Newell's afilado: ganó con Maroni asumiendo finalmente el rol de conductor

Gonzalo Maroni fue el mejor leproso ante Huracán, en el gran triunfo que ilusiona a Newell's para llegar a play-offs.

Keylor Navas 5: no lo requirieron nunca. La única aproximación fue un tiro de Ramírez que pasó cerca.

Alejo Montero 5: controló a Alanís en la primera etapa. En la segunda, tampoco lo vulneraron.

Luciano Lollo 5,5: despejó de arriba las pocas pelotas que llegaron al área rojinegra. Certero para aumentar el marcador. Se fue expulsado de manera infantil.

Víctor Cuesta 5,5: no tuvo problemas para encimar a Sequeira, Ramírez y Wanchope Ábila.

Ángelo Martino 5,5: firme para defender, bajó la pelota para el gol de Lollo.

Tomás Jacob 5: fue creciendo, animándose a salir a cortar lejos si la situación lo requería.

Ever Banega 5: se ofreció para recibirla, aunque fue intermitente en cuanto a la precisión en los pases de importancia.

Luciano Herrera 5: corrió mucho, encaró aún más, aunque con frecuencia la terminó perdiendo.

Gonzalo Maroni 6,5: asumió con carácter y juego el rol de creativo. Encabezó los ataques y se la dio a Acuña para que convierta.

Mateo Silvetti 4: esporádicas apariciones, sin que le salga nada provechoso. Salió a la media hora por lesión.

Carlos González 4: no sostuvo el balón, falló las pocas resoluciones que intentó y se perdió un gol de cabeza.

Ingresaron en Newell's

Valentino Acuña 5,5: lo valioso de su ingreso fue el gol que destrabó el partido.

Juan Ignacio Méndez 5: ingresó para contribuir en la contención.

Saúl Salcedo -: entró para armar una línea de tres y evitar que Huracán ingrese fácil al área rojinegra.

Alejo Tabárez -: fue a jugar de lateral-volante izquierdo, pensando más en defender que en atacar.

David Sotelo -: lo ubicaron de volante central, junto a Jacob, para mejorar la recuperación.

El DT Cristian Fabbiani 6: sin lucimientos, sin asumir grandes riesgos, construyó una victoria trabajosa e imprescindible para aspirar a clasificar a los octavos de final. Tuvo pocas jugadas de gol y las aprovechó. Atrás, Huracán casi no lo inquietó, por sus deficiencias y por la tarea defensiva del rojinegro.