Se prepara para afrontar el plato fuerte del semestre. El clásico ante Newell’s se librará en el Gigante, el próximo sábado 30 de septiembre. Central llegará a este pasional duelo amalgamando vacilaciones futbolísticas, lesiones en ascenso que golpean puertas hacia adentro y varias incógnitas sin respuestas. Miguel Russo es el orfebre de este cuadro de situación. El futuro copero internacional y clasificar a la Fase Final de la Copa de la Liga dependerán de sus experimentadas manos y capacidad de resolución a corto plazo. El presente no le sonríe al entrenador. Sin embargo, en Arroyito mantienen la esperanza, pese a que la desazón colectiva continúa envolviendo a los fieles.
Central jugará el partido más importante desde lo emocional y pasional sabiendo que viene de caer en el bosque platense y de brindar una nueva flaca imagen. El saldo a favor es que recibirá a la lepra en su estadio. El mismo escenario donde está invicto desde que arrancó el 2023.
Juego disociado
El juego canalla fue involucionando en líneas generales. No se trata de escudarse en los goles de Alejo Veliz que ya no están. Tampoco en la irregularidad colectiva ascendente. Se viene observando un Central con más dudas que certezas desde que se reinició la competencia oficial.
También es cierto que llegaron en el reciente mercado de pases varios jugadores con el objetivo de nutrir al plantel. Ninguno logró erigirse en titular. Es verdad que Tobías Cervera salió en las dos últimas fotos desde el inicio. Fue por fuerza mayor. El 9 elegido por el entrenador para este certamen, Octavio Bianchi, se lesionó y eso le abrió la chance al exAldosivi de mostrarse desde el vamos.
Central deberá mostrar a la inmediatez un buen nivel futbolístico para detener la caída libre en las posiciones de la zona A, más allá de que está prácticamente en el fondo de la tabla. A eso deberá sumarle que tendrá que saber aprovechar las chances que genere en ofensiva.
Es evidente que salvo la gran actualidad que exhibe Jaminton Campaz, al resto de los intérpretes que están en cancha les cuesta capitalizar las acciones a nivel global. Se percibe que es un problema tanto individual como colectivo. Ni hablar que en el fondo también tiene sus dudas sin resolver.
Sobre todo cuando al canalla lo atacan por el paralelo izquierdo. El ingreso de Agustín Sández ante Gimnasia fue una especie de parche porque Russo decidió que Carlos Quintana descanse en La Plata para que pueda llegar mejor al clásico desde lo físico, debido a que acumulaba dos encuentros en escasos días. El DT parece no ver como todo el mundo que Alan Rodríguez hace agua por su banda cuando lo encaran. El sector defensivo amerita un rápido reajuste. Si es esta semana, podría ser fructífero para llegar con otro semblante al clásico ante Newell’s.
Combo de lesionados
En Central se tornó una postal constante ver jugadores lesionados. Y no precisamente por una acción mecánica del juego en sí. El fútbol es un deporte de contacto y todos están expuestos a un golpe o una baja repentina. En este caso, el equipo muestra bajas por diagnósticos musculares esencialmente.
La reciente lesión confirmada es la de Lautaro Giaccone. El volante debió salir cuando el descanso estaba en puerta en el bosque. Ayer le hicieron estudios. El diagnóstico que emitió oficialmente el club indicó que al juvenil se le “detectó arrancamiento completo del tendón del músculo aductor izquierdo, lo que supone una baja deportiva de dos a tres meses”.
A esta baja hay que sumarle la de Octavio Bianchi. El atacante fue desafectado de la concentración en la previa al empate con Independiente porque ante el dolor manifestado por el punta le hicieron estudios por imágenes. ¿El resultado? “Se le detectó una lesión muscular en el gemelo interno de su pierna derecha”, informó el club.
Otros que se resintieron mientras se preparaban para volver a los escenarios son Fabricio Oviedo y Walter Montoya. Ovación pudo constatar que el chaqueño sufrió una pequeña distensión y por eso su regreso se postergó. En tanto, el entrenador tiene entre algodones a Ignacio Malcorra y Carlos Quintana. Dos jugadores que espera incluir ante Newell’s. Al menos así lo marca la lógica, siempre y cuando no sufran contratiempos en el día a día hasta llegar al sábado próximo.
Con respecto a Facundo Mallo, su presencia es una real incógnita. Es otro de los desgarrados que tiene el plantel en un escaso período. El zaguero central “sufrió una lesión muscular grado 2 en los isquiosurales del muslo derecho”. Restará saber si podrá reaparecer ante Newell’s, aunque clínicamente no cumpliría con los plazos estipulados o necesarios. Pero como se viene el partido de alto voltaje, no habría que sorprenderse si reaparece.
A la lista hay que sumarle a Luca Martínez Dupuy. El atacante padeció hace varios días “una lesión muscular grado 2 en los isquiosurales del muslo derecho”. Palabras más, palabras menos, se desgarró. A su vez, Russo pudo volver a tener ante Gimnasia a otro de los futbolistas que se había desgarrado: Maximiliano Lovera. El formoseño sufrió a fines de agosto “una lesión muscular de grado 2 en el recto anterior del muslo derecho”.
Miguel Russo tiene una semana brava. De mucho trabajo de pizarrón. También en la camilla. Y ni hablar en lo anímico porque el equipo viene de cosechar una nueva derrota afuera del Gigante, que lo sacó de la zona de clasificación a la próxima Copa Sudamericana y además lo empujó casi al fondo de la zona B. Todo ese combo en la previa de un clásico donde el entrenador llega en el peor momento del ciclo y sin esa solidez colectiva que todo hincha presagió cuando arrancó la actual Copa de la Liga.