Transcurrida prácticamente la mitad del torneo hay unas cuantas evaluaciones que pueden hacerse y no sólo desde lo futbolístico. La cuestión física es, por ejemplo, uno de los sostenes de los grandes equipos y donde cada vez se hace mayor hincapié. “Es clave mejorar la confianza del futbolista”, fue una de las tantas frases que tiró el preparador físico de Central, Jorge Rey, quien siente que no es el “único responsable del acondicionamiento físico porque cree en la función “interdisciplinaria” de todo un grupo de trabajo: “área de performance” de la que forman parte cuerpo técnico, cuerpo médico, kinesiología y nutrición. Por eso expresó sin titubeos que “todos somos los responsables de que las decisiones que tomemos sean para asumir los riesgos y para festejar los logros cuando un jugador mejore”. En una extensa charla con Ovación el uruguayo contó los detalles de un trabajo que comenzó mucho después que el resto de los equipos, pero sobre todo del “ida y vuelta” que lograron generar con los futbolistas, de quienes dijo “sienten el apoyo del cuerpo técnico y creen en el trabajo”. Y casi a modo de broma, aunque relacionado con la función que le toca cumplir, disparó: “El mejor partido es aquel en el que todos terminan sanos”.
“Cuando uno llega al fútbol argentino las expectativas son altas por el nivel de los jugadores y del campeonato, y nuestro caso tuvo un condimento especial, que fue que asumimos en una institución con una energía renovada poselecciones. Desde un principio sabíamos que íbamos a comenzar con un tiempo de trabajo distinto al de los demás equipos, y con nuestra metodología de trabajo logramos muchas sesiones en doble horario, previo al viaje a Chile, donde hubo una competencia de nivel alto. Y creo que ese fue el camino que logramos para conocer al plantel en todas sus estructuras, tanto en lo emocional, en lo socio-afectivo, en lo técnico-táctico. Fue el puntapié inicial para que ellos nos conocieran a nosotros de a poco”, reconoció Rey en el mano a mano con Ovación en un alto que hizo durante la mañana de ayer en Arroyo Seco.
¿Y en lo físico en qué tuvieron que hacer hincapié?
Hicimos hincapié en jugadores que venían lesionados del proceso anterior. No porque estuvieran lesionados, sino en ponerlos en forma y aumentarles su confianza para volver a tenerlos en campo rápidamente. Obviamente buscamos optimizar el rendimiento físico del resto. Desde el primer día creamos un área de performance en conjunto con nutrición, kinesiología, el área médica y la preparación física porque entendemos que ese es el camino interdisciplinario, de ida y vuelta entre los profesionales a cargo para generar no sólo sentido de pertenencia del staff institucional, sino también para evitar que las diferentes áreas no sean islas de información. Por ejemplo, si un kinesiólogo tenía conocimiento respecto a cierta debilidad de un jugador o una lesión antigua todos debíamos estar enterados. Con eso buscamos generar un perfil personalizado de cada deportista evaluando un montón de valores.
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Para Jorge Rey, el ida y vuelta con los futbolistas es esencial. Dijo que el objetivo es "bañarlos de contenido".
¿Y tus sensaciones hoy cuáles son?
Como cuerpo técnico estamos muy contentos porque tenemos a todos los jugadores sanos, contamos con la disponibilidad de un plantel que está a la orden y para poder compensar cargas podemos mandar futbolistas a que ganen minutos en reserva.
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¿Qué tan en contra les jugó arrancar más tarde que el resto? ¿Tuvieron que diagramar una ingeniería de trabajo particular?
La mayor diferencia está en poder llegar al grupo y que el grupo nos conozca. Más allá de las tareas que uno pueda plantear, es clave generar la confianza con el futbolista, que se genere un idea y vuelta con contenidos que aumente la credibilidad en el trabajo. Pero es algo que lleva tiempo. Para el deportista es fundamental tener una metodología de trabajo y sistematizarla porque los cambios constantes no siempre son positivos. Al principio fueron más de 40 sesiones en un mes, tres semanas seguidas de doble horario y eso no significa que por el doble horario el jugador corra 10 kilómetros en cada turno, sino que lo que buscamos es bañarlos en contenido. Tuvimos que poner en orden algunas cosas y hacer saber nuestra idea respecto al peso, obligación de suplementarnos y que nos conozcan como cuerpo técnico, porque uno de los puntos más fuertes que tenemos es la altísima exigencia. Pero para ello tuvimos que construir hábitos profesionales de todo tipo y lo compensamos con una altísima calidad humana, en lo que tiene que ver con el respeto, la empatía. No es sólo la tarea física y cuánto los hago correr, sino que hay un entorno extra que es fundamental para elevar los rendimientos.
Te preguntaba lo de la complejidad de arrancar tarde porque ya había una pretemporada armada, con partidos importantes y rápidamente tuvieron que salir a la cancha.
Tal cual. Nos vinieron bien esos diez días en el final del año, antes de irnos a Chile, donde le propusimos al plantel sesiones en doble turno justamente para asegurarnos de generar una pequeña adaptación a lo que nosotros íbamos a buscar de ellos después de Chile. Sabíamos que después del viaje no íbamos a buscar el desarrollo físico, sino el mantenimiento con estímulos de alta intensidad de competencia. Apuntamos semana tras semana a un desarrollo con pequeños estímulos de cargas intensas, pero le estamos siempre muy encima al jugador para ver cómo está tolerando esas cargas. La idea del área de performance fue no ser yo solo el responsable de la preparación física porque no lo entiendo de esa manera. Creo que es algo multidisciplinario. Todos somos los responsables de que las decisiones que tomemos sean para asumir los riesgos y para festejar los logros cuando un jugador mejore. Me quiero quedar con tu palabra, que me gustó mucho, fue una ingeniería la que tuvimos que armar, con mucho análisis y debate entre todos para ver qué era lo mejor.
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Rey comenzó a trabajar con miguel Angel Russo hace algunos años y dijo sentirse muy cómodo.
A esta altura del torneo, ¿se puede mejorar la condición física del futbolista o sólo se apunta a la mantención de los niveles?
Cada uno debe tener su metodología, pero yo pienso que todos los días se puede mejorar en algo. Entiendo que la condición física no sólo es correr, saltar, empujar o tener más fuerza para levantar una barra. Todos los días podemos mejorar rangos de movilidad, de estabilidad, flexibilidad. Estoy convencido de que podemos mejorar, por más que estemos a mitad del campeonato, más en la situación en la que estamos nosotros, sin copas internacionales en el medio.
Con los que tienen poco rodaje, ¿también es necesario una ingeniería especial?
Es complicado, pero todo se soluciona con dedicación. Cuando viajan con reserva hay que entender que tienen una carga de viaje, que al otro día hay que recuperarlos y darles libre quizá un día distinto que al plantel de primera. Eso demanda tiempo de trabajo, responsabilidad y compromiso. Hoy juegan 10 pero los otros 17 son igual de importantes. Ese es uno de los eslabones más fuertes para ganarse la confianza y mejorar los niveles.
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Para el PF fue una complicación arrancar más tarde que el resto de los equipos, pero está conforme con lo realizado.
¿Qué respuesta encontraron desde el primer día respecto a la predisposición del grupo?
Hoy nos encontramos en una situación muy buena y no hago referencia a la posición en la tabla, sino a los factores que hacen que estemos ahí donde estamos. Logramos entre todas las partes un clima de trabajo muy agradable y tenemos una base sólida de respeto y empatía con las obligaciones en el día a día. Este es un plantel con una buena predisposición, que día a día se acerca más al cuerpo técnico, siente el apoyo y cree en el trabajo.
Uno de los jugadores que venía de un parate es Montoya, que hoy está jugando y es capitán. ¿Cómo lo ves al Chaque?
Con Walter me pasó una situación particular. Cuando se sumó al grupo se me acercó a consultarme qué era lo que veía que le podía faltar para ser considerado, y a partir de ese día generamos una confianza tal que ahora con sólo una mirada entiende todo. Empezó a convencerse de que podía y fue fundamental ese acercamiento. Despertó un sentir de que debía hacer un poquito más o algo diferente para poder ser parte de equipo. Después se dio justo la lesión de Francis (Mac Allister), pero Walter hizo un gran esfuerzo.
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Rey está en permanente contacto con el cuerpo médico y los responsables de kinesiología y nutrición.
Las lesiones que tuvieron fueron traumáticas, por golpes, pero no musculares. ¿En cierta forma los deja tranquilos con el trabajo que vienen haciendo?
Como profe, el mejor partido es aquel en el que todos terminan sanos. Es un tema al que le estamos muy encima. Las lesiones de Quintana, Candia y Mac Allister fueron traumatismos directos por golpes y lo de Malcorra algo similar, por eso te puedo decir que nos deja tranquilos que por el momento están todos sanos y pueden trabajar en alta intensidad. Por suerte a nivel muscular no sufrimos ningún caso. En el tema lesiones no hablo de trabajo preventivo porque el verbo prevenir está relacionado con el futuro y el futuro no se controla absolutamente. Sí podemos trabajar sobre estrategias protectoras, como el sueño, las comidas fuera del club y los trabajos específicos de cada entrenamiento. Fue un gran desafío la primera triple fecha en una semana, con un clásico en el medio, y en ese sentido quedamos muy conformes. Ojo, no nos detenemos en eso, sino que tratamos de mejorar el rendimiento constantemente.