Vecinos de la zona de Magaldi al 9300 reclaman que tres jóvenes del barrio fueron detenidos de manera arbitraria el pasado 5 de octubre. Los acusaron de robar una moto y desde entonces se encuentran detenidos e imputados por robo calificado. Sus allegados hicieron una manifestación y están acompañados por la Multisectorial Contra la Violencia Institucional. Desde ese espacio denuncian que los jóvenes fueron víctimas de malos tratos y apremios ilegales.
El 5 de octubre por la noche seis chicos tomaban algo en la vereda de Magaldi al 9300, en la zona oeste de Rosario, cuando apareció en el lugar un auto color negro que frenó frente a ellos. Del vehículo descendieron tres personas armadas, vestidas de civil, que se identificaron como policías. "Los pusieron contra el auto y les empezaron a pegar. A uno de los chicos le dieron un tiro en el hombro, que supuestamente se les escapó", contó Cecilia, madre de dos de los chicos, en diálogo con La Capital.
"Cuando empezó el disturbio todos los vecinos y familiares empezamos a salir. A mi hijo le rompieron la cabeza con el revólver y le tuvieron que poner tres puntos", agregó la mujer. "No nos dejaban arrimar a los chicos. Axel se dio cuenta de que le habían dado un tiro y no dejaron que lo asistiéramos, nos decían que no se iba a morir. Después él empieza a gritar que le querían plantar un arma", continuó.
Unos 40 minutos más tarde, según el relato de la mujer, llegaron una ambulancia y un móvil policial. Como resultado del procedimiento fueron detenidos tres de los jóvenes: Axel, Kevin y Germán, dos de 18 años y uno de 19. Tres días después fueron imputados por el delito de robo calificado agravado por uso de armas y portación ilegítima de arma de guerra.
Para la madre de dos de estos jóvenes hay pruebas que demuestran que los chicos no participaron del robo por el cual se los acusa. "Primero dijeron que el robo fue a las 19.30, después a las 20. Tenemos pruebas de que ellos estaban acá en el barrio, que uno de ellos estaba en la casa mandándose mensajes con la novia desde las 18.40 hasta las 21", contó la mujer.
La imputación
El 8 de octubre pasado Kevin Miguel A., su hermano Lautaro Germán A. y Axel Iván G., fueron imputados por el fiscal Pablo Lanza en una audiencia presidida por el juez José Luis Suárez. Los jóvenes fueron acusados del delito de robo calificado agravado por uso de armas y por la portación ilegítima de arma de fuego de guerra.
En la misma audiencia los tres imputados pidieron la palabra, insistieron en su inocencia y relataron las circunstancias en las que habían sido detenidos y agredidos. Además aceptaron contestar preguntas de parte del fiscal pero el acusador no les realizó ninguna.
>>Leer más: Casas abandonadas y perforadas a balazos, lo que dejó el crimen de un adolescente en barrio Gráfico
El fiscal Lanza pidió la prisión preventiva por el plazo de ley para los imputados. La defensora pública de los tres, Martina Guirado, se opuso al pedido y refirió que los jóvenes tienen arraigo familiar y laboral. La defensora pidió la libertad de los chicos y que, en caso de que se rechace, se les concediera la prisión preventiva con el permiso laboral para trabajar en el mercado de productores. Además pidió que se iniciaran actuaciones en la Unidad de Violencia Institucional por las lesiones físicas sufridas por los jóvenes. Finalmente los tres quedaron detenidos por el plazo de ley.
Exigen libertad
Desde la Multisectorial Contra la Violencia Institucional emitieron un comunicado en el que expresaron el acompañamiento a familiares de los jóvenes imputados. En el mismo indicaron que el operativo policial fue arbitrario y en el mismo hubo varias irregularidades.
"Tanto en el hecho como posteriormente en la comisaría los jóvenes fueron víctimas de malos tratos, apremios ilegales y graves daños físicos y psicológicos", indicaron desde el organismo. "Llegado al extremo de gravedad de que uno de los policías durante la detención en la vía pública efectúa un disparo que impacta en el hombro izquierdo de uno de los jóvenes", agregaron.
>>Leer más: Dos policías condenados por apremios ilegales en la comisaría de Roldán
En el mismo comunicado denunciaron que uno de los policías "realiza una videollamada con una familiar que había sido víctima del robo de una moto con el objetivo de señalar a los jóvenes como los presuntos ladrones". También remarcaron "otro hecho signado de total gravedad": "aguardando la llegada de la ambulancia el joven herido comienza a gritar indicando que uno de los policías intentó plantar un arma en su bolsillo".
"Los hechos ocurridos ponen en evidencia cómo las fuerzas policiales continúan efectuando estas prácticas sistemáticas de apremios ilegales, detenciones arbitrarias, intento de armado de causas y cómo los jóvenes de los sectores populares continúan siendo sus principales víctimas", continúa el comunicado de la Multisectorial. "Exigimos que los responsables de investigar y arbitrar en ese caso se encuentren a la altura de las circunstancias y actúen en la búsqueda de la verdad y la justicia", finaliza.