El aviso de renuncia de Eduardo Bermúdez a la presidencia de Newell's generó incertidumbre entre sus pares. Movimientos internos intensos porque de concretarse varios cambios deberán realizarse. Es por eso que, según trascendió, hoy habría una reunión con el fin de tratar principalmente este tema trascendente en la vida institucional del club del Parque. Hoy es uno de los aspectos más importantes y que marcaría un antes y después de la agrupación que ganó las últimas elecciones. Durante este cónclave la gran pregunta que se repetirá sería si Bermúdez se mantiene firme con esa idea de dar un paso al costado —algo que insisten sus allegados—, determina tomarse una licencia o, en definitiva, logran convencerlo para que se quede. "No hay que descartar esta posibilidad", dijeron allegados a la entidad leprosa avizorando un panorama todavía más difícil.
Días atrás, en diálogo con Ovación, Bermúdez anunció que "me voy a reunir el martes (mañana) con el juez (Fabián Bellizia), voy a charlar con él para contarle la situación del club, cómo lo encontré y cómo está en este momento. Y le diré que me siento defraudado con la oposición, que tuvo una postura salvaje. Entonces evalúo mi posible renuncia. Y le voy a agradecer al juez todo el apoyo que tuve de su parte. Y le diré cómo encontré al club económica y deportivamente y cómo está hoy". Estas palabras impactaron como una patada en un hormiguero en el club, donde se encendieron todas las alertas. Dar un paso al costado no es algo simple porque se deben acomodar las diferentes fichas de la estructura leprosa, más aún si de la mano del actual presidente también lo seguirán otros dos directivos (Juan José Concina y Ricardo Ansaldi).
Las declaraciones del mandamás motivaron a que los directivos analicen los pasos a dar, porque un tema prioritario también es corregir el balance que fue rechazado en la asamblea del miércoles pasado y llamar a una nueva dentro de los 45 días. Pero por supuesto que la cuestión dirigencial necesita ser resuelta a la brevedad y es por eso que por estas horas las charlas se multiplican con el fin de determinar los pasos a dar.
Por supuesto que Bermúdez leyó el panorama, mucho más complejo y que hace tiempo viene siendo desfavorable para su figura. El 11 de enero de este año salió a desmentir los dichos de algunos pares de CD sobre que le iban a pedir licencia. "Nadie me pidió la renuncia ni pienso en renunciar", señaló de manera tajante hace apenas tres meses (ver aparte).
El camino siguió minado y los malos resultados también jugaron en contra. Pero lo sucedido en la asamblea fue muy duro para el presidente, que ni siquiera pudo concurrir. Las declaraciones de Rafael Bielsa pegándole duro a su persona y rescatando al vicepresidente segundo, Cristian D'Amico, también lo habría dejado endeble. Y es por eso que manifestó que mañana hablará con Bellizia y podría renunciar, algo que no le conviene tampoco al juez porque ya la tarea económica que lleva adelante no es nada fácil. Hay que recordar que la tesorería está intervenida y ya eso es un trabajo importante a llevar a cabo.
Una salida en masa de algunos dirigentes "dejaría tambaleando al club", insisten diferentes analistas de la situación leprosa y es por este motivo que buscarán la manera de consensuar para Bermúdez. "Hay que defender la democracia", afirmaron desde la línea opositora que incluso ofrecieron armar "cuadros técnicos" con el fin de normalizar los números confusos de la entidad.
Todo es una caja de Pandora y aún parece no haber una resolución sobre lo que pasará. También es cierto que Bermúdez no fue del todo contundente sobre su renuncia y dejó abierta una puerta para la continuidad. Todo dependerá del convencimiento que apliquen sus pares de CD y, a la vez, el juez.