Con una alta dosis de eficacia en la primera etapa, Tigre goleó esta noche por 5-1 a River Plate
en el propio Monumental y lo devolvió a la dura realidad que lo acompañó en los últimos tiempos.
El equipo de Victoria, conducido por Ricardo Caruso Lombardi, cortó unas racha adversa de
cinco reveses consecutivos y a la vez le propinó a River una de sus peores caídas como local.
Los goles del “Matador”, todos en el primer tiempo, fueron convertidos por
Claudio Pérez a los 10 minutos, José San Román a los 11, Pablo Fontanello a los 16, Mariano Pasini
a los 35 y Lenadro Lázzaro a los 43, mientras que el descuento lo anotó Rogelio Funes Mori a los 5
del complemento.
En los primeros minutos de la etapa inicial River intentó hacerse de la pelota con el aporte
de Ariel Ortega y Mauro Díaz en el sector del medio, aunque la férrea defensa visitante impidió que
el equipo de Angel Cappa llegara con peligro.
En una ráfaga de seis minutos Tigre sacó una diferencia de tres goles que fueron facilitados
por notorios descuidos defensivos, acaso una constante de este River a lo largo de la temporada.
El primer gol de la noche llegó a los 10 minutos. Tras una pelota parada y un par de centros
cruzados en el área local, Pérez, solo frente al arco, no tuvo problemas en abrir el marcador.
Un minuto después el ex millonario San Román tomó la pelota por derecha, caminó unos pasos
para darle directo al arco y la clavó cerca del ángulo alto de la valla de Daniel Vega, que estaba
totalmente adelantado.
Si en la previa del partido la fiesta estaba armada para despedir al “Muñeco”
Marcelo Gallardo, luego del tercer gol de Tigre, que llegó a los 16 minutos por intermedio de
Fontanello, la incertidumbre se apoderó de todo River, ya fuera en los integrantes del equipo como
de toda su hinchada, y pasó a ser un sufrimiento con cada contra del equipo de Victoria.
Intentó contestar River con un par de desbordes del “Burrito” Ortega y de Paulo
Ferrari, pero fue muy tenue el esfuerzo y la pelota no le llegó nunca clara a Funes Mori, quien se
debatió en soledad en el área rival.
Tigre siguió igual, sin inmutarse, ni salirse del libreto y de la misma manera que había
sacado tres goles de diferencia siguió aumentando las cifras.
A los 35 fue Pasini el que metió el cuarto tras una buena jugada de Carlos Luna y a los 43
Lázzaro, tras otro error de la defensa de Ríver, metió el quinto después de presionar y ganarle la
pelota a Facundo Quiroga.
En el complemento, con el ingreso de Diego Buonanotte y el paraguayo Rodrigo Rojas el
director técnico Cappa intentó darle un volumen mayor de juego a su equipo.
Rápidamente consiguió el descuento, a los 5 minutos, luego de que Funes Mori capturara un
rebote del arquero Luis Ardente tras un fuerte remate desde fuera del área del juvenil Ezequiel
Cirigliano.
Pareció que River estaba en el camino correcto de acercarse en los guarismos, pero lentamente
Tigre le “copó” otra vez la zona media, lo maniató y a punto estuvo de aumentar el
tanteador.
Dos jugadas de Luna, quien erró sendos goles cantados, hubieran puesto cifras catastróficas a
una noche negra de River.
En definitiva, River estuvo al borde de sufrir la mayor goleada en su propia cancha