"Políticamente había dos líneas. Una que quería recaudar del narco y otra que no quería recaudar. Se ve que ganó una y sacrificaron a los peones". Entre los 25 acusados de integrar la banda de Los Monos y que están siendo sometidos a juicio, el comisario Gustavo "Gula" Pereyra es el policía que ocupó el puesto jerárquico más alto en la policía como miembro de la disuelta Secretaría de Delitos Complejos. Había adelantado que brindaría una extensa declaración en el juicio a la banda a la cual se lo vincula y ayer se dio el gusto, con una exposición de alto tenor y fuertes implicancias políticas. Sin dar nombres propios, aseguró que en el gobierno de Antonio Bonfatti hubo sectores dispuestos a obtener dinero del narcotráfico. Y que para eso se recostaron sobre la brigada policial que investigó a la familia Cantero.
"Se hizo una gran operación de prensa presentándome como la cara de la corrupción policial, cosa que no es cierta", se defendió Pereyra, a quien no lo involucran escuchas propias en la causa sino menciones de terceros. En el último día de audiencias antes de la feria judicial que hará un impasse hasta el 6 de febrero en el juicio a Los Monos, "Gula" pidió la palabra para contestarle a su ex jefa en Delitos Complejos, la comisaria Ana Viglione, quien declaró como testigo hace dos semanas.
Años atrás, al ser citada a la instrucción de la causa a Los Monos para hablar sobre el desempeño de "Gula", Viglione había dicho que en el área a su cargo no se ordenaban pesquisas sobre drogas. Eso no sólo le valió una causa por falso testimonio sino que complicó al comisario inspector. Estaba bajo sospecha por escuchas en las que el policía Juan "Chavo" Maciel, ya condenado por aportes a la banda, menciona a "Gula" en charlas con Ramón "Monchi" Machuca, preso como uno de los jefes del clan.
La primera testigo que compareció ayer fue Romina Gobernatori, una empleada policial que era colega de "Gula" en la Subsecretaría de Investigaciones Criminales; una de las ramas en las que se dividía Delitos Complejos y que estaba a cargo del abogado Andrés Ferrato. "Me encargaba de la recopilación de datos sobre escruches en campos, carreras ilegales, un atentado a una concesionaria", enumeró.
Pero, a diferencia de otra empleada del área que declararía después, negó haber trabajado asuntos de drogas. "Gula" pidió entonces un careo con su ex compañera, a quien le recordó que delante de ella la brigada a su cargo le entregaba a Ferrato pendrives con datos de búnkers. La uniformada dijo no recordarlo.
Esta fue la puerta de entrada para una larga exposición de Pereyra en el juicio, que contuvo expresiones de alto voltaje e implicancias institucionales. "Yo no estoy bajo juramento pero estoy diciendo la verdad", aclaró este policía atípico, proveniente de una familia con buen pasar económico y sin raigambre en la fuerza, egresado del colegio Cristo Rey y que a su primer día de trabajo en el Comando Radioeléctrico llegó en un auto cero kilómetro.
En lo esencial, "Gula" dio a entender que Viglione fue inducida a mentir por funcionarios políticos superiores a ella en el esquema de gobierno. No dijo sus nombres, pero aseguró que esas mismas personas le ordenaron que "lo desconociera" cuando el juez Juan Carlos Vienna lo llamó a indagatoria en junio de 2013 por supuesta colaboración con la banda.
Luego el magistrado lo desligaría de la causa por falta de pruebas. Pero la medida fue revertida porque un camarista encontró en los mails enviados por "Gula" a sus jefes un volumen de información superior a la que había admitido el comisario. En ellos daba cuenta de numerosas pesquisas sobre búnkers y actores de nombres resonantes ligados al narcotráfico que ayer repasó.
Pereyra fustigó a la Brigada Operativa de Judiciales (BOJ), el área policial creada en Rosario en 2013 y que concentró la mayor parte de las medidas contra Los Monos. Dijo que Ferrato lo mandó a investigar a sus integrantes (ver aparte) y que Viglione no acordaba con las prácticas de la Brigada, pero al parecer el área tenía respaldo político: "Había que sostener a diestra y siniestra a la División Judiciales".
Según sus dichos, la Brigada pretendía consolidar negocios con Esteban Lindor Alvarado, sindicado como operador narco, condenado por robo de autos y preso en una cárcel bonaerense; y con el empresario Luis Medina, asesinado a tiros junto a su novia el 29 de diciembre de 2013 en el acceso Sur y Ayolas.
Esto explicaría, en la teoría de "Gula", porqué la BOJ persiguió a la familia Cantero, cuyos miembros están en el banquillo acusados de liderar la banda de Los Monos y que ayer asentían enérgicamente al escuchar el relato del comisario.
Sobre el final, el policía presentó un cuadernillo azul donde anotaba los apuntes de sus investigaciones y donde aparecen "políticos" y menciones Ema "Pimpi" Sandoval, condenado por un posterior ataque a tiros a la casa del entonces gobernador Antonio Bonfatti. Esto dijo:
• A mí me detienen el 5 de junio de 2013. Se dijo que en mi lugar de trabajo, pero es mentira porque el 1º de junio me habían cambiado de destino. A las 20 horas tengo una llamada perdida de Viglione. La llamo. ¿Qué pasa Ana? Me dice ¿podés venir? Le digo: me van a detener, tengo 25 años en la policía, me van a detener. Me constituyo en Sede de Gobierno. La puerta estaba cerrada. La espero diez minutos. Ingresamos al Salón Dorado, pregunto si hay orden de detención, le entrego mi pistola, el celular y la credencial y me quedo 30 minutos esperando a que llegara el personal de la TOE. Hubo una gran jugada, una operación de prensa al mejor estilo Goebbels: "Miente, miente que algo quedará".
• La (ex jueza, Alejandra) Rodenas dijo que yo tenía comunicación directa y fluida con Machuca cuando nunca hablé por teléfono con él. No hay una sola comunicación mía con nada. Solamente los informes de esta famosa División Judiciales que hablan siempre en potencial: "Se logró establecer con exactitud que el comisario Pereyra sería". ¿Se logró establecer con exactitud o el comisario Pereyra sería? Yo no pasaba información porque no tenía acceso a ninguna información.
u Yo era el encargado de recolectar datos y entre esos datos estaban las macanas que ellos se mandaban. Pedían una orden de allanamiento para secuestrar una moto sustraída, pum, nos encontramos con un búnker. Pedían un allanamiento para buscar un prófugo, pum, nos encontramos con un búnker. ¿Trabajaron 16 años en Drogas y ninguno sabe que tiene que haber una investigación previa? Estaban haciendo una recaudación y los querían poner a Lindor Esteban Alvarado y a Luis Medina para que manejaran toda la zona. Porque (el subcomisario, Luis) Quevertoque en ese momento era socio de Estaban Alvarado, eran vecinos. ¿(Cristian) Romero y (Ariel) Lotito, que estuvieron 16 años en Drogas, no sabían que iban a allanar un búnker o una cocina? ¡Por favor!
u Las primeras dos noches estuve en una subcomisaría con un excusado por baño y una hoja de cartón donde dormía. Pedí ir a la unidad de Seguridad Rural de Pueblo Esther adonde dormí en una cama por primera vez después de tres noches. Al día siguiente hice poner las rejas en dos ventanales, a costa mía, porque iban a venir los de Judiciales a decir que no era el lugar adecuado. No me moví de ahí adentro y mandaron a un policía en disponibilidad por adicciones a hacerme una denuncia en Asuntos Internos. Por dádiva. Una falacia que en el juzgado fue desestimada. Hasta eso llegaron las ratas de Judiciales.
u Había que sostener a diestra y siniestra a la Brigada de Judiciales. A mí me tuvieron ocho meses preso porque aparezco "nombrado". Como si estuviera en la Alemania nazi, en la Rusia estalinista: "Está nombrado, va preso, va a Siberia, va a un campo de concentración". Y a Romero lo protegen. Lo meten preso a Almirón (policía de Judiciales condenado por facilitar una fuga), se le escapa un delincuente de la misma Jefatura y a Romero no le pasa nada. Los filman a dos integrantes de la División Judiciales pidiendo dinero a (Walter) Jure y a Romero no le pasa nada. ¿Entonces dónde estamos?
En el tramo con más voltaje de su declaración, el policía hizo referencia a la escucha de una charla entre los oficiales Ariel Lotito y Cristian Romero sobre la que fue consultada Viglione en el juicio días atrás. En esa charla, el primero le dice al segundo que la comisaria había cuestionado su desempeño en una reunión y que el gobernador, en defensa de Romero, la "había hecho callar". La secretaria negó que tal cosa haya ocurrido: "Nadie me ha hecho callar en una reunión de gabinete". "Gula" le contestó ayer:
u La doctora Viglione dijo acá que nadie la hizo callar. Yo digo que son mentiras, mintió descaradamente, porque la misma persona que la hizo callar en ese momento es la que le dijo «mentí, desconocelo a Pereyra». Y digo desconocer, no digo soltar la mano, porque yo no hice nada ilegal. Viglione mintió y la persona o las personas que le dijeron que mintiera fueron las mismas que la hicieron callar. Porque políticamente había dos líneas, una que quería recaudar y otra que no quería recaudar. Se ve que ganó una y sacrificaron a los peones.