calle”, al parecer por sospechar que se había retirado sin pagar del bar donde el acusado trabajaba. El crimen ocurrió en los últimos minutos del jueves 22 de febrero de este año en la esquina de Hipólito Yrigoyen y 25 de Mayo. Oliva fue encontrado allí con un grave traumatismo de cráneo. Fue trasladado al Hospital Cullen y una semana después falleció.
Tras escuchar el planteo acusatorio, el juez Pablo Spekuljak dio curso a la imputación de Quilez como coautor del delito de homicidio simple y dictó la prisión preventiva del joven, hermano de Ismael Quilez, ex futbolista de Colón, Racing, Huracán y Aldosivi. A partir de un acuerdo previo, según indicó el fiscal, la defensa no propuso medidas alternativas a la detención mientras prosigue la investigación del caso.
La pesquisa arrojó que Oliva fue perseguido desde un bar de Hipólito Yrigoyen al 2400 por dos hombres que lo atacaron a golpes. El otro atacante se encuentra prófugo. El fiscal indicó tras la audiencia que “los agresores abordaron con violencia a Oliva a raíz de que creyeron que él se había ido sin pagar del local gastronómico, donde el imputado trabajaba”. El encargado de la acusación remarcó que “la manera que eligieron para resolver el conflicto interpersonal fue absolutamente desproporcionada”, al punto que las lesiones resultaron letales.
Apresado en el bar
Tras el llamado de vecinos que lo encontraron tirado e inconsciente, Oliva fue hallado a la madrugada del día siguiente por agentes policiales que se comunicaron con el 107 y gestionaron su traslado en una ambulancia del Sies hasta el hospital José María Cullen. El hombre permaneció internado allí en estado crítico, con fractura facial y traumatismo de cráneo, hasta el viernes 1º de marzo, cuando falleció.
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En el marco de las medidas adoptadas para dar con los atacantes, precisó el fiscal, se analizaron registros de cámaras de seguridad y perfiles en redes sociales, se recabaron informes médicos, policiales y municipales y fueron entrevistados allegados a la víctima y una persona en situación de calle que presenció la golpiza.
Así se llegó a la identificación de Quilez como uno de los presuntos agresores, se emitió una orden de detención y fue privado de la libertad el jueves pasado, alrededor de las 12.30, en el bar cercano a la escena del crimen donde trabajaba como empleado. El hermano del futbolista ya había sido detenido en octubre de 2018, cuando fue perseguido por las calles del barrio Chalet de Santa Fe y acusado de haberle robado el celular a una mujer a punta de pistola. En aquella ocasión terminó atrapado en la casa de una familiar donde se había escondido.