Si alguno se sorprendió por la brillante maniobra en la largada de ayer, no vio la última carrera del Súper TC 2000 en Junín. Leonel Pernía demostró en Santa Fe que está para grandes cosas y que si no hubiera sufrido el contratiempo de la goma en el Eusebio Marcilla, hoy ya estaría en los caños de escape del líder, imperturbable, Matías Rossi.
El Tanito mostró toda su muñeca de principio al fin y anoche desplazó de la posición de escolta al parejense Facundo Ardusso, que no puede frenar la caída. Fue en el contexto de una carrera sin mayores emociones, previsible por cierto, donde el mejor representante local fue esta vez Fabián Yannantuoni (ver aparte), con un 6º puesto festejado que no hizo más que confirmar el buen momento de Renault.
Pensar que en Termas de Río Hondo, donde Pernía ganó, los directores del equipo Renault, Víctor Rosso y Leo Monti, anunciaban que a fin de año darían un paso al costado en la estructura, aunque el apoyo oficial seguiría en manos de quien tomara las riendas. Aquella victoria del Tanito pareció devenir más por las circunstancias de la lluvia que de un potencial emergente, pero el Rombo sorprendió gratamente en las dos carreras siguientes, donde sin dudas Pernía pudo hacer triplete. No pudo, al cabo, pero en el difícil callejero santafesino, avisó que hay que tenerlo en cuenta, más con todo un equipo trabajando para él.
Mientras los instantes previos se consumían con las notas del himno nacional tocada por la Banda del Ejército, cortado insólitamente justo antes de entonarlo para que por los parlantes pasara a escucharse a Miguel Cantilo y "Gente del Futuro", nada hacía presagiar que el futuro inmediato iba a sonreírle a Pernía. Porque Rossi es de los que nunca se dejan sorprender y menos en pole. Pero pasó. El Tanito aceleró más, le sacó la trompa de ventaja, amagó con empujarlo hacia la pared y así ganó la cuerda de la primera curva. Principio y fin.
Pernía había hecho lo mismo nada menos que con Agustín Canapino en Junín, ganando la punta largando por afuera. Y si no ganó ahí fue porque una goma explotó cuando lideraba cómodo. Rossi nunca dejó de incomodarlo pese a la conveniencia de los puntos por el campeonato, primero con Llaver detrás, y luego con Néstor Girolami. Y así llegaron a la bandera a cuadros, apretados, mientras sólo contaba la brillante escalada de Guillermo Ortelli.
Para el Bebu Girolami fue un bálsamo, luego de la sanción en el TC, y mostró que Santa Fe le sienta bárbaro (ganó la carrera nocturna del año pasado). A Rossi, el vencedor de la diurna de 2012, le vino al pelo, pese a que su nuevo escolta luce más amenazante de lo que lo venía siendo Ardusso en las últimas carreras.
Y Pernía, y todo Renault, dejaron el callejero con la certeza de que pueden. Faltan cuatro citas. Todo puede pasar.
Guillermo Ortelli tuvoque recurrir al PSG
En el Súper TC 2000 todos llevan los V8 ingleses. Por eso no extrañó la situación que se vivió ayer. El Fluence de Guillermo Ortelli quedó mudo y no quedaba otra que reemplazar el motor. No había uno disponible y el equipo Renault debió pedirle al PSG el préstamo del de Ignacio Char, que no corrió porque estaba sancionado.