Lucas Hoyos 6: Jugó mucho con los pies en la etapa inicial. Seguro en los centros. Nada que hacer en el penal.
Por Lucas Vitantonio
Lucas Hoyos 6: Jugó mucho con los pies en la etapa inicial. Seguro en los centros. Nada que hacer en el penal.
Jherson Mosquera 5,5: Trató de hacer la más simple. Sus proyecciones no fueron determinantes. Partido correcto.
Guillermo Ortiz 4: Venía bien en la marca, pero cometió una imprudencia en el empujón mínimo del penal.
Willer Ditta 6,5: El colombiano estuvo rápido en los cruces, marcó con intensidad y trató de ser prolijo con la pelota.
Bruno Pittón 5: No asumió riesgos y priorizó la marca. La amarilla, que lo limpia para octavos, lo condicionó.
Iván Gómez 7: Ida y vuelta. Inteligencia posicional y creatividad para gestionar espacios. Un motor por la derecha.
Juan Sforza 7,5: Siempre bien ubicado para los rebotes y la salida prolija. Muy atento en el gol de la apertura.
Cristian Ferreira 7: Gran primer tiempo para manejar los hilos en el ataque. Tuvo movilidad y pases precisos.
Ramiro Sordo 6: Encaró, gambeteó, pero le faltó claridad en la última puntada. Colaboró en la marca.
Jorge Recalde 8: Rotó por todo el ataque y retrocedió para ser la usina de juego. Falló un gol, pero manejó los hilos.
Brian Aguirre 6,5: Volvió del sub-20 y gravitó por la derecha. Falló una clara y le anularon un gol polémico.
Angelo Martino 5: Entró en final para tomar la posta de Pittón y cumplió.
Gustavo Velázquez 5: Entró en el tramo final para armar la zaga con tres. Trató de reforzar el juego aéreo.
Marcos Portillo 7,5: Pocos minutos en cancha, pero lo justo para sacar un disparo notable para el pase a los octavos de final.
Jeremías Pérez Tica -: Trató de aportar oxígeno en la banda. Pocos minutos en cancha.
Djorkaeff Reasco -: Ingresó para morder en la salida rival cuando el juego terminaba.
El DT: Gabriel Heinze 7: Newell’s jugó el partido que quería su DT. Con la pelota en los pies y posicionado en campo de enfrente el mayor tiempo posible. La victoria fue producto del partidazo que hizo la lepra. Jamás sintió que debía especular. Por ello tuvo el premio en el final, tras el empate del rival y el gol anulado.