Un jardinero que había llegado a juicio como sospechoso de haber asesinado a mazazos en la cabeza a una adolescente de 15 años y enterrado su cadáver en una casa de fin de semana en la ciudad de Chascomús en septiembre del 2019, fue condenado este miércoles a la pena de 16 años de prisión por un jurado popular que consideró que se trató de un "homicidio simple" y no de un femicidio, como había solicitado la fiscalía y la familia de la víctima.
El monto de la pena fue estipulado por la jueza Claudia Castro, quien aplicó 16 años de prisión para Néstor Garay (60), considerado culpable por el jurado popular del "homicidio simple" de Navila Serena Garay (15).
"Estoy totalmente decepcionada porque esperaba que recibiera lo que se merece, estaban todas las pruebas pero el jurado decidió otra cosa", dijo Débora, madre de la víctima.
Fuentes judiciales informaron que el fiscal Gustavo García acreditó la autoría del hecho y en los alegatos solicitó a los doce jurados que encuentren culpable al jardinero por "homicidio agravado por haber mediado violencia de género (femicidio)".
Para que sea condenado por ese delito -que prevé la pena de prisión perpetua- el jurado debía decidir de manera unánime, pero finalmente la mayoría se decidió por un "homicidio simple" y también desechó la postura de la defensa que consideró que fue un "homicidio en estado de emoción violenta".
Según las fuentes, en la audiencia de cesura realizada la semana pasada tras la decisión del jurado popular de que sea considerado un “homicidio simple”, el fiscal García pidió 20 años de cárcel para Garay, cercano a la máxima estipulada para ese delito.
"No es nada eso, esperaba que le dieran prisión perpetua, estoy con mucha bronca", aseguró la mamá de la adolescente.
El hecho ocurrió el 10 de septiembre de 2019, cuando Navila desapareció de su casa y su cuerpo fue encontrado el 15 de ese mes en una quinta ubicada en la calle Mercedes 707 de Chascomús, donde Garay trabajaba como parquista y jardinero.
De acuerdo a la reconstrucción del hecho, el 10 de septiembre la víctima se fue en un remís hasta la casa de Garay -quien pagó el viaje- y desde allí fue llevada en moto por el acusado hasta el lugar donde fue asesinada.
Según la autopsia, la adolescente recibió 17 mazazos en la cabeza que le provocaron fracturas y hemorragias, aunque no se evidenciaron signos de un ataque sexual.
El pozo donde se encontró el cadáver tenía unos 60 centímetros de profundidad, estaba tapado con escombros, ramas y tierra y fue descubierto por la dueña de casa que vive en Berazategui, llegó de manera sorpresiva y denunció el hecho ante la policía.
Esa mujer contó que días antes Garay la había llamado para pedirle enterrar en su jardín a un perrito muerto.
Los investigadores sospecharon que entre el jardinero y Navila había un trato frecuente, que tenían algún tipo de relación abusiva con fines sexuales y que el imputado había comentado que la chica lo estaba extorsionando para no denunciarlo.
La casa del jardinero Garay fue allanada cuando aún no había aparecido el cadáver, y los policías recordaron que vieron en la propiedad del sospechoso una moto roja y un casco, por lo que buscaron esos elementos al momento de revisar videos.
Así encontraron imágenes del 10 de septiembre donde se vio cómo Garay trasladó la adolescente, a bordo de su moto roja, pasa por la Costanera e ingresó a las 18:27 al Barrio Parque, donde la asesinó.
La policía también encontró en la zona de la Costanera de la laguna, a unos mil metros de la rotonda San Huberto, una bolsa en cuyo interior estaba la mochila símil cuero blanca de Navila, la libreta sanitaria de la adolescente, un buzo color gris, una chalina cuadrille, ropa interior, elementos de higiene y un cargador de celular.