Djorkaeff Reasco no encaja en el fútbol que pretende Javier Sanguinetti. No existe otra razón para entender por qué el entrenador lo hizo jugar tan poco en la Liga Profesional. Siempre que debió buscar alternativas para el puesto de centrodelantero prefirió a Juanchón García, Genaro Rossi y hasta improvisó en el último partido con Juan Garro antes que elegir al ecuatoriano. Es que no le responde a la exigencia física que espera de un nueve, aunque cabe la pregunta de si no merecía tener mayores oportunidades considerando el bajo nivel de los mencionados. La inversión más alta que realizó la actual comisión directiva aguarda una chance y parece que el sábado se le puede dar en el Monumental.
Sanguinetti aguarda la evolución de la dolencia que sintió Garro contra Colón y que obligó a su reemplazo a la media hora de juego, aunque los pronósticos no son alentadores. Ese día, el futbolista fue el nueve del equipo, si bien la mayor parte de su carrera jugó de extremo, ante la ausencia de Juanchón García, con una distensión en el aductor. Cuando Garro dejó la cancha lo reemplazó el juvenil Rossi, de muy flojo desempeño. Si Garro no se recupera, no sería Rossi el que aparezca entre los once contra River sino que finalmente Reasco tendría su primera oportunidad de ser titular en el torneo.
Ante la racha negativa de siete presentaciones sin ganar en la liga, y ante todo la anemia ofensiva del conjunto rojinegro, con apenas dos goles en los últimos seis partidos del torneo, el hincha leproso no termina de entender cuál es el motivo por el cual Reasco permanece la mayoría de las veces sentado en el banco de suplentes. La explicación hay que encontrarla en Javier Sanguinetti, quien entiende que el nueve tiene que ser el primer defensor del equipo, cumpliendo un gran desgaste que Reasco no es capaz de hacer. García sí responde en ese sentido. Rossi y Garro igual. Hasta Nazareno Funez tiene mayor rigor en ese aspecto del juego que el ecuatoriano.
Al fin y al cabo, no es un atacante que haya pedido cuando esperaba la llegada de un refuerzo para la ofensiva a comienzos de año. No se opuso a que la dirigencia lo traiga, a través de una compra de la mitad del pase que costó un millón 200 mil dólares. Pero conocía de sus condiciones y desde un primer momento entendió que no se ajustaba al fútbol que ideaba poner en práctica.
Cada oportunidad en el que la prensa le preguntó por el ecuatoriano, sostuvo que es un mediapunta. Una posición que no responde a ninguno de los esquemas que utilizó. Tampoco puede ubicarlo de extremo para que corra por la banda. Además, el técnico no se planteó en algún momento romper el dibujo y ubicarlo detrás del que juega de nueve.
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La realidad es que Sanguinetti aguardó sin éxito la llegada de un nueve con gol en el último mercado de pases. Fue uno de los pedidos que le realizó al club, aparte de un extremo y de un volante creativo. No llegó ningún atacante y debió conformarse con lo que tenía. Eso sí, a Reasco lo llevó al banco en 10 partidos y solamente lo metió en 3, contra Platense (1-1), Defensa y Justicia (1-2) y Atlético Tucumán (0-2).
La falta de respuestas de los futbolistas de ofensiva no fue motivo para que el entrenador considere que Reasco juegue aunque que más no sea un rato. Rossi, por el contrario, ingresó desde el banco en 11 partidos en la liga y aparte fue titular en la Copa Argentina contra Aldosivi. Otro nueve surgido de la cantera rojinegra, Funez, intervino en el segundo tiempo de 2 encuentros de la liga.
Ambos juveniles no anotaron goles. Y Juanchón García apenas uno en las 11 primeras fechas del torneo, siempre siendo el titular, hasta que se lesionó. Ante tanta sequía de goles que sufre el equipo, es lógico que se mire a Reasco como una posible solución, aunque no parece para Sanguinetti.
El ecuatoriano se muestra siempre predispuesto y de buen humor. Es algo que se le destaca. No es un jugador conflictivo. Si no juega se debe a una cuestión estrictamente futbolística. Tanto esperar y ser paciente puede tener su premio si es que finalmente aparece contra River en la formación titular, aunque sea más por necesidad que por convencimiento del DT.
Una inversión que tiene riesgo
Reasco también reduce sus posibilidades de integrar la selección ecuatoriana que jugará el Mundial teniendo tan pocos minutos de fútbol en el Parque. Y si no es convocado, no le redituará a Newell’s como se esperaba cuando se hizo semejante inversión.
Un motivo importante para que el delantero llegue a Newell’s fue justamente por la chance de que vaya al Mundial y así se revalorice.
Un incremento en su cotización puede llegar a ser una importante fuente de ingresos en el caso de una futura venta. Pero Reasco casi que no puede mostrarse ni tampoco hacer méritos para que el entrenador del representativo ecuatoriano, Gustavo Alfaro, lo tenga en cuenta.
El atacante tuvo una mayor participación en la Copa de la Liga, siendo titular en dos partidos (Banfield 1-0 y San Lorenzo 1-2). En otros 7 ingresó desde el banco.
En el torneo actual jugó los segundos tiempos de 3 partidos. Así le será complejo llegar al Mundial al delantero, por el cual Newell’s ya le abonó a Liga de Quito 600 mil dólares, el 15 de agosto debe pagar 300 mil dólares y el 15 de diciembre la misma cantidad, todo por el 50 por ciento de su pase.