El Newell’s de Javier Sanguinetti es cosa seria. Tiene aciertos y errores, pero trata de plasmar una idea de juego clara la mayor cantidad de tiempo posible y la está dando mucho rédito al equipo del Parque. En la última Copa de la Liga el rojinegro fue protagonista y estuvo muy cerca de meterse en los play-off y ahora en este inicio de la Liga Profesional la historia arrancó de la mejor manera, con dos victorias de visitante (Banfield y Talleres) y una igualdad con San Lorenzo de local. Ahora es uno de los líderes momentáneos del certamen con 7 puntos por lo menos hasta que hoy juegue Platense (6 unidades). El DT logró inculcarles a sus dirigidos las coordenadas futbolísticas que pregona y así conformó, mas allá de los nombres que pueden variar, un equipo intenso en la presión, versátil para desdoblarse de defensa a ataque, agresivo en el retroceso y muy astuto para atacar los espacios a espalda de los defensores rivales. Con estos argumentos Newell’s está en crecimiento, aún con falencias notorias y a corregir, pero con el compromiso de entregar el máximo del esfuerzo en cada cotejo y plasmar el libreto ensayado en la semana.
Sanguinetti tiene una premisa innegociable: la intensidad para disputar cada pelota, ya sea en campo propio o ajeno. Y que el equipo siempre este respaldado y no se desordene tácticamente, que no pierda la línea. Cada jugador tiene un lugar del campo para cubrir, un sector para atacar y defender, más allá de la lógica libertad que marque el devenir de una jugada donde la sorpresa también tiene lugar y depende de la iniciativa individual.
Cuando Newell’s defiende adopta una postura para recuperar rápido la pelota y ya con ella en los pies busca en tres o cuatro pases terminar la jugada en el área rival.
Así, el rojinegro se repliega unos metros en campo propio para invitar al oponente a salir con la pelota dominada y cuando el balón cruza la mitad de la cancha enseguida la maquinaria de recuperación liderada por Julián Fernández se activa, achicando espacios para cortarle el circuito al rival y una vez con el balón lanzar la réplica furiosa a los espacios vacíos.
En cuanto a lo defensivo, es clave el retroceso de los extremos por las bandas y que los volantes interiores se agrupen con Julián Fernández. Además ajustan las marcas los laterales y los zagueros enciman al nueve rival. En esa telaraña leprosa una vez capturada la pelota comienza el lanzamiento de los extremos a puro vértigo a espaldas de la última línea rival.
Y en tres toques la intención es culminar las jugadas con diagonales de los extremos o bien con centros de costado para la llegada de Juanchón García y el acompañamiento de los mediocampistas.
Claro que desde la teoría a la práctica la cuestión no es tan sencilla y hay desacoples y errores, pero cuando el libreto sale bien llegan los goles prácticos como los anotados ante Banfield, de Juanchón y Ramiro Sordo, y con Talleres, también de Sordo.
Newell’s está en crecimiento, en etapa de consolidación, con muchos juveniles que deben seguir madurando, pero cuenta con lo más importante que debe tener un equipo: una idea de juego clara y que se haga carne en los jugadores. Por ello se cumplieron las expectativas en el torneo pasado y ahora comenzó viento en popa la actual Liga.
En base al orden, el juego pragmático, la intensidad física y el recambio válido para cubrir la salida eventual de algunos jugadores, Newell’s está entre los animadores de la Liga, consolidado en zona de copas internacionales en la tabla acumulada y en línea de rendimiento ascendente. No debe conformarse, ir por más y aprovechar al máximo este buen envión inicial.