Dentro de las jornadas de carreras, las banderas roja, verde y amarilla son un símbolo de la actividad del turf. La primera se mantiene al tope señalando la entrada de los competidores a los partidores y permanece en lo más alto hasta que el marcador sea oficial.
La segunda indica que el juez no pudo determinar con exactitud el puesto de uno de los participantes y necesitara del photochart para determinar el vencedor. La restante es elevada cuando un jockey plantea el reclamo por alguna molestia producida por otro participante durante el desarrollo, dejándole el criterio a la Comisión de Carreras para ratificar o rectificar el fallo.
Por estos días, en el Independencia flamea al tope del marcador la “bandera amarilla”, elevada por los gremios nucleados dentro de la actividad turfística rosarina, quienes reclaman el regreso de las competencias y no encuentran respuestas inmediatas favorables, luego de haber expresado reiteradamente la necesidad imperiosa de que vuelvan las carreras al centenario hipódromo rosarino.
Desde la última reunión disputada el pasado sábado 7 de marzo, transcurrieron más de siete meses. Corrió mucha agua debajo del puente, la pandemia caló hondo y ahora en mayor medida está haciendo foco en nuestra ciudad, contingencia que hizo retroceder las fundadas intenciones de los que tienen al turf como único medio de vida y que hace un par de meses atrás prácticamente estaban en las gateras esperando el tañir de la campana de largada.
Existieron varias reuniones entre los dirigentes hípicos y los directivos de la Sociedad del Estado Municipal Hipódromo Rosario (Semhr), en las que se llegó a aceptar los protocolos presentados en su oportunidad y solo quedaba la aprobación del gobernador de la provincia, algo que por el momento no ocurrió. La respuesta afirmativa se hace esperar y van pasando los días en los que se agudiza la difícil situación que atraviesa la gran cantidad de familias que viven directa o indirectamente de la actividad hípica.
Esa necesidad se vio reflejada en la marcha llevada a cabo el viernes último por los trabajadores del turf, quienes se movilizaron en caravana desde el hipódromo hasta la municipalidad y luego a la delegación de la gobernación, reclamando la reapertura ante la grave situación que padecen.
Encabezados por Francisco Arcando, secretario general de la Asociación Gremial de Cuidadores, Jockeys y Aprendices de Rosario, los allí presentes hicieron llegar al intendente Pablo Javkin una carta expresándole “la imperiosa necesidad de volver a correr”. “Es de público conocimiento que la Municipalidad ha autorizado todo tipo de actividades grupales”, argumentó Arcando, para luego agregar: “Nuestra actividad sigue cerrada y nos sentimos discriminados. Le pedimos al intendente Javkin que gestione -a la brevedad-, los permisos necesarios para poder correr. Nuestra situación económica es crítica, no podemos esperar más”, puntualizó el dirigente hípico.
Tras la marcha, y al ser consultado por Ovación, Francisco Arcando dijo: “Estamos esperando que desde la gobernación se firme la autorización para volver a correr. Ellos aducen que hay fallas en el protocolo, pero no es así, hace varios meses que fue aprobado por la Municipalidad de Rosario. Tenemos todo en condiciones para que se pueda correr, pero el expediente iniciado está dando vueltas y la gente está con la soga al cuello ante la carencia de la fuente laboral”.
Más adelante el dirigente expresó: “Nosotros consideramos que están dadas las condiciones para que haya carreras, podríamos comenzar ya mismo. Solo falta armar la carta de llamados y eso no sería un problema, ya que los participantes serán los que se encuentran alojados en el tattersall.
Por el momento, todas las pruebas serán de carácter no computable y en principio se disputarán solamente con 8 caballos, dejando una gatera libre entre ellos”.
Con respecto a las apuestas y la chance de que las carreras sean transmitidas por el canal de Youtube, el dirigente gremial indicó que: “Los directivos de la Sociedad del Estado Municipal Hipódromo Rosario están trabajando intensamente para que los aficionados puedan acceder a través de una «billetera electrónica», como la están poniendo en práctica -con buen suceso- en los hipódromos del interior y también en Palermo, San Isidro y La Plata”.
En lo concerniente a la actividad hípica en la capital santafesina, otro ámbito que padece las mismas necesidades, Arcando dijo: “Santa Fe espera por lo que suceda en el Independencia, estamos trabajando en conjunto, ellos también tuvieron que dar marcha atrás con la reapertura de su hipódromo, el aumento de casos en la provincia fue un factor determinante para el retroceso”.
Por último, Panchi Arcando dejó un mensaje de esperanza: “Se necesita la voluntad de todos para que vuelvan las carreras, algo que no debería faltar en la mesa de negociaciones”.