El intendente de Villa Cañás, Norberto Gizzi, declaró ayer en el juicio por narcotráfico que se les sigue al ex jefe de la policía santafesina Hugo Tognoli y otros 26 acusados. Como lo había hecho durante la etapa de instrucción, dijo que en su localidad circulaban rumores y reclamos de vecinos sobre la actividad del imputado Carlos Ascaíni, a quien vinculó con actividades de venta de drogas porque "en el término de cuatro años logró un importante aumento de su patrimonio, lo que llamaba mucho la atención".
Gizzi, al frente del municipio desde diciembre de 2011, mencionó además una reunión que se realizó en el Ministerio de Seguridad provincial tras una pueblada en la que estuvo presente Tognoli. Dijo que al surgir críticas porque la policía no investigaba a Ascaíni, el por entonces jefe provincial de Drogas Peligrosas "se levantó con una carpeta, la tiró sobre la mesa y adelante había fotos de Ascaíni, por lo que pensé que se estaba haciendo algo".
Tognoli está acusado de haber brindado protección a narcos del sur provincial. Uno de ellos, según la acusación, sería el transportista Ascaíni, quien en 2009 averiguó en la comisaría de Villa Cañás sobre dos vehículos que lo perseguían y que resultaron ser de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. En 2012 policías de Drogas de Venado Tuerto le incautaron en un cruce de rutas 1,2 kilo de una sustancia que resultó ser azúcar impalpable. Y en 2013 detuvieron en su casa a su esposa con 2,4 kilos de cocaína que él asegura fue plantada.
Gizzi ya había declarado en la causa sobre el malestar que circulaba en la comunidad respecto de Ascaíni y ayer lo reiteró en el juicio. "¿Conoce usted a Carlos Andrés Ascaíni?", abrió el interrogatorio la fiscal Adriana Saccone. "Lo conozco desde hace muchos años. Villa Cañás es una ciudad chica. Se desempeñaba en una clasificadora de cereal", respondió el intendente. Luego indicó que "a partir de 2010 comenzó a circular mucha cantidad de droga" en la localidad y "a la gente le llamó la atención la forma en que se manejaba Ascaíni, el modo de vincularse con la comunidad".
"En el término de cuatro años logró un poder adquisitivo importante. Con un aumento de su patrimonio que llamaba mucho atención", puntualizó. Relató que en las Juntas de Seguridad en las que participaban escuelas e instituciones locales "hubo una movida muy importante y todos manifestaban lo mismo". Por eso, el intendente radical dijo que tomó contacto con diputados, "en especial" el por entonces legislador Maximiliano Pullaro (hoy ministro de Seguridad), "para ver si se podían tomar las medidas necesarias". Y dijo que promovió reuniones con el jefe de la Unidad Regional.
Pueblada y reunión
Gizzi planteó que tras una pueblada que hubo en abril de 2011 y que se originó cuando una vecina cansada de los robos se encerró en la comisaría, se solicitó una audiencia en el Ministerio de Seguridad. Por entonces él era presidente del Concejo Municipal. "Nos reunimos los concejales, el secretario de Gobierno de entonces y estaba el jefe de Drogas Peligrosas que era Tognoli", dijo.
Contó que si bien el encuentro fue para discutir sobre delitos contra la propiedad, "le anexamos que según la gente se estaba vendiendo mucha droga" y que "realmente era insostenible la forma en que Ascaíni se manejaba impunemente en Villa Cañás. Cuando se manifestó que no se hacía nada Tognoli se levantó intempestivamente con una carpeta y la tiró sobre la mesa".
Según el intendente, él advirtió en la carpeta una foto de Ascaíni en la esquina de avenida 51 y calle 52 de Villa Cañás. Pero luego no pudo reconocerla en las fotos que le mostraron del expediente. Ante una pregunta del defensor de Ascaíni, José Nanni, sobre quién le manifestó inquietudes respecto de su cliente, el jefe municipal no dio nombres pero dijo que se hablaba "en cualquier mesa de reuniones". "En octubre de 2011, antes de asumir, con el intendente de Firmat estábamos en boca de todos por (Aldo) Orozco y Ascaíni".
"Pasó de no tener nada a tener un Audi 0 kilómetro, dos camionetas, una quinta, departamentos en alquiler, una moto de alta cilindrada, una vivienda con cámaras de seguridad que casi ninguna la tenía en esa época", enumeró Gizzi.
Denegado
El defensor Nanni le preguntó entonces si había requerido algún informe sobre la titularidad de esos bienes y el testigo respondió que no. Luego, ante otra pregunta admitió que no se formó una comitiva municipal para averiguar si los negocios de Ascaíni cuentan con habilitación municipal pero dijo que eso "se puede pedir". Por último, el intendente negó haber tenido una reunión con Ascaíni junto con su secretario de Gobierno, Marcelo García.
Por ésto, Nanni pidió someterlo a un careo con Ascaíni, quien la semana pasada declaró que en una ocasión fue citado a una reunión con García y Gizzi en el comité radical de Villa Cañás donde le pidieron dinero para la campaña. La Fiscalía se opuso y el tribunal (que en un primer momento lo había autorizado) no hizo lugar al pedido porque el punto de discrepancia "no guarda relación directa" con los hechos. Los jueces Beatriz Caballero de Barabani, Otmar Paulucci y Omar Digerónimo plantearon que esa cuestión no es de "utilidad" para el juicio, "sin perjuicio de la valoración que se hará en el momento oportuno".