El cónsul honorario de Francia protagonizó una cinematográfica persecución este viernes al mediodía en las inmediaciones de la bajada Sargento Cabral y Urquiza, justamente en uno de los paisajes de mayor impronta francesa que posee Rosario, al intentar atrapar a dos delincuentes que lo habían asaltado a bordo de una moto Honda Tornado. El raid se extendió pro la calle Sarmiento hacia el río, pasó por el parque España (colectora de Sarmiento) y la avenida Belgrano hasta el edificio de la ex Aduana, pero no terminó allí: los siguió mientras escapaban a la carrera, pese a que ya habían descartado la mochila que le habían sustraído tras destrozarle la ventana del acompañante cuando estaba estacionado frente al Pami I, donde había fallecido su suegra, según comentaron testigos a La Capital. Un Toyota Corolla terminó abollado sobre el lateral derecho por la moto de los ladrones, que quedó empotrada sobre uno de los laterales del vehículo. Una postal francesa, pero digna de una película hollywoodense.
"Fue adrenalina, me salió así", comentó el cónsul honorario Mohamed Julien Ndao a La Capital en un claro castellano y en un tono bastante calmo, más allá de que llevaba las pulsaciones elevadas tras semejante episodio. Casi sin darse cuenta, acababa de perseguir a dos delincuentes motorizados por zonas de concurrencia masiva, aunque afortunadamente no hubo terceros perjudicados, más allá de daños materiales en dos vehículos ajenos al hecho.
"Estaba estacionando en el Pami I y un chico con el casco me rompió el vidrió del acompañante para robarme la mochila", comentó el francés para precisar que los delincuentes se fueron bajando por Sarmiento, aunque él reaccionó inmediatamente y los persiguió a toda marcha.
"Pasamos por la zona del parque España, luego Belgrano y hasta acá (la bajada Sargento Cabral)", describió mientras de fondo podía apreciarse a la Honda Tornado que chocó contra el lateral izquierdo de un Corolla sobre Sargento Cabral. Además, un vehículo rojo había sido rozado por el poco espacio que encontró el BMW que conducía el cónsul honorario al momento de atropellar a los delincuentes para recuperar sus pertenencias.
"No sé por qué me robaron, porque no llevaba dinero", aclaró al ser consultado sobre una posible salidera bancaria, puesto que en realidad se encontraba realizando un trámite tras el fallecimiento de su suegra, situación que después trascendió en medio de una discusión desafortunada entre familiares del diplomático y periodistas.
Rauda persecución
Después de haber perseguido a las delincuentes gracias al rastreo satelital a través de otro celular que llevaba consigo, el cónsul honorario tomó a contramano Sargento Cabral y en un momento impactó contra la moto. Luego dio marcha atrás para volver sobre los pasos de los hampones, quienes alcanzaron a salir corriendo hacia Belgrano y se perdieron en las escalinatas de la plazoleta que conecta la avenida con Urquiza. "Se bajaron de la moto y comenzaron a correr al ver que yo venía detrás. Encontré a la Prefectura y los fuimos a buscar, pero se separaron y se perdieron", comentó.
"Es la adrenalina, me salió así", resumió el hombre, un afrodescendiente de físico robusto y alto, tras la tremenda y alocada persecución, seguramente cargada de un contenido emocional producto del trance que estaba viviendo ante el fallecimiento de un familiar.
A las corridas
Andrés, un transeúnte que caminaba por el lugar, contó con lujo de detalle la escena que se vivió durante este viernes al mediodía. "Al muchacho le robaron por Sarmiento, frente al Pami, mientras estaba haciendo unos trámites porque había fallecido su suegra; le reventaron el vidrio y los persiguió hasta Sargento Cabral, donde los delincuentes a bordo de la moto se metieron a contramano", comentó.
Agregó que "el cónsul impactó contra la moto para detener la marcha del rodado y chocó otro auto (el Corolla), y cuando hizo marcha atrás los delincuentes se fueron corriendo por la vereda hacia Belgrano y los siguió con el auto. Así subieron por las escaleras de la plazoleta y descartaron todas las prendas que llevaban encima, pero la mochila (asaltada) la dejaron tirada debajo de un auto rojo".
Tucumanos en un bar
De acuerdo a testigos, los ladrones eran dos hombres de entre 25 y 30 años y, por su acento, posiblemente oriundos de Tucumán. Sucedió que antes de asaltar al diplomático francés, habían desayunado en un bar ubicado en Maipú al 500.
"Antes del asalto desayunaron en el bar. Estaban muy bien vestidos y por el tono de voz eran de Tucumán", comentó Lucas, quien se encontraba dentro del comercio. Y agregó que uno de ellos "estaba muy nervioso, hablaba todo el tiempo por teléfono y pidió ir al baño".
"Ahora viene mi papá y te pedimos", contó el testigo que le dijo al mozo, aunque uno de ellos no tomó nada. Y agregó que después pagaron y se fueron. "Uno de ellos hablaba preguntaba las calles, eran muy jóvenes, de entre 25 y 30 años", precisó para detallar que los hampones olvidaron el carné de conducir de la Honda Tornado y allí también figuraba el lugar de residencia, en la provincia del NOA.
Mientras esa zona de empedrado estaba regada por segmentos de ópticas y cristales destruidos, un grupo de uniformados de la Prefectura Naval Argentina (PNA), con jurisdicción en la zona, tomaba declaraciones y se llevaba la moto que conducían los delincuentes en una camioneta para ser peritada.
Una zona "liberada"
A pesar de este asalto y persecución, varias personas se acercaron a los periodistas para comentar que esa zona "está liberada" y "hay robos y arrebatos a toda hora". Justamente se trata de un lugar donde confluyen las calles Maipú, Sargento Cabral y Urquiza frente al edificio de la ex Aduana (donde funcionan dependencias del municipio).
"Es terrible el grado de delincuencia que hay, sobre todo después de las dos de la tarde, es tierra de nadie, literalmente. Roban y amenazan a los bares blandiendo armas; es una locura", aseguraron testigos a este diario.