Le pusieron color y pasión al paso del MotoGP con la misma intensidad que en aquel lejano 2014, cuando el gran circo hizo base en Termas de Río Hondo. Los fanáticos vivieron varios días a fondo. Se los vio disfrutar no solo de las distintas propuestas del Fan Zone, el espacio exclusivo que los espectadores tuvieron dentro del trazado que ofreció todo tipo de variedad para experimentar, sino también fuera de la pista. Eso sí, la marea extranjera marcó la diferencia a la hora de adquirir presentes como disfrutar de la variada gastronomía. Ni la tenue llovizna dominical impidió que la fiesta fuera completa.
A lo largo del sector del autódromo santiagueño se pudo apreciar simuladores de motos. También una multiexposición de las dos ruedas de las distintas marcas que ofrece el mercado. El público apreció durante tres días a full las máquinas de altísimas cilindradas que estuvieron a la vista de todos.
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Los productos oficiales del MotoGP fueron copados por los fierreros. El stand de Valentino Rossi fue el que más vendió.
Otro imán para los tuercas fueron las tiendas de indumentaria, un universo muy especial. Las prendas oficiales tenían un costo algo elevado para las billeteras nacionales. Los precios no eran populares. Una gorra oficial osciló entre los 12 mil y 15 mil pesos en el circuito contra cinco mil en la zona céntrica. Una remera entre los 8 y 20 mil pesos. Un buzo de 30 mil para arriba, mientras que las camperas de 50 mil en adelante.
Al ser un público en su mayoría internacional, las tarjetas de crédito de colombianos, mexicanos, uruguayos, bolivianos, peruanos, chilenos y brasileños desfilaban sin pausa. Claro que también hubo argentinos, en su minoría, que se llevaron un recuerdo de la ciudad.
Almorzar en el autódromo o en el corazón de Termas también tuvo lo suyo. Un sándwich oscilo entre los 1500 y 2500 pesos. Las gaseosas 600 pesos, mientras que la cerveza chica entre 600 y 1500 pesos. A mucha gente se la vio disfrutando además del show de free style y drift que ofreció una marca de bebidas energizantes en el Fan Zone.
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El show de free style en la zona del Fan Zone fue un imán para los fanáticos del MotoGP.
Ver volar las tres motos piloteadas por dos chilenos y un argentino, o derrapar a una Toyota blanca 86 ante el aplauso de la gente fue otro bálsamo de placer que se dieron los tuercas. Como les sucedió a los rosarinos Marcelo Longhi, de zona norte, Federico Ronda, de oeste, y Rodolfo Brandoli del centro. O al leproso Leandro, del centro, a quien se lo vio por la movida nocturna exhibiendo su casaca de Newell's.
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Los rosarinos Marcelo Lomghi, Federico Ronda y Rodolfo Brandoli se florearon en Termas de Río Hondo.
Como el deporte va de la mano del turismo, algunas provincias del NOA aprovecharon e hicieron base con sus respectivos stands en un amplio sector del autódromo. Es más, hasta un punto de Caba estuvo instalado. Para Santa Fe hubiese sido una gran excusa haberse mostrado en esta ciudad debido que a que tiene múltiples propuestas culturas, deportivas, recreativas y turísticas para exhibir con orgullo.
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Leandro se paseó muy orgulloso por la noche santiagueña luciendo su casaca leprosa.
También fue para destacar el enorme escenario donde se ofrecieron entretenimientos y shows musicales. Otro punto a resaltar por parte de la organización santiagueña es que abrió las puertas del histórico Museo del Automóvil, que exhibe no solo autos de diversas generaciones y modelos sino además todo tipo de motos de todos los tiempos.
Mientras que fuera del trazado también hubo mucha acción. El centro estuvo abarrotado. Los comercios estuvieron desde el miércoles abiertos hasta altas horas de la noche, con una oferta interminable de artículos regionales, gorras, remeras y otros recuerdos alusivos a la presente edición del MotoGP. Todo terminó siendo una fiesta. Quizá se vio menos gente que en otras ediciones. Pero la pasión no cambió.