Distintos organismo oficiales y privados utilizan desde hace tiempo las firmas digitales para validar trámites administrativos, luego de que en 2009 se promulgara la ley nacional que la incorpora al Código Civil. En este tiempo de confinamiento obligatorio por la extensión del coronavirus, empresas y reparticiones públicas comenzaron a depender de esa herramienta para dar respuestas ágiles y seguras en un contexto excepcional.
Tomando la permanente evolución tecnológica en el campo electrónico como punto de partida, en diciembre de 2009 el Congreso Nacional aprobó la ley de firma digital Nº 25.506, que luego se incorporó al Código Civil y Comercial de la Argentina. Aunque por ese entonces parecía una rareza, la norma abrió las puertas a una nueva forma de gestionar diversos trámites.
A casi 20 años de su implementación, la firma digital ya se aplica en contratos de cualquier tipo, recibos de sueldo, documentación laboral en general, comercial, bancaria, administrativa, judicial y educativa, y se está implementando en nuevos ámbitos.
Consultado sobre los beneficios de la firma digital, el gerente de la única empresa autorizadas a validarlas en Santa Fe indicó que "las soluciones digitales aparecen en el futuro de las compañías. El uso de papeles, la firma manuscrita y presencial es algo que parece estar quedando en el pasado", vaticinó Juan Aicardi, gerente corporativo de Buró Group.
La compañía, con sede en Rosario y sucursales en Rafaela y la capital provincial, es la autoridad de registro de firma digital con más certificados emitidos en Santa Fe y apuesta a este tipo de rúbrica como la nueva solución para instituciones y profesionales. Según confirmó, tiene más de 2.000 suscriptores.
"Esta nueva modalidad de rúbrica empieza a tomar mayor relevancia debido a su gran aplicabilidad y a tres aspectos muy importantes solicitados por la mayoría de las instituciones: la sustentabilidad, la reducción de costos y la confidencialidad de los documentos digitales", remarcó Aicardi.
Para emitir un certificado los oficiales de registro validan la identidad de los suscriptores o interesados en obtener firma digital a través de la toma de datos biométricos (huella dactilar y foto), y luego se les solicita documentación respaldatoria, depende de si se trata de una persona física o jurídica.
"Sirve para ahorrar tiempo, dinero, simplificar procesos, realizarlos de forma segura. Es un avance en la modernización de los procedimientos administrativos y legislativos, porque garantiza la disminución del uso de papel, transparenta más los actos administrativos, reduce sustancialmente los tiempos de tramitación, y disminuye costos operativos de manera notable" enumeró Aicardi.
El gerente de Buró Group explicó que aquellos que deseen obtener más información y datos acerca de los beneficios y nuevas aplicaciones de la firma digital, pueden ingresar a www.buro-group.com.ar.