El jugador leproso de rendimiento más aceptable ante Atlético Tucumán fue Armando Méndez. El resto lejos de su nivel. Fue caída 0-2.
Por Lucas Vitantonio
El jugador leproso de rendimiento más aceptable ante Atlético Tucumán fue Armando Méndez. El resto lejos de su nivel. Fue caída 0-2.
Franco Herrera 3: Mal con los pies. Regaló una pelota que casi termina en gol. Y en final dejó el arco libre, fue por la heroica y le salió todo mal.
Armando Méndez 5: Empuje en el primer tiempo. Aportó buenas trepadas y en el complemento fue reemplazado.
Cristian Lema 4.5: Despejó mucho de cabeza, pero la defensa en general no dio solidez.
Willer Ditta 3.5: Sufrió en la marca a Ruiz Rodríguez. No logra recuperar la solvencia del inicio del torneo.
Martín Luciano 4.5: Tuvo garra, se proyectó, empujó hasta el final y lanzó un buen centro en el primer tiempo que terminó casi en gol en contra.
Pablo Pérez 4: Errático, fastidioso, sin socios para jugar y sufrió un pelotazo que lo sacó de la cancha.
Julián Fernández 4: No se hizo patrón del medio. Fue de mayor a menor y quedó expuesto como el equipo.
Juan Sforza 4: Prolijo en los pases fáciles, pero errático en los lanzamientos que podían generar peligro.
Ramiro Sordo 3.5: Enredado, impreciso, sin gambeta hacia adelante y caminó por la cornisa de la roja.
Juan Manuel García 3.5: La pelota le llega sucia, pero tampoco genera peligro en el área de enfrente.
Francisco González 4.5: Se prodigó y encaró, pero chocó toda la noche. Está lejos de su mejor versión.
Ingresaron:
Guillermo Balzi 5: Trató de ser prolijo con la pelota, no se escondió, pero necesita más minutos y confianza.
Jacob 4,5: Fue para adelante, metió garrote, pero le falto más precisión.
Rossi 4.5: Luchó, tuvo movilidad, buscó lastimar, pero sin claridad.
Garro 4: lejos del área, con escasos centros punzantes y con muchos pases hacia atrás.
Reasco -: Pocos minutos, la pidió, intentó, pero no hizo pie en el área de enfrente.
DT Javier Sanguinetti 4: Newell’s ya no defiende, no contiene ni ataca bien. También los rivales le ganan con poco como anoche en Tucumán. El equipo es muy previsible en sus movimientos, no tiene sorpresa y las variantes no rompen el molde. Una dura derrota que amerita replanteos urgentes.