Sueña como lo hace todo el pueblo canalla. También es muy racional. Emiliano Vecchio abrió su aguerrido corazón el día después de haber sido la gran figura de Central ante Táchira por los octavos de final de la Copa Sudamericana. Con el boleto en cuartos bajo el brazo, el crack auriazul habló a solas con Ovación. “En el fútbol a veces es muy difícil coronar, pero intentaremos ir en busca del premio máximo como lo hacen todos los equipos”, dijo con la ilusión a flor de piel. El capitán agregó que ante los venezolanos “se vio la fortaleza grupal”. Y remarcó que el conjunto de Arroyito “está para mantener los pies sobre a tierra y entender que estamos en un punto que evolucionamos y formamos un grupo, un equipo. Nuestro mayor desafío es poder fortalecernos y seguir creciendo. Si se logra mantener este proceso en el tiempo, los resultados darán sus frutos”.
El 10 conjuga clase deportiva con marcada convicción a la hora de analizar el presente deportivo. El conductor buceó en diversos temas sin filtros. No en vano es la máxima esperanza centralista en estos dulces tiempos coperos. ¿Cómo estás desde lo físico después de haber jugado con Táchira en gran nivel sin haber realizado la pretemporada? Estoy bien, en líneas generales. Lo que sí debo reconocer es que para mí fue importante haber jugado contra Godoy Cruz. Esos minutos en Mendoza me sirvieron para sacarme el miedo de la lesión que dejé atrás en el posterior, que dicho sea de paso fue complicado y para entrar un poco en ritmo. Con Táchira me sentí más cómodo y más suelto. Lógico que terminé cansado porque no pude hacer la pretemporada normal, pero me quedo con que ganamos y pasamos de ronda.
Tratar de recuperarme lo más rápido posible para ver si puedo estar disponible para el partido de este domingo con Vélez en el Gigante. Uno quiere jugar siempre, aunque eso lo determinará el entrenador.
¿Notás que la falta de pretemporada te está pasando factura rápidamente?
Tuvimos un parate de 25 días y cuando volvimos a entrenar, me lesioné al cuarto día de pretemporada. Eso me impidió entrenar normal. No hice pretemporada porque estuve lesionado. Al partido contra Godoy Cruz llegué con dos o tres entrenamientos. Gracias a Dios pude sumar minutos y considero que con el pasar de las fechas me iré sintiendo cada vez mejor y tendré el ritmo de fútbol que espero. Ojalá esté en óptimas condiciones en las próximas fechas.
Ante los venezolanos no pareció estar falto en lo futbolístico porque hiciste todo bien. No estuviste errático y se te vio generando casi todas las situaciones en ofensiva.
Está bien, pero en un momento del partido me sentí mucho más ahogado de lo normal. Pero soy optimista y buscaré ponerme bien lo más pronto posible. Lo lindo es que estoy jugando de nuevo.
¿Por qué ante Táchira se te vio muy atrás en varios pasajes siendo que tenés el rol de conductor?
El Kily (González) nos pide que nos paremos 4-4-2. La idea es que con Emmanuel (Ojeda) formemos el doble cinco sabiendo que muchas veces soy quien debe soltarse más arrancando desde atrás. Y cuando pasa eso, se los ve a Ojeda, Zabala y Pupi (Ferreyra) formar una línea de tres volantes. Tengo libertad para moverme y por eso aparezco en varios sectores durante los partidos. Lo importante es sumar en función colectiva porque la propuesta es ser protagonista siempre.
¿Qué generó puertas hacia adentro la clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana?
Entendemos que estamos en una muy buena situación. Estamos dentro de los ocho mejores de la Sudamericana, que no es poco. Pero también somos conscientes de que si no mejoramos será difícil ganar la copa porque estos tipos de competiciones son realmente muy duras. Son bravas. Hay equipos con mucha experiencia internacional. Por eso, si no ajustamos las cosas que debemos, esos equipos no nos perdonarán cuando los tengamos enfrente. Este tiempo que tendremos para afrontar los cuartos de finales nos posibilitará recuperar a algunos jugadores que contra Táchira no estuvieron por diferentes motivos. También habrá que aprovechar este período para entrar más en ritmo colectivo y llegar a los partidos contra Bragantino de la mejor manera. Independientemente de eso, hay que seguir siendo humildes y entender que todavía nos faltan lograr muchas cosas.
Se te ve con los pies sobre la tierra cuando hablás de la Sudamericana. Con respecto al partido ante Vélez, ¿sos consciente de que no pueden volver a perder por el torneo local?
Es cierto, con Vélez estamos obligados a salir adelante. Nos enfrentaremos a un equipo intenso, que conocemos y sabemos que vendrá a hacer su trabajo con el fin de llevarse algo de nuestra casa. Juega muy bien y está sincronizado desde hace tiempo. Más allá de eso, ellos vienen golpeados (fueron eliminados de la Libertadores) y de un viaje largo (se presentaron en Guayaquil el miércoles), por lo cual buscaremos hacernos fuertes y potenciar nuestras virtudes. No será un partido fácil, pero Central tiene lo suyo. Vamos a dejar de lado la Copa Sudamericana para meternos de lleno en el torneo local porque necesitamos empezar a sumar puntos en la Liga Profesional cuanto antes.
¿Lo decís sobre todo por la derrota en Mendoza?
Por todo. El palo contra Godoy Cruz fue un golpe muy duro. Nos lastimó mucho. No tanto por el resultado, que lamentamos, sino por el juego que hicimos. No estuvimos a la altura. No hicimos lo que debíamos. Tampoco es excusa decir que hubo muchos cambios. Hubo chicos que debutaron o jugaban de nuevo, pero lo que hicimos en cancha no puede suceder más. Contra Vélez buscaremos conseguir los tres puntos y dejando una buena imagen.
Se ve que la charla interna que tuvieron tras perder en Mendoza sirvió mucho porque el Kily también habló de lo que pasó con Godoy Cruz luego de Táchira.
Sí, totalmente. Fue muy positiva. Hicimos una charla muy fuerte. Todos queremos lo mejor para el club. Nosotros estuvimos de acuerdo con las cosas que nos dijo porque sabemos que no estuvimos a la altura. Lo que pasó en Mendoza no puede suceder más. Podemos perder, pero no de esa manera. Lo que molestó y dolió fue la forma. No podemos darnos el lujo de presentarnos tan light. Fue un sacudón y nos propusimos no cometer más ese error.
¿Qué te genera como capitán que ante Táchira había ocho pibes surgidos del club entre los titulares?
Un orgullo tremendo ante todo. Central volvió a ser una fábrica de sacar jugadores. Son pibes que hacen lo mejor por el club, pero tampoco hay que exigirle todo porque deben madurar. Para mayor responsabilidad estamos nosotros, los más grandes.
¿Te deja más tranquilo saber que con Bragantino estarán Broun, Ruben y Gamba?
Son jugadores importantes. Necesarios para estos tipos de partidos coperos. Nos salió todo bien contra Táchira con el piberío, pero Central arriesgó todo porque fue un equipo de pibes en líneas generales. Pibes que se la bancaron bien. Pero contar con Fatu, Marco o Lucas será muy importante porque es un torneo internacional. Eso tiene su peso. Son jugadores necesarios. No pudimos estar los cuatro desde hace varios partidos. Si no faltaba uno, lo hacía otro. Para los cuartos de final estaremos todos si Dios quiere y considero que seremos un equipo más fuerte.
¿Qué caras viste en la previa del partido?
Cuando salimos a hacer los ejercicios precompetivivos los miré a todos porque quería saber cómo estaban. Fue muy importante ver a nueve de once jugadores surgidos de las inferiores, mientras que los dos restantes futbolistas (D. Martínez y Zabala) están muy comprometidos con este proyecto del club. Había mucha juventud, es cierto. Pero también es verdad que les veía brillar sus ojos con ganas de ganar. Con hambre de gloria. Eso me dejó tranquilo. Y en cancha demostraron hacer bien las cosas.
¿Considerás que este parate hasta los cuartos de final les vendrá bien para recuperar a los más experimentados?
Totalmente. Fatu, Marco y Lucas estarán bien para los partidos contra los brasileños. Llegarán con ritmo además. Por eso queríamos pasar esta llave. Sabíamos que luego tendríamos a disposición a todos porque ya habrán dejado atrás sus respectivos problemas. Y a eso le agrego que tendremos a Milton (Caraglio) porque ya estará habilitado internacionalmente. Ahí se verá un equipo mucho más competitivo. Pero para eso hay tiempo, ahora solo hay que pensar en lo que será el partido de este domingo contra Vélez porque necesitamos los tres puntos.
¿Tanta presión sienten por ganarle a Vélez?
No es presión. Es obligación de revertir lo que hicimos en Mendoza. Tenemos que ganar para sumar en el torneo local. En la tabla anual de la Liga estamos en el puesto 15 de 26 equipos, no estamos bien. Necesitamos sumar para terminar este campeonato entre los cinco o seis de arriba así clasificamos a alguna copa. Al menos es nuestra idea. Además, no es saludable empezar tan mal el torneo local porque luego se complica salir. Por eso debemos ganar en casa este domingo.
¿Se acostumbraron a jugar sin público o extrañan a los hinchas en el estadio?
No, se los extraña mal (sic). Uno quiere jugar siempre con gente. Más si es en el Gigante. Tenemos una hinchada tremenda. Lo ratificó cuando llegamos al estadio. Hubiese sido una fiesta el Gigante anoche (jueves). Ojalá vuelva pronto el público a los estadios porque para nosotros es muy importante. Buscamos darle alegría por los medios disponibles. Sabemos que nos siguen y están muy pendientes. También que quieren estar en el Gigante. Central es así y genera todo eso y mucho más.