El estado de salud del suboficial de la Policía Motorizada Gabriel Sanabria —baleado el pasado 27 de mayo en un control vehicular en zona sur— experimentó en las últimas horas un deterioro en su estado general, razón por la cual requirió una nueva intervención quirúrgica para intentar mantener sus valores hemodinámicos estables, según precisó el subdirector del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), Germán Camiletti. Frente a esta situación, colegas, familiares y amigos del unifromado oriundo de San Javier se concentraron en la puerta del hospital para darle su apoyo al joven e iniciar un abrazo solidario y cadena de oración para pedir por su salud.
Sanabria fue atacado a balazos (se estima que fueron entre ocho y 10 disparos de grueso calibre) desde el interior de un Peugeot 206 en el que iban cuatro personas, entre ellos una mujer. Tras el ataque, los agresores huyeron del lugar y abandonaron el vehículo en Ayacucho y Hungría. Desde ese entonces, fue sometido a una extensa cirugía dentro de un cuadro de salud de extrema gravedad a raíz de la violencia de las lesiones sufridas por el brutal ataque.
"En las últimas horas ha detereorado su estado general, es por eso que requirió de otras drogas y una nueva intervención y con un pronóstico mucho más compleja que la que teníamos previamente", precisó Camiletti en declaraciones al móvil de LT8, durante el programa "Todos en La Ocho". Lo concreto es que este lunes, los el equipo de cirujanos del Heca le practicaron un "toilette", que consistió en la extracción de "eventuales colecciones de líquidos, sangre y pus que puedan generarse".
Complicación mayor
"Cuando uno tiene lesiones tan graves, el organismo reacciona con una caída del oxígeno en sangre y repercute en todo tipo de tejidos como el hígado, corazón y riñones. Todo eso genera una repercusión sobre el estado general y a eso se le suma un cuadros sépticos o infecciosos a raíz de la prolongada internación", explicó el facultativo respecto al estado de salud de Sanabria.
También comentó que "sigue con los tratamientos en base a las necesidades que presenta" y que, por el momento, "lo mejor para él en este momento es seguir en asistencia mecánica respiratoria. Hay cosas donde la medina va a actuar y hacer todo lo necesario para revertir el cuadro que presenta".
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Mientras tanto, un grupo compuesto por familiares, colegas y amigos del suboficial de 26 años nacido en San Javier se concentraba en las inmediaciones de Iriondo y Pellegrini para iniciar una cadena de oración por su salud.
El ataque
Gabriel Sanabria fue baleado el viernes 27 de mayo a la madrugada cuando junto a un compañero de la Brigada Motorizada intentaron identificar a los ocupantes de un automóvil, cuya matrícula figuraba como un vehículo que había sido sustraído. Cuando el policía se acercó al coche, fue acribillado desde el interior y su cuerpo recibió entre 8 y 10 impactos.
El compañero de Sanabria alcanzó a irradiar el pedido de auxilio y de refuerzos. Y así fue que poco después cuatro personas fueron detenidas por este hecho, dos son menores de edad y dos mayores. Estos últimos fueron imputados como encubridores de los adolescentes que se creen que estaban dentro del auto desde el que dispararon a Sanabria.
Poco después, un operativo conjunto entre el Comando Radioeléctrico, la Policía de Acción Táctica y la Gendarmería Nacional inició un operativo cerrojo en la zona que permitió detener a cinco personas, dos de ellas menores de edad, en cuyo poder encontraron dos pistolas ametralladoras y dos pistolas 9 milímetros.
Sanabria fue llevado de urgencia al Hospital Roque Sáenz Peña y desde allí lo trasladaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, debido a la gravedad de sus heridas. Fue sometido a una extensa cirugía y ahora está en terapia intensiva.
Sanabria nació en la ciudad santafesina de San Javier, unos 160 kilómetros al norte de la capital provincial, sobre la ruta provincial Nº 1. Tenía apenas 20 años cuando ingresó en la policía de Santa Fe. Su destino siempre fue en reparticiones policiales de Rosario, primero en la Motorizada y luego en comisarías y cuerpos como el Comando Radioeléctrico y la Brigada de Control Urbano. Su grado en la fuerza es el de suboficial.