Dos motos circulando en medio de la oscuridad de una barriada que desde hace una semana no cuenta con alumbrado público. Un vecino los ve y piensa: “Estos vienen a chorear”. Poco había pasado de las 21 del jueves, pero nadie está preparado para reaccionar ante el imprevisto. Finalmente los hombres en moto se bajaron, encañonaron a una mujer y se metieron en “Queen”, una granjita ubicada en Brasil al 500 bis, en el barrio Fisherton Industrial.
Según la secuencia sobre la que trabajan los investigadores, los ladrones ingresaron arma en mano y se toparon con el dueño del lugar, un suboficial de la Policía Comunitaria de 27 años que estaba de civil, y al menos cuatro mujeres. Hubo un forcejeo y se escucharon entre cuatro o cinco disparos, según vecinos. En medio de un penetrante olor a pólvora, en el local quedaron los cuerpos de Kevin Nicolás Vélez, de 21 años, y Cesar Ernesto Godoy, de 28 y con antecedentes por robo y estuvo implicado en un crimen en 2013, revelaron fuentes policiales. En la escena se secuestraron dos vainas servidas, dos pistolas (una la reglamentaria del policía) y las motos Honda Tornado y Twister negra en la que llegaron Vélez y Godoy, ambas con pedido de captura por haber sido robadas violentamente en Villa Gobernador Gálvez.
Luego de varias horas demorado, el suboficial Iván P. fue liberado por orden de la fiscal Georgina Pairola, quien en principio entendió que actuó dentro de los parámetros de la legítima defensa, aunque por el momento sigue ligado a la investigación. La situación del policía se vio favorecida debido a que en el interior del comercio había cámaras de vigilancia que grababan, aunque sin sonido.
"A chorear"
“Cuando los vi pensé «estos vienen a chorear». Los seguí observando mientras pensaba en los chicos (por los dueños del negocio). Todo ocurrió en un segundo: vi que encañonaban a alguien y enseguida sentí el impacto”, contó Eduardo, afortunado vecino de 50 años que vio la escena de un robo violento desde la vereda de enfrente. Y como recuerdo se llevó el roce de una bala en el medio del pecho.
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Al escuchar los disparos, como en un efecto de la película Matrix, Eduardo comenzó a darse vuelta para entrar a su casa cuando un proyectil le quemó el pecho a la altura del esternón. El proyectil siguió su ruta y perforó un vidrio del portón del garaje de su casa. “Los médicos me dijeron que nací de nuevo”, comentó aún con el susto a flor de piel.
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Una pistola calibre 380 que quedó al lado de uno de los cuerpos de los delincuentes.
“Este barrio es un desastre desde hace años. Estamos ubicados medio de paso entonces muchos de los que se mandan alguna cagada cruzan por acá. Ya no es nada raro ver que un patrullero persiga a una moto. Pero es raro lo que pasó (la noche del jueves) porque se ven robos o arrebatos, pero no como esto de la granjita que se le metieron enfierrados y jugados a chorear”, comentó un vecino.
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"Yo trabajo tranquila. No es habitual que los ladrones entren a un negocio a robar. Hay arrebatos, andan por los techos, pero no suele haber hechos en los que se metan así, a lo loco, para robar. Eso me llamó la atención”, agregó una comerciante de la zona.
Negocios
Fisherton Industrial está delimitado por las calles Juan José Paso, las vías férreas paralelas a Casilda, y las avenidas Circunvalación y Provincias Unidas. Sus cuadras hacen gala del apellido del barrio: se pueden observar fábricas, tallercitos metalúrgicos y depósitos que constituyen un tercio de las construcciones de la zona.
Los vecinos contaron que la granjita “Queen: fiambrería, pollería, almacén y bazar” fue instalada en tiempos de pandemia. “No tiene más de tres años. Ahí antes había una sucursal de una parrilla de Córdoba al 5500, después alquilaron estos chicos, pero no fue hace mucho tiempo”, explicó una doña de la zona.
También comentaron que el negocio era atendido ocasionalmente por el suboficial de la policía santafesina con siete años en la fuerza. “Generalmente atienden la pareja del muchacho y la cuñada. A la hora que los asaltaron es cuando estaban por cerrar”, agregó la residente.
Una pregunta que quedó flotando en medio del diálogo con vecinos e investigadores es si los delincuentes estaban robando al voleo o si vieron la oportunidad en la granjita del policía que estaba a punto de cerrar. Varios vecinos coincidieron en haber visto las dos motos circular en la oscuridad de la noche, ya que en al menos en Brasil al 500 bis hace una semana que no hay luminaria pública. “Como está la calle con esta oscuridad se prestaba a todo”, comentó un vecino.
Testigos indicaron que al ver los reflectores de la granja estacionaron, bajaron y arma en mano ingresaron al local. “Yo escuché un par de balazos, aunque vecinos me dicen que hubo dos o tres más. Algunos se asomaron a las corridas. Otros se quedaron encerrados en sus casas. Todo es muy raro porque este es, tomando en cuenta los barrios de alrededor, un lugar tranquilo”, señaló un hombre.
Resistencia y forcejeo
Para la investigación los dos hombres armados ingresaron al negocio con fines de robo y amenazando con un arma de fuego a los presentes. Ante esta escena el policía dueño del lugar, que estaba de civil, comenzó un forcejeo con los agresores. De las imágenes de video surgió que el suboficial salió al cruce al ladrón que portaba una pistola calibre 380 e inmediatamente hubo disparos.
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Las motos en las que llegaron los delincuentes a Brasil al 500 bis. Ambas tenían pedido de captura por haber sido robadas con armas de fuego.
Varios abonaron la teoría de que los dos motociclistas muertos no estaban solos y que había al menos dos más que lograron fugar. “Hay una investigación en manos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y hay actuaciones de las fuerzas federales, todo ordenado por Fiscalía. Con las cámaras de vigilancia se podrá después corroborar si había dos delincuentes más afuera”, declaró en su presentación formal ante los medios el flamante jefe de la policía rosarina Adrián Reinaldo Galigani.
La fiscal Pairola comisionó a efectivos de la Agencia de Control Policial (ACP) y Gendarmería para que trabajaran en la escena del crimen. Todavía faltan las perecías de balísticas para determinar cuántos disparos se efectuaron con las armas secuestradas.
Si bien el caso quedó en manos de la fiscal Pairola, el expediente podría cambiar de manos teniendo en cuenta la distribución de carga de trabajo y diversas investigaciones en curso que pueden tener relación con los hechos ocurridos y posibles vinculaciones.
Necesidad extrema
La legitima defensa es una situación de necesidad individual extrema para salvaguardar la vida siempre que concurrieran las siguientes circunstancias: agresión ilegítima, necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla, falta de provocación suficiente por parte del que se defiende. Y para ser considerada como tal debe ser ejercida dentro de la misma secuencia que la agresión a la que se responde.