Es la historia que se repite en más de una ocasión cuando a un jugador que tras varios años en las inferiores la falta de oportunidades los obligan a dejar su sueño de debutar con el club que lo educó futbolísticamente para buscar otro destino. Este es el caso de Brian Bustos, exarquero de Newell's, quien tuvo la chance de jugar una vez con Diego Osella como técnico y salió campeón con la reserva de Juan Pablo Vojvoda peleando por la titularidad con Ezequiel Unsain.
El Pulpo, como se lo conoce, tras la salida de la Lepra comenzó con una recorrida por varios clubes del ascenso como San Martín de Mendoza -donde no alcanzó a debutar-, Cremería de Carcarañá -tampoco atajó-, hasta que llegó Gimnasia de Concepción, en el Federal, donde tuvo dos años atajando casi 80 partidos. De ahí se fue a Mitre de Santiago del Estero hasta desembarcar en San Telmo, que estuvo al borde de lograr el campeonato con una gran actuación.
En diálogo con Ovación, Bustos recuerda aquellos años en la Lepra: "De Newell's tengo los mejores recuerdos, compartí muchos años en el club y aprendí un montón. Tuve muchos compañeros, amigos, que hasta el día de hoy seguimos en contacto. Siempre que puedo me doy una vuelta por Rosario y me junto con ellos".
Las dos contras que enfrenta un juvenil que llega a la primera de las inferiores son las pocas oportunidades que a veces surgen, con el agregado que su posición, la de arquero, es aún más difícil a la hora de las chances. "No sé si más difícil, creo que hoy en día por ahí se le da un poco más de oportunidades. El puesto del arquero es más difícil porque requiere otra responsabilidad a la hora de entrar a la cancha", explicó.
Dejar el Parque de la Independencia para buscar su destino no fue sencillo, pero en definitiva lo formó como futbolista. "Es muy difícil porque Newell's es un club muy grande, donde tenés todas las comodidades en los entrenamientos, en los partidos y por ahí irte a un nuevo club como fue en mí caso, a uno del ascenso, donde te faltan muchas de esas cosas, es otra es otra realidad", aseveró.
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"El ascenso es una categoría muy competitiva, muy complicada, por ahí se la subestima mucho, pero no es fácil. Me quedo con la experiencia que agarré en esos años jugando ahí. Creo que a uno, más como arquero, le sirve sumar partidos, minutos y creo que en el presente, con todo ese recorrido, soy un arquero completamente diferente de cuando estaba en Newell's, con mucha más experiencia, con más personalidad, que por ahí es una de las cosas que me faltaba y hoy de a poco voy incorporando todo eso. Se lo debo todo a estos partidos que tuve en el ascenso que fueron importantes para mí", indicó.
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Después de su paso por San Telmo llegaría el gran salto en su carrera, su traspaso a Deportivo Cuenca: "Mi pase a Ecuador se da después de que yo haya jugado en San Telmo, donde tuve un año en lo personal muy bueno, y también en lo grupal creo que ayudó mucho para que se fije en mí. Peleamos por el ascenso todo el año, lamentablemente no se pudo dar, pero creo que fueron factores importantes para que un club como Cuenca se fije en mí y me de esa confianza para ser el arquero del equipo".
Logró ser el guardameta con la mayor cantidad de vallas invictas y fue una de las figuras junto a Guido Villar, arquero de Independiente Del Valle. "Con respecto a lo de las vallas en cero, es algo que siempre me propongo antes de arrancar el año, tratar de jugar la mayor cantidad de partidos posible y, después, obviamente lograrlo, ya que es una estadística que sirve para un arquero. Trato de superarme día a día, torneo a torneo. Ahora espero que el año que viene sea mejor que este, esa es la mentalidad que por ahí tengo y me está llevando a lograr esos objetivos" expresó.
Muchos años en Newell's
Más allá de la distancia, el amor por el Rojinegro no cesa: "Siempre sigo la campaña de Newell's. Estuve siete años en la Lepra, uno le agarra mucho cariño al club y tratamos siempre de seguirlo. Además, tengo amigos que están ahí, entonces siempre me gusta mirar y ver los partidos de ellos. Obviamente que no fue un año muy bueno, porque peleamos el descenso, fue un 2025 donde se sufrió. Pero gracias a Dios y al equipo, pudimos mantener la categoría y dejar a Newell’s donde tiene que estar".
Después del Patón Guzmán, es el arquero argentino con más minutos en el exterior, aunque las ganas de volver a Newell's todavía siguen vigentes. "Uno desde que llegó al club en inferiores tiene como deseo y sueño jugar en primera de Newell's, y poder hacerlo toda la vida, pero bueno, después el fútbol me llevó por otro camino y tuve que hacer mi recorrido en otros equipos. Creo que hoy soy un arquero que agarré mucha experiencia jugando en el ascenso, donde soy completamente diferente al que estaba en ese momento pero eso te lo dan los años de la carrera", se sinceró.
Esperando la revalida para ingresar a la Copa Sudamericana con el Cuenca, Brian Bustos disfruta de su presente soñando seguir escalando en el mundo del fútbol: "Por el momento estoy tranquilo y quiero tratar de seguir haciendo mí trabajo bien y cumpliendo objetivos con el club que me toque".