Un hombre de 35 años fue baleado el miércoles a la noche en un oscuro incidente ocurrido cuando estaba en su auto estacionado en la esquina de avenida Francia y pasaje Coulin, en el barrio Acíndar. "Yo escuché cuatro o cinco balazos, todos juntos, pero no salí porque me dio miedo. Después se escucharon los gritos de una mujer que pedía auxilio y un auto que se ponía en marcha y salía. Pero no pude ver nada", relató una doña que reside en las inmediaciones. Según la versión oficial, el herido estaba al volante del auto y charlando con su hermana cuando un hombre se acercó por el lado del conductor, le golpeó la ventanilla y cuando el muchacho la bajó recibió al menos cuatro disparos que lo hirieron en el tórax y el cuello. Su propia hermana lo trasladó al Hospital de Emergencias donde quedó internado en estado reservado.
Gerardo "Japo" L. tiene 35 años y vive en el barrio Itatí. Ayer, en la casa que ocupa con su pareja y en la vivienda de su madre, separadas por escasos 200 metros, no había familiares. Los pocos vecinos que se animaron a hablar con la prensa se mostraron consternados por la escasa información que circulaba sobre el hecho. "¿Usted es policía?", preguntó una mujer que reside en el mismo pasillo en el que vive la madre de "Japo" al cronista. Ante la respuesta negativa, la vecina se animó a señalar la vivienda, que estaba aún con las luces encendidas ayer a la mañana. "A la mamá la vinieron a buscar alrededor de las 23. Se fue al hospital y no sabemos nada más", indicó la mujer. En el centro asistencial los familiares no pudieron ser localizados.
Cuatro o cinco detonaciones
A quince cuadras de la casa de "Japo", los vecinos de Francia y Coulin, sentían la misma conmoción. "Este barrio está terrible. No tanto por las balaceras como por los arrebatos. Roban a cada hora del día. Imagínese que uno escucha detonaciones y no sabe si son disparos y «cortes» de una moto. Lo que yo escuché fueron cuatro o cinco explosiones fuertes, todas muy seguidas. Después supe que eran disparos. Yo escuché un auto y una moto, pero otros vecinos dicen que sólo escucharon un auto. Yo no salí por miedo. A ver si uno se cuida tanto la salud y la matan de un balazo", indicó una vecina de la zona.
"Este es un barrio dentro de todo tranquilo. Hay robos, pero los tiroteos se escuchan a lo lejos. Mirá que te lo digo con conocimiento porque nosotros hace cuatro años estuvimos en boca de todos cuando fue la emboscada en la esquina del Distrito" Municipal, recordó un hombre canoso haciendo alusión al triple crimen ocurrido el 28 de mayo de 2013 en la esquina de Francia y Acevedo como coletazo del asesinato de Claudio "Pájaro" Cantero, muerto tres días antes. Allí fueron acribillados cuando circulaban en una camioneta Nahuel César, Norma César y Marcelo Alomar. Por ese múltiple homicidio fue procesado como instigador Ramón Ezequiel Machuca, alías "Monchi Cantero".
Por la ventanilla
A 200 metros del Distrito, según se pudo reconstruir, pasadas las 22 del miércoles Gerardo L. estaba junto a su hermana en un Toyota Corolla. "El auto estaba estacionado en la esquina, por Coulin casi Francia. Yo sólo escuche los balazos pero no salí por miedo. Te imaginas que había partido en la tele (Rosario Central vs. Boca) y en la calle no había nadie", relató otra mujer.
"Japo" recibió heridas en el tórax y el cuello. Tras pedir ayuda, la propia hermana del herido lo trasladó al Heca. La mujer contó a la policía lo que en primera instancia se transformó en la versión oficial: Un hombre se le acercó a "Japo", golpeó la ventanilla y cuando éste la bajó le efectuó varios disparos antes de fugarse. El hombre quedó internado en estado reservado.
El caso quedó en manos del fiscal de homicidios Miguel Moreno, quien ordenó la intervención del Gabinete Criminalístico de Policía de Investigaciones (PDI) quienes trabajaron ayer en la búsqueda y relevamiento de filmaciones de las cámaras de videovigilancia públicas y privadas que se encuentran en las inmediaciones del lugar donde fue herido "Japo".
el lugar. La esquina donde anteanoche fue atacado Gerardo "Japo" L.
La hermana de la víctima, única testigo del hecho, sólo contó la secuencia pero no dio pistas sobre los autores