La base está y es lógico que Javier Sanguinetti considere que no es necesario estar haciendo cirugía mayor para la conformación del equipo del equipo. Los últimos resultados avalan esta idea y la única modificación, que se preveía de antemano, será la reaparición de Pablo Pérez, ausente contra Sarmiento para evitar que sume la quinta tarjeta amarilla y se pierda el clásico. Es el gran referente, el más experimentado del equipo y no podía faltar para el trascendental enfrentamiento en el Gigante aunque tiene algunas molestias físicas, al igual que Cristian Lema. A tres días de que se paralice la ciudad futbolera, los once titulares tienen nombre y apellido.
“Newell’s ya empezó a jugar el clásico con la decisión de que Pablo Pérez no esté en Junín”, le comentó a Ovación Diego Osella, último entrenador de la lepra que le ganó a Central, en 2016, con el gol de Maxi Rodríguez. Sanguinetti actuó tal cual dijo Osella. Lo preservó a Pérez, metiendo a Juan Sforza. Si bien el juvenil anotó un gol en el 2 a 2 frente a los dirigidos por Israel Damonte, de antemano se sabía que volvería al banco en la visita a Arroyito, haciendo reaparecer al capitán.
La capacidad de Pérez, como cualquier otro jugador de trayectoria, para absorber la presión y exigencia del contexto, además de ser un respaldo para los más jóvenes, es un cualidad que no se puede menospreciar para esta clase de partidos. El volante tiene la suficiente personalidad para hacerse cargo del equipo y de la pelota. Ya sin otros líderes de enorme peso, como hasta hace muy poco lo fueron Maxi Rodríguez y Nacho Scocco, es el principal responsable de ordenar al equipo adentro de la cancha, aunque también lo acompañarán en esa tarea Cristian Lema y Julián Fernández. No contará con Leonel Vangioni, que incluso no iría ni al banco.
Temperamental, Pérez por momentos no controla las emociones. Es su costado negativo, que a esta altura de su carrera es algo que le cuesta controlar. Y más tratándose de un partido de alto voltaje. Pero la importancia que tiene su juego y la influencia que ejerce sobre los demás son mucho más relevantes que una reacción desmedida. En todo caso, si está al borde de dejar a su equipo con uno menos, Sanguinetti tendrá la posibilidad de cambiarlo. Y es allí donde tiene la opción de Sforza, si bien en Junín no cumplió exactamente el mismo rol y se soltó menos en campo rival, como en cambio sí lo hizo Fernández.
Sanguinetti encontró un sistema táctico que le dio un mejor funcionamiento que en las primeras fechas. Y es el que fue ensayando para el clásico, con una línea de cuatro defensores, otros cuatro en el medio, un enlace y un punta. El retroceso de Garro y Panchito González por las bandas fue la solución que halló para lograr un mayor equilibrio y no quedar tan desprotegido en el fondo. El desempeño de ambos puede ser determinante frente a Central. Y, entre ellos, Fernández cumplirá la misión de dar batalla.
De todos modos, las miradas estarán puestas en lo que será capaz de hacer Nicolás Castro. Desde que Sanguinetti lo adelantó y le dio mayor libertad para moverse, se sintió más cómodo en ese rol. Su talento puede ser otra llave para abrir el clásico. En el último, que terminó 1 a 1, anotó el gol del empate con un preciso remate, esos que acostumbra.
Juanchón García llega de anotar un gol contra Sarmiento y comandará nuevamente el ataque, cumpliendo el desgaste de costumbre, exigiendo todo el tiempo a los centrales rivales.
Y sin Vangioni, la defensa se repetirá por cuarto partido seguido, con un afianzado Luciano de lateral izquierdo, Méndez sobre el otro costado y Lema y Ditta de marcadores centrales. Lema trae algunas molestias físicas, pero llegará para el domingo.
En la previa, Sanguinetti trabaja con una formación para el clásico que nadie discute, salvo algún caso puntual. La actualidad del equipo es el mejor aval que tiene el DT para que los once no causen ninguna sorpresa.
La espera por Vangioni, en vano
Leonel Vangioni es otro de los experimentados al que se lo esperó para el clásico, como Pablo Pérez. Pero se sabía que era difícil. Y a esta altura de la semana casi que se descarta que vaya a estar en el banco, que era mínimamente lo que se aguardaba.
La distensión en el isquiotibial derecho que sufrió el Piri ante River lo llevó a trabajar diferenciado incluso durante esta semana y por ese motivo es que ni siquiera estaría para ser suplente. Desde hace varios días ya estaba definido que no sería titular.
Por su parte, Jerónimo Cacciabue, ausente del equipo desde que se desgarró el isquiotibial derecho contra River, también entrena diferenciado.
El proceso de recuperación del mediocampista demandará más tiempo que el de Vangioni.
