Son diez días y muchas ilusiones. Así de simple. Y decisivo. Central comienza hoy en Montevideo un periplo de pocos días, mucho esfuerzo y enormes expectativas. Es que los objetivos comienzan a dirimirse esta noche. Uno de ellos al menos. Pero a la brevedad irá por el otro. Aunque en el Gran Parque Central, como les gusta llamar a los hinchas de Nacional a su estadio, los canallas tratarán de cerrar la clasificación a la Copa Libertadores. Para la cual tienen muchas opciones para lograrla, pero si gana o empata simplificará el trámite sin la burocracia de las matemáticas (ver página 4). Con la determinación indispensable para estar en los octavos de final. Sin especulaciones de rivales a futuro. Ya que se trata de primero pasar para después jugar lo que establezca el destino.
Pero como fue dicho en el párrafo anterior, el viaje de los viejos sueños tiene otras estaciones. Que serán prioritarios a partir de mañana. Allí hay dos paradas obligadas para estacionar, resolver y continuar. La de San Lorenzo este domingo y la de Newell’s el fin de semana próximo. Y todo con la misma máquina. La que arrancó el periplo con toda fuerza. Luciendo potencia, resistencia y eficacia. Pero que en los últimos tramos recorridos no regula del todo bien. Que aminoró la marcha. Aunque no lo sacó de carrera. Porque si funcionó a pleno en un principio, bien puede recuperar esa regularidad en su derrotero hacia el destino final. Que parece más lejos, pero no obstante sigue estando a la misma distancia. Porque aún todo depende del equipo de Coudet.
Por supuesto que todo trayecto produce un lógico desgaste, lo que genera contratiempos y obliga a reponer recursos. Y es hasta previsible que lo que se cambia por obligación produzca una merma por necesidad. Porque el original nunca es idéntico al sustituto. Pero más allá de esto hay algo que es indiscutible. Central está en estas circunstancias por mérito propio, a sabiendas de que los costos que se pueden pagar están íntimamente vinculados a los anhelos fomentados.
Y de esto son conscientes los jugadores y el cuerpo técnico. En el fútbol, lo que ayer estaba en el haber hoy pasa a la columna del debe, o viceversa, con la rapidez de un remate que se transforma en gol. Y la ansiedad troca al elogio en crítica con la velocidad de un rayo, más cuando se trata de un club que tiene como deuda interna un largo período sin consagraciones.
Por todo esto es que las certezas del ayer mutaron en dudas en el hoy, pero Central es el único que puede dirimir esta cuestión. Y en la Copa a partir de esta misma noche. Cuando deberá hacerse del punto o de los puntos necesarios para que el pasaje a octavos garantice el voto de confianza en un equipo que hizo camino al andar, pero que esta noche necesita seguir andando.
Claro que para ello tendrá que recuperar el juego perdido, la hidalguía para buscar, la fortaleza para resistir y la inteligencia para concretar. Virtudes que supo tener, pese a que hoy parezcan diluidas. Y en caso de lograrlo, el viaje copero continuará, no sin sobresaltos ni complicaciones. Pero continuará. Y de eso se trata. De seguir para terminar con la historia de los sueños rotos.
Ruben y Lo Celso irían al banco
En función de la agenda apretada y del desgaste producido, Central presentaría una formación parecida a la que utilizó ante Independiente (2ª fecha), en nombres y en esquema. Por eso Marco Ruben y Giovanni Lo Celso es muy factible que arranquen el partido ante Nacional observándolo desde el banco debido al trajín al que vienen expuestos. Porque aunque no hubo confirmación ya que es decisión del entrenador Eduardo Coudet esperar hasta hoy para verificar la evolución de recuperación de los futbolistas, el partido ante San Lorenzo aparece como un encuentro en el que el conjunto canalla quiere afrontarlo con la plenitud de su plantel.
De acuerdo a ese pensamiento, la última línea auriazul sería formada por Salazar, Donatti, Alvarez y Pinola (acumula dos amarillas y por ende deberá evitar sumar otra en caso de clasificar a octavos) y si es una réplica a lo que paró el Chacho con Independiente, Musto jugará delante de la línea de fondo, mientras que Montoya, Colman y Jonás Aguirre (José Luis Fernández también podría ser preservado desde el arranque) conformarían una línea media, con Cervi de mediapunta y Herrera como único delantero.
Claro que todo esto estará supeditado a la determinación que adopte este mediodía el cuerpo técnico luego de realizar la última evaluación de sus dirigidos, contemplando también que para el choque con San Lorenzo tendrá a disposición a Villagra para reemplazar a Pinola (expulsado ante Vélez), mientras que espera que Larrondo vaya adquiriendo ritmo fútbolístico en los días previos.
Detalles de una clasificación que a Central se le podría dar incluso perdiendo
Esta noche Central y todos sus hinchas focalizarán la atención en dos canchas: el Parque Central, donde el Canalla enfrentará a Nacional, y San Pablo, donde Palmeiras recibirá al ya eliminado River de Uruguay. Varias cosas están claras: si Central vence al Bolso será el primero del grupo y si empata será segundo y accederá a los octavos de final del máximo torneo continental. Y además, si Palmeiras no gana, los auriazules pasarán de ronda automáticamente, aun perdiendo hoy en tierras charrúas. Es más, si los del Chacho pierden por un gol y los paulistas ganan por un gol también se logrará el pasaporte a octavos.
A la hora de definir las posiciones se tienen en cuenta: los puntos ganados, la diferencia de goles, la mayor cantidad de goles a favor, la mayor cantidad de goles marcados de visitante y por último por sorteo.
Hoy Central tiene 8 puntos y una diferencia de goles de +3 (11/8). Y tiene 3 goles convertidos como visitante (los 3 a River de Uruguay). Mientras que Palmeiras tiene 5 unidades y una diferencia de goles neutra (8/8). Hizo 5 goles de visitante (2 a River y 3 a Central).
Sería una jugarreta del destino, pero existe la posibilidad de que la Conmebol deba realizar un sorteo entre Central y Palmeiras. Para que ello ocurra, el Canalla debería caer 3 a 2 y el conjunto paulista ganar 5 a 3. Lo cierto es que Central espera no hacer tantas cuentas para pasar.
El plantel hizo pie en Montevideo con confianza y mucha calma
Anoche, a las 21 en punto, la delegación auriazul arribó al hotel Radisson de Montevideo, enclavado en el inicio de la zona conocida como Ciudad Vieja. El plantel voló en chárter desde Rosario y llegó a la capital uruguaya con la gran ilusión de obtener esta noche el pasaporte a los octavos de final de la Copa Libertadores. A diferencia de lo ocurrido cuando enfrentó a River (en el hotel hubo una entrega de premios), lo de anoche fue bajo una calma absoluta en una Montevideo que a esa hora ya había perdido intensidad.
Los jugadores ingresaron sonrientes al hotel y no tardaron en trasladarse al comedor para compartir la cena y luego dirigirse a descansar a las habitaciones. Además de los futbolistas, la comitiva auriazul estuvo encabeza por el presidente Raúl Broglia y los vicepresidentes Ricardo Carloni y Luciano Cefaratti.
Vale recordar que esta noche no habrá hinchas canallas en el Parque Central debido a que el club de Arroyito fue sancionado por incidentes que protagonizó un pequeño grupo de la parcialidad canalla cuando visitó a River.
Central quiere coparse y hoy tiene la gran chance de sellar el pasaje a octavos.