No existe una sola razón para explicar el cierre de la campaña del Newell’s de Heinze, sin la clasificación a una copa internacional a través de la tabla anual y afuera de los cuartos de final de la Copa de la Liga. Pero hay un aspecto de su juego que lo llevó a menudo a perder puntos vitales y fue la liviandad que expuso a lo largo de la Copa de la Liga. Cometiendo errores groseros, y algunos de ellos en los minutos finales, dejó unidades valiosas en el camino, ante rivales que hicieron poco para llegar al gol. La última muestra fue el traspié contra un Boca desflecado, que se encontró con un triunfo por una torpeza de Guillermo Balzi, hasta ese momento de los mejores del equipo, barriendo desde atrás a Miguel Merentiel, quien aprovechó el obsequio y anotó desde los doce pasos.
A Newell’s, en varias oportunidades, llegándole poco le convirtieron. Así le ganó Boca. Y así lo superó Sarmiento la fecha pasada en el Coloso. Al verde de Junín , que hacía 9 partidos que no ganaba, le alcanzó con una combinación, de las poquísimas que tuvo, para que Kaprof señale el 1 a 0.
La endeblez defensiva del conjunto rojinegro fue condenatoria. Los problemas en la contención y los errores del fondo significaron un hándicap demasiado alto que otorgó durante la Copa de la Liga.
Y para colmo sufrió algunas caídas en los minutos finales. Boca es un ejemplo. Otro, la derrota en el clásico con el gol de tiro libre de Malcorra. Y se le suma un tanto más, el de Gastón Martirena en el adicional para el triunfo de Racing por 2 a 1, luego de que May había alcanzado un empate impensado unos instantes antes. Esta última conquista fue un compendio de desaciertos, por no saber cerrar un partido y por caer en desatenciones en la marca.
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Entremedio de uno y otro de esos partidos mencionados, Estudiantes lo dejó de rodillas en el Parque por 1 a 0 con un tiro libre ejecutado magistralmente por el Principito Sosa, que fue lo único que hizo el pincha ese día.
Es paradójico. Newell’s es el tercer conjunto menos goleado en el año. Recibió 34 goles, siendo superado por San Lorenzo, con 24, y Sarmiento, con 33. El problema es que desperdició puntos ante rivales que no le llegaron tanto pero que aprovecharon fallas defensivas que le dieron la opción de convertir. Y después no se pudo recuperar. O porque ya no tenía más tiempo o causa de la falta de gol, acentuada en los últimos partidos (ver aparte).
Cuatro sin convertir
Newell’s llegó a los cuatro partidos sin convertir. Otro de los hechos por los que el equipo retrocedió en la tabla de la zona B. Nunca durante el ciclo de Gabriel Heinze había tenido tal racha negativa, algo que refleja como el equipo fue perdiendo el rumbo. A las victorias seguidas contra San Lorenzo (3-0), la máxima cantidad de goles señalado en un partido contra un equipo argentino en 2023, y Tigre (2-0), le precedieron cuatro encuentros sin anotar: Godoy Cruz (0-2), Platense (0-1), Sarmiento (0-1) y Boca (0-1).
Esta racha negativa fue consecuencia de un conjunto que generó poco y que encima desperdició las escasas situaciones de gol que tuvo. En 6 de las 12 fechas del torneo, el conjunto rojinegro no gritó ningún gol.