El Congreso de la Nación clausura un 2025 marcado por la confrontación y la parálisis administrativa. Con apenas once leyes sancionadas durante el período ordinario y dos en tiempo de extraordinarias, este año se convirtió en el de menor productividad legislativa de la última década, reflejando un escenario de extrema polarización donde el oficialismo operó en minoría y la oposición logró imponer su propia agenda de emergencia.
El cierre de año revela un dato contundente: de las pocas normas que lograron ver la luz, ninguna fue un proyecto impulsado originalmente por el Poder Ejecutivo durante las ordinarias, es decir, entre el 1º de marzo y el 30 de noviembre pasados.
De las once leyes aprobadas, ocho fueron iniciativas opositoras (como el financiamiento universitario, aumentos a jubilaciones y la ley Nicolás) y tres fueron acuerdos internacionales pendientes de la gestión anterior.
Solo las dos aprobadas en extraordinarias el viernes fueron impulsadas por el oficialismo: el presupuesto 2026 y la ley de inocencia fiscal.
El presidente Javier Milei recurrió a su facultad de veto en siete oportunidades. Sin embargo, en un desafío a la máxima autoridad, el Congreso logró insistir y revertir tres de esas denegaciones, sosteniendo las leyes a pesar de la negativa de la Casa Rosada.
La oposición utilizó una herramienta técnica poco frecuente para forzar el debate: los emplazamientos a comisión. Mientras que históricamente el máximo anual era de tres, en 2025 se registraron 20, lo que obligó al oficialismo a tratar temas que prefería evitar.
Por primera vez en años, el Congreso mostró sus dientes frente al Ejecutivo al rechazar cuatro decretos de facultades delegadas y un DNU, limitando el margen de maniobra del presidente.
En tanto, un informe de Directorio Legislativo mostró que, de las 22 sesiones realizadas, la mitad fueron especiales, evidenciando la falta de acuerdos para establecer una agenda parlamentaria común.
A pesar de ese panorama de debilidad numérica, el oficialismo confía en que la nueva composición del Congreso tras las recientes elecciones de octubre cambie la dinámica de defensa a una de ataque, permitiendo al gobierno recuperar la iniciativa legislativa en 2026.
De hecho, Milei acaba de lograr el respaldo del Congreso para la sanción del primer presupuesto de su gestión, tras gobernar dos años con gastos y recursos de la administración que lo antecedió.
El Senado aprobó con 46 votos a favor y 25 en contra la previsión de gastos e ingresos del Estado para el año próximo, la cual había recibido media sanción de la Cámara de Diputados el 18 de diciembre.
Se trata de la primera victoria resonante de Milei en el Congreso. La sanción del presupuesto era largamente demandada por los mercados y el Fondo Monetario Internacional (FMI) como señal del compromiso de la Rosada con la política de ajuste fiscal y el cumplimiento de los pagos de deuda.