"No soy de las que aflojan, a veces me derrumbo pero sigo adelante. La vida pasa en un instante y no voy a dejar que se me vaya". Quien habla, desde lo más profundo de su ser, es Luisina Viletto, una triatleta de 43 años todo terreno, considerada la mejor deportista rosarina en esa especialidad tan exigente que combina pedestrismo, ciclismo y natación en distancias aptas solo para superatletas. Después de clasificar segunda en su categoría y octava en la tabla general amateur en el Ironman realizado en mayo pasado en Florianópolis, obtuvo la plaza para competir en el Ironman de Hawaii, que se realizará el próximo 6 de octubre, pero para eso también necesita de una mano solidaria que pueda ayudarla para poder costear su viaje y estadía en la mítica isla del océano Pacífico. Relato de una mujer, madre, compañera y laburante que exprime cada minuto de vida para ser feliz con todo lo que la rodea.
Oriunda de Las Rosas, Luisina comenzaba a forjar desde su más temprana edad lo que hoy en día es su pasión: el triatlón. El contacto con el agua cuando tenía apenas 4 años fue el comienzo de una verdadera aventura acompañada por su grupo familiar, también adepto al deporte. Pero como suele suceder en muchos pueblos alejados de las grandes urbes, profundizar el entrenamiento deportivo suele ser un factor limitante, por eso también aprovechaba para dedicarle algunas horas otros deportes. "Siempre hice natación desde chica, pero las limitaciones del pueblo le impedían entrenar todo el año, por eso también hacía tenis y no pude desarrollar otras capacidades a nivel profesional en la natación", afirma Luisina en diálogo con La Capital mientras espera la llegada de esponsors que le permitan cumplir el sueño de volver a surcar el océano de aguas turquesas de Hawaii, además del pintoresco paisaje de rutas y trayectos que también recorren a pie y en dos ruedas.
Lo cierto es que a partir de los 18 años Luisina decidió que quería ser contadora, sin saber tal vez eso también le permitiría ser su fuente de ingresos para poder desarrollarse en lo que 14 años después se transformaría en tres especialidades en una sola, una verdadera experiencia para quienes aman el deporte. "A los 32 empecé a hacer triatlón, pero ya contaba con la base de la natación así que le sumé el running y la bicicleta y obtuve muy buenos resultados: fui la primera en clasificar a los mundiales, primera rosarina en clasificar a Hawaii en 2016, con mucho sacrificio y esfuerzo de mi familia, pero hoy en día está imposible a raíz de la situación económica; las clasificaciones son difíciles y ahora necesito esponsors para poder avanzar", comenta.
Los logros a lo largo de su carrera como deportista amateur hablan por sí solos. Ganadora del Triatlón Olímpico de Rosario en 2021; mejor rosarina en 2021 al consagrarse en la media maratón de Rosario posicionada dentro de las Atletas Elite; Ganadoras en el Triatlón Olímpico de Baradero en octubre de 2021; mejor argentina en el Mundial de Sudáfrica en septiembre de 2018, previo a la consagración como ganadora absoluta en la categoría general de damas en el Ironman disputado en Punta del Este, que le valió la clasificación a esa competencia máxima. Y eso son solo algunos de los lauros obtenidos por esta atleta todo terreno de 43 años, una verdadera Ironwoman, que el pasado 29 de mayo logró además una personal best (PB, del inglés mejor marca personal) en Florianópolis al ser la primera argentina, con un registro de 10 horas y 3 minutos, puesto que suele correr por debajo de los 4 minutos el kilómetro, nada sencillo para quienes saben lo que es correr.
Por su puesto que el mundo del triatlón es una forma de vida y allí también conoció a su actual compañero, Albano Gherra, con decidió continuar su vida al ritmo de las pulsaciones y el paso de cada zancada, brazada y pedaleada, siempre con los pies sobre la tierra. Pero, para ellos el tiempo parece no existir —aunque en verdad se transforme en determinante a la hora de competir— y para ello lo consumen y lo viven juntos, ambos contadores de profesión y con un grupo de entrenamiento (L y A Training Team) fundado en 2016 para entrenar y guiar el camino de unos 60 atletas.
"Los dos somos deportistas; el viene de la natación con un muy buen nivel al igual que el triatlón. Desde que nos conocimos clasificamos a diferentes mundiales de la especialidad y desde ahí comenzamos a desarrollarnos en el ámbito deportivo para materializar lo que hoy somos, un equipo", destaca Luisina. Y agrega: "Siempre fue de superarme a mi misma, en todo ámbito de la vida, me encanta competir, pero todo lo que logré lo hice en base al esfuerzo y perseverancia y en absoluta humildad y perfil bajo".
La semana de entrenamiento de Luisina
Luisina se levanta bien temprano —en la mayoría de las veces le gana hasta el sol al amanecer— para entrenar natación tres veces por semana previo a ir a trabajar en la empresa en la que se desempeña como contadora, otros dos días por la tarde sale a correr sumado a los fondos del fin de semana, mientras que los miércoles y sábados completa su exigente y extensa rutina arriba de la bici para seguir sumando kilómetros. Como si esto fuera poco, comparte tiempo con sus dos hijas y también le dedica un buen rato al grupo de entrenamiento que coordina con su pareja.
"Nada me viene de arriba, por eso le meto mucha garra y pasión a todo, pero siempre con perfil bajo porque no me gusta eso de figurar", define Luisina, una manera de vivir la vida que la conserva desde que era muy pequeña. Hoy, con la imagen de su madre en su retina, a quien recuerda en cada momento, sigue adelante y no detiene su marcha.
Algo del palmarés de Luisina
Comenzó a hacer triatlón a los 32 años, en el año 2012. Compitió algunos shorts (triatlones cortos, de 750m de natación, 20 km de ciclismo y 5km de pedestrismo). Luego se animó a la media distancia. "Me encantó y realmente me sienta mejor. Corrí también cuatro Ironman en Florianópolis (2014, 2015, 2016 y 2022).
En el año 2015, disputó su primer half Ironman en Pucón, que le otorgó la clasificación para el Mundial de media distancia, donde obtuvo un segundo puesto en la categoría. Ese resultado le dio la plaza para el mundial que se disputó en Austria en agosto de ese año.
En enero del 2016, volvíó a corren en esa ciudad y ganó la competencia, que le valió una plaza al Mundial de Australia. Y seguidamente a ello, en mayo, al correr el tercer Ironman en Brasil, obtuvo la clasificación la mundial de larga distancia, que se realizó el pasado mes de octubre en la cuidad de Hawaii. "Corrí, solo con diferencia de un mes, los dos eventos más importantes de Triatlón de media y larga distancia", acota. El Mundial de Niza (Francia) ya no pudo correrlo por falta de recursos y es por eso que ahora busca una ayuda para poder seguir con su deseo de seguir compitiendo en el nivel más exigente del mundo como lo es el Ironman, o mejor dicho en su caso, el "Ironwoman".
Para contactarse con Luisina: Instagram (@luiviletto) / Facebook: luisina.viletto