Para el entorno íntimo y cercano no fue una sorpresa. Pero para el común de la gente fue una bomba que estalló de la nada misma. Germán Herrera habló anoche desde el corazón. Se dejó llevar por los sentimientos y confesó una resolución que dejó al mundo de Central herido y aturdido. "Dejo el fútbol una vez que termine el semestre. Más de lo que le di al club no podré darle", argumentó el Chaqueño como quitándose de encima "esta decisión que tengo tomada desde hace bastante tiempo". Las frases que fue desmenuzando en esta Porto Alegre repercutieron automáticamente muchísimo más en las redes sociales y tendrá un impacto mayor de ahora en más. Porque el atacante canalla hizo el anuncio nada feliz justo en la antesala de una partido chivísimo, ya que el club se jugará esta noche ante Gremio gran parte de su estadía en la Libertadores e incluso su suerte en la Sudamericana.
Herrera tenía planificado reunir a la brevedad a la prensa rosarina en el country de Arroyo Seco para comunicar lo que sentenció anoche en esta ciudad brasileña. "Ya está. Me salió en este momento. Lo quería decir así también le daba un corte a este tema porque ya lo tengo meditado hace rato", fue el argumento que lanzó el delantero junto a una bocanada de aire cuando Ovación le consultó por qué había hecho pública la sentencia que tenía en mente.
"Es una decisión rara, pero quería que la gente lo supiera por mi boca", acotó el Chaqueño sin remordimiento ni culpa. Sin embargo, lo que no midió el goleador fue el momento en que optó por hacer semejante relato.
Porque Central llegó a Brasil contra las cuerdas. Está groggy. Un nuevo golpe y quedará nocaut en la Libertadores. "Me salió así y por eso lo dije en la conferencia de prensa", narró en contacto con este medio antes de ir a cenar junto al resto de los compañeros "que ya lo saben".
Para el hincha el Chaqueño no es uno más. Potenció su figura cuando pegó la vuelta al pago que lo formó en las inferiores y lanzó al profesionalismo, donde luego fue forjando una carrera maratónica y de trotamundos. Porque jugó en Gremio, Real Sociedad de España, San Lorenzo, Gimnasia, Corinthians, Botafogo, Vasco da Gama y Emirates (en Emiratos Arabes Unidos) antes de regresar "a mi casa, Central. El club que me dio todo", graficó con la voz entrecortada mientras iba rumbo al comedor a reunirse con el resto de la tropa canalla en esta ciudad.
"Estoy a punto de cumplir 36 años (el próximo 19 de julio). Estoy defendiendo un escudo muy importante y para eso debo estar a la altura. Es momento de decir basta. Hasta acá llegue", le aseveró a este medio anoche y como que las fichas de lo que anunció comenzaron a caerle lentamente.
Para muchos canallas de ahora en más será simplemente el Chaqueño. Para otros será eternamente el de los goles importantes en los últimos clásicos. Aunque el más valorado y celebrado será por siempre el de taquito que le hizo a Newell's en cancha de Sarandí cuando Central lo eliminó de la Copa Argentina, que luego terminaría conquistando en Mendoza ante Gimnasia.
"Todavía me quedan varios partidos importantes por jugar. Quiero disfrutarlos porque Central es un grande. Pero necesitaba decir esto", remarcó el Chaqueño antes de afirmar: "Soy un agradecido al hincha. A la institución. Pude volver al club gracias a Coudet y hace poco logramos algo muy importante. Por eso, a nivel personal, decir que largo el fútbol cuando termine este semestre es muy importante para mí. Pero es así. Estoy feliz por terminar mi carrera en esta institución, que en definitiva era lo que quería", concluyó Herrera, justo en la previa de una cita clave para el canalla.