Lo esperaban en Central un año atrás, pero lejos de involucionar en ese tiempo o de mostrar los signos lógicos del desgaste ante tamaña carrera futbolística, hoy Ángel Di María está en una plenitud sorprendente. A los 37 años, volvió a hacerse cargo del halo que trajo a Arroyito y en Junín resolvió un partido áspero. Intuyó el error en el defensor de Sarmiento, fue a buscar el pase corto al arquero y el uno rival debió cometerle el penal que él mismo pateó, suave, distinto, para asegurar todos los logros que podía llevarse el equipo de Holan en esta fecha: la clasificación a los octavos de final y, fundamentalmente, a la Copa Libertadores de América en su fase de grupos, sin pasar por repechajes. Y si Boca no le gana a Barracas Central el lunes en el pendiente, ya ese día festejará el pasaje a la Supercopa Internacional, una final con el ganador del Trofeo de Campeones que da una estrella.
O sea, el lunes, o en la próxima fecha o en la dos siguientes porque Central necesita un punto más o que Boca quede a más de 9, Di María ya estará a un solo partido de cumplir el sueño de campeón. Que de todas maneras, se jugará en 2026.
Di María y la Libertadores
Antes, ya Di María sabe que disputará los octavos de final de este Clausura y que el año que viene le espera jugar por primera vez la Copa Libertadores.
Pero además, Di María es el goleador de este equipo que tiene un artillero tremendo como lo es Alejo Veliz. Con el de este viernes en Junín, alcanzó los 6 tantos, tres de penal (Godoy Cruz, Lanús y Sarmiento), uno de tiro libre (Newell’s) uno olímpico (Boca) y uno de jugada (Gimnasia).
Veliz lo había igualado pero vuelve a estar detrás suyo, pese a que está más cerca del arco que Di María y que tiene 15 años menos.
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Di María sumó sobre lo positivo
Di María comanda además un equipo que ya venía de números muy buenos en el Apertura sin estas dos grandes figuras, y que en este Clausura se mantiene desde hace varias fechas como el único invicto de las dos zonas. Pese a la eliminación ante Unión en Copa Argentina, fue por penales y tampoco perdió. Porque no cayó en el semestre y la última derrota se remonta a aquella ante Huracán, por los cuartos de final del torneo Apertura. Lleva 14 sin perder.
Y que encima ahora lleva cinco victorias consecutivas, ante Gimnasia, River, Vélez, Platense y ahora Sarmiento.
Todo eso comanda Di María. Encima tiene cuatro amarillas y se cuidó de no agregar la quinta porque quiere estar en la próxima visita a Córdoba. “Mis compañeros me hacen sentir un pibe”, dijo Fideo, quien agradeció a “los chicos del torneo pasado la clasificación a la Libertadores”. Un grande de verdad.