La esquina frente al casino estaba concurrida la madrugada previa a la Navidad de 2013. El tránsito era movido y unas veinte personas se repartían entre la parada de colectivos y un carrito de choripanes. Con los bolsillos vacíos tras perder apuestas en el City Center, Federico Andrés Manattini esperaba el 137 sentado en el cordón de la vereda cuando pasó lo impensable. Dos jóvenes en moto que se acercaban al semáforo de Batlle y Ordóñez y Oroño fueron atacados a tiros desde otra moto. El conductor del primer rodado era Luis Lisandro Mena, quien había salido de prisión días antes y recibió cinco balazos. Entonces la Honda Titán 150 que conducía se lanzó a toda velocidad contra Manattini, que no alcanzó a reaccionar. Los dos murieron. Por ese ataque, que hilvanó un crimen con una tragedia, un joven de 21 años fue condenado a 18 años de prisión como el autor de esos disparos con sed de venganza.
El condenado se llama Jonathan Adrián Gauto. Le dicen Jony y fue detenido cuatro meses después del hecho, cuando lo buscaban por la muerte de un vecino del barrio Fuerte Apache que recibió tiros que no eran para él, una causa que también lo tiene como imputado y que espera juicio en el nuevo sistema penal (ver aparte).
El crimen de Mena se investigó en el viejo sistema. Tras un juicio escrito a cargo del juez Julio Kesuani recibió 18 años de prisión por una cadena de delitos: homicidio agravado por el uso de arma de fuego; lesiones graves por las dos heridas de bala que sufrió el acompañante de Mena, Ezequiel D., de 17 años; y el homicidio culposo de Manattini, un joven que tenía 28 años y estaba desempleado. El fiscal Carlos Covani había pedido 25 años de cárcel mientras que el defensor Marcelo Piercecchi planteó la absolución por falta de pruebas y apeló la sentencia.
Una saga feroz. El ataque a Mena se enmarcó en la sangrienta saga que sucedió al crimen del ex jefe de la banda de Los Monos, Claudio "Pájaro" Cantero, ejecutado a tiros al amanecer del domingo 26 de mayo de 2013 en la puerta de un boliche de Villa Gobernador Gálvez frente a dos amigos: Jesús Gorosito y el propio Mena, quien en ese ataque recibió impactos en su brazo derecho y en las piernas y fue trasladado en un Volkswagen Bora blanco junto al líder de Los Monos al Hospital de Emergencias Clemnete Alvarez.
A Mena le decían "El Tano" y desde entonces quedó señalado como un ladero del clan Cantero y testigo directo del crimen que sacudió la escena del hampa local. Sin embargo, ese entorno no se menciona en el fallo condenatorio contra Gauto, que atribuye la muerte de Mena a una bronca barrial.
Sus familiares, un cuidacoches que presenció el hecho y el joven que lo acompañaba en la moto sindicaron por el ataque a Jony Gauto. Lo definieron como un integrante de la banda de "Los pochochos" asentada en la villa que se erige en forma paralela a calle Flammarión, con quien Mena se había trenzado a piñas más de una vez.
Por el aire. "Fue todo muy rápido. Una moto que se puso a la par de otra, las explosiones que eran tiros, el choque contra Federico y los otros dos muchachos heridos", resumió Adrián, un amigo de la infancia de Manattini que la noche del 24 de diciembre de 2013 se lo cruzó en el casino. "Estuvimos jugando. Como nos quedamos sin dinero decidimos volver. Era cerca de la 1.30 o un poco más cuando llegamos a la parada del colectivo por Batlle y Ordóñez. Yo me quedé apoyado sobre el poste del semáforo. Federico se sentó en el cordón de la vereda, a unos diez metros. Yo le dije que se levantara, que podía ser peligroso. Pero se ve que estaba cansado y se quedó".
Sólo pasaron algunos segundos hasta que vieron acercarse por Batlle y Ordóñez desde el este la Honda Titán 150 en la que iban Mena y Ezequiel D. A la par, como en una picada, corría otra moto que para algunos testigos era conducida por una mujer, aunque otros vieron a dos varones. "Comienzo a escuchar explosiones, no sabía si eran disparos o el motor de las motos. Una luz se me venía encima y me tiré para atrás. Veo que una de las motos impacta contra el cuerpo de Federico, luego contra el poste del semáforo y luego cae sobre el pavimento de calle Oroño. Lo vi volar por el aire a mi amigo". La moto con los atacantes, en tanto, dobló en Oroño hacia el norte.
El cuerpo de Mena quedó tirado en el asfalto, inerte, con tres orificios de bala 9 milímetros en el pecho y dos impactos en la mano izquierda. Su acompañante recibió un balazo en el brazo izquierdo, otro en la pierna del mismo lado y un roce de bala en la cabeza. A Manattini, en tanto, los 130 kilos de la moto en velocidad le provocaron hundimiento de cráneo, fractura en seis costillas, el estallido del bazo y el hígado, entre otras lesiones gravísimas. Estaba "muy golpeado pero consciente, balbuceaba algo". Su hermana lo acompañó en la ambulancia hasta el Heca, donde murió a las 8 de la mañana.
Rivales. "Esa noche le presté a Lisandro mi moto para ir a un quiosco que está cerca del casino", contó el chico que iba como acompañante en la Honda Titán. Mena había salido días antes de la prisión de Piñero donde estuvo preso por amenazar a una vecina y balearle la casa, en Melián al 6400. Después le otorgaron arresto domiciliario en la vivienda de su hermana, en el barrio Tío Rolo, hacia donde regresaba cuando lo corrieron a balazos.
"Venía manejando Lisandro y yo atrás, casi llegando a Oroño, creo que los semáforos estaban cortados. Jonathan se nos pone atrás en una moto, del lado izquierdo, y nos comienza a disparar con la mano derecha. Llevaba de acompañante a una chica de cabello negro", precisó el adolescente que sobrevivió a los tiros. "A Jonathan lo conozco del boliche Yamper. Integra el grupo de Los pochochos. Había bronca, nos habíamos agarrado a piñas varias veces. Creo que en realidad los disparos eran para Lisandro", señaló D., quien reconoció a Gauto en una rueda judicial tras su detención.
Eso ocurrió en abril de 2014 cuando personal de la Brigada Motorizada interceptó una moto Yamaha YBR 125 en la que Gauto iba con otro muchacho por Uriburu y Oroño. "Déjennos ir. Llévense la moto que es legal. Si quiere vamos a mi casa y le doy 150 mil pesos que tengo guardados para ustedes porque tenemos bronca. Arreglamos todo acá y no pasa nada", les dijo Gauto a los policías, quienes constataron que tenía pedido de captura por el crimen de su vecino Alberto Santiago Fernández, de 38 años (ver aparte).
"Sé que mi hermano tuvo problemas con el Jony de Flammarión porque hace un tiempo este Jony con otros chicos le había robado a la salida del boliche. Después se encontró con mi hermano solo y mi hermano le pegó. Había problemas con ellos de hace tiempo", contó la hermana de Mena, otro de los testimonios citados en el fallo judicial.