La historia se repitió. Gimnasia volvió a argumentar porqué es un equipo que cuando le dan tiempo y espacio es letal y puede soñar tranquilamente con el título. Este sabádo, en la cancha de Santa Fe Rugby, comenzó la defensa del título derrotando en una de las semifinales a Duendes por un categórico 40-19. Supo inclinar la balanza en los momentos justos y con paciencia construyó un triunfo que lo puso nuevamente en la final. Y tal como pasó el año pasado, dentro de una semana enfrentará a Estudiantes, que en la restante semifinal derrotó a Santa Fe Rugby por 29-25. De esta manera, en siete días y en el mismo escenario, Duendes se medirá con el anfitrión por el tercer puesto.
Como toda final (porque más allá de que no lo fue tenía todos los condimentos), el encuentro arrancó con una cierta dosis de nervios en los que las imprecisiones y los errores no forzados aparecieron con intermitencias. Duendes arrancó mejor, con control y cuidado de la pelota, y con esa posesión empezó a tener un mayor dominio territorial pero no pudo sacar esa diferencia que mostraba en la cancha en el marcador y esto fue, en parte, debido a la solidez de la defensa mens sana. Valentino Dicapua tuvo una posibilidad de abrir la cuenta, pero su envío se fue rozando un palo y el marcador no sufrió ningún cambio. Fue todo un indicio de una tarde al menos complicada para el verdinegro.
Pasado los quince minutos de juego y tres penales consecutivos del verdinegro le posibilitaron a GER salir del asedio e instalarse en la última línea de Duendes. Y desde una posición inmejorable Ramiro Picotto, el apertura de Gimnasia, rompió la paridad con un penal recién a los 18 minutos de juego (terminó siendo la figura y el goleador del partido).
A partir de ahí fue como que Gimnasia despertó y Duendes se hundió en sus propios errores. Moviendo la pelota, con una fidelidad extrema a su escuela, los mensanas llegaron al try. Teo Castiglioni sentenció y Picotto haciendo gala de su puntería extendió la diferencia con la conversión. Pero antes de que ello ocurra, revisaron la jugada y observaron un tackle alto de Rapuzzi en el cierre, por lo que el capitán de Duendes vio la tarjeta amarilla y dejó al equipo de la zona sur con uno menos.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Si bien era un momento complicado para el verdinegro, su amor propio lo hizo reaccionar y a pesar de tener una desventaja numérica fue por el descuento. Antes de la media hora logró su objetivo. Ignacio Gandini apoyó y Dicapua acercó a Duendes en el marcador. Ese envión lo llevó a que pocos minutos después fuera Juan Rapuzzi, que ya se había reincorporado al equipo, quien apoye, conquista que hizo que el verdinegro pasara al frente por primera vez en el partido. Pero la alegría le duró poco al equipo del barrio Las Delicias ya que la última palabra la tuvo GER, que a través del pie de Ramiro Picotto cerró el primer tiempo con un penal que puso al auriazul arriba por la mínima diferencia (13-12).
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Con ese resultado, la mayoría pensó que el partido estaba para cualquiera, pero no fue así. Al principio Duendes se acercó peligrosamente al ingoal, pero por errores propios, se volvió sin puntos. Mientras tanto Gimnasia seguía expectante, agazapado para herir a su rival. Pasado el cuarto de hora apareció en toda su dimensión y literalmente borró a su rival de la cancha. Manejó el maul a su antojo; mejoró en el line, obteniendo pelotas de calidad, algo que no había pasado en el primer tiempo; desde el scrum, que fue una formación que dominó toda la tarde, generó varios penales en los que, o bien salió del asedio verdinegro cuando estaba cerca de su ingoal, o bien sumó con la puntería de su apertura y por sobre todas las cosas se decidió por atacar.
Manuel Covella llegó al try y Gimnasia sacó una diferencia que obligó a Duendes a salir a quemar las naves. Pero el verdinegro siguió equivocándose en los caminos que tomaba y el mens sana aprovechó ese desconcierto.
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Toda la alegría en azul y amarillo. GER puso lo mejor de sí y es finalista del Regional del Litoral.
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Sobre la media hora de juego, Picotto volvió a decir presente en dos penales que, para Duendes, fueron dos mazazos, dos golpes de KO que definieron el partido más allá de que la cosa no quedó ahí.
En los últimos diez minutos, con más resto, el equipo del parque Independencia se hizo dueño absoluto de las acciones y antes del final volvió a dejar su marca. Ignacio Palillo estiró la cuenta al punto que hizo que el try del descuento de Román Pretz (un premio a la perseverancia más que al juego) pasara inadvertido.
Con el partido ya definido hacía bastante tiempo, Gimnasia le bajó el telón al partido con un try de Ignacio Villegas que reafirmó el hambre de gloria del conjunto mens sana.
Gimnasia ganó y lo hizo con autoridad, como un verdadero campeón que cuida su corona. Le queda el último escalón y Estudiantes es su escollo.