Quedó en evidencia que se trató del primer ensayo futbolístico. El empate ante Defensores de Belgrano (Villa Ramallo) es anecdótico. Sólo sirve para ir entrando en clima con la redonda. Y para ir aflojando las piernas en medio de una pretemporada que no se deja ver pero cuentan que es exigente. Al menos desde la teoría. Central presentó ayer en primer término un mix. Luego puso otra variada alineación (ver aparte). Si bien no participaron Alejandro Donatti, Giovani Lo Celso y Marco Ruben (ver aparte), lo cierto es que el canalla no mostró nada de otro mundo. Menos desde lo táctico. Hizo lo que pudo ante el orden y buen juego del visitante y por eso lo más destacado del 2 a 2 es que el Melli García aprobó, Gustavo Colman fue de mayor a menor, Marcelo Larrondo ratificó que es clave, mientras que el Chelito Delgado pinta para tener una buen temporada.
El partido inicial duró una hora. Jugaron dos tiempos de 30’ cada uno. Central puso casi lo mejor que tenía a mano en esta ocasión ante un rival que no se apichonó. Al contrario, por momentos lo dejó mal parado fruto de su buen juego y verticalidad. Los canallas pagaron el hecho de estar “duros” aún. Pero al menos el amistoso sirvió para sacar las primeras conclusiones.
Como que el Melli García quiere ser el arquero titular tras la sorpresiva baja de Caranta. Ayer estuvo rápido de reflejos en cierto pasajes, pese a que le hicieron dos goles (Caro y Torrent). El fondo estuvo integrado por Ferrari, Alvarez, Pinola y Villagra. Cuatro grandes nombres que no plasmaron todo lo que pueden dar, pese a que tampoco desentonaron.
Del medio sobresalió en la primera mitad Gustavo Colman, quien marcó el 1 a 1. Luego se desinfló como en el torneo pasado. Y Central lo padeció porque no tenía salida ni juego claro. Es como que dio señales además de que no le será sencillo al DT reemplazar a Nery Domínguez. Pablo Becker hizo algunas diabluras, más allá del golazo que sirvió para sellar el 2 a 2. Gil Romero amagó en momentos con ser el volante tapón como también el que le inyectaba acción a la ofensiva. La resultante indica que estuvo intermitente. Le falta asimilar el cambio. Estos días que restan le vendrán bien para ir entrando en clima.
Arriba, Delgado y Larrondo lidiaron para tener la pelota. Pero cuando les llegaba marcaban la diferencia desde lo técnico. Los dos vienen bien desde lo físico y eso los beneficia además. Los ingresos de los pibes Da Campo y Joaquín Pereyra (categoría 98) le dio otro aire cuando entraron. Mostraron picardía y orden. Sobre todo el volante más chico, quien pinta para dar el salto esta temporada.
Una temporada que está a la vista. Y en la que Rosario Central está preparándose para dar ese salto de calidad que necesita tras el buen 2015. Lo de ayer no debe tomarse como real parámetro porque no mostró nada nuevo. Está claro que el equipo todavía está en vías de desarrollo y además no hay una base definida.