Sería muy sencillo decir que el partido de esta noche no le dirá toda la verdad sobre el momento futbolístico que atraviesa Central. Es que se intuye que Cerro de Montevideo no debería hacerle ni cosquillas al equipo de Coudet. Pero el fútbol, aunque se trate de un amistoso con presentación en el Gigante y todo, nunca se llevó bien con los facilismos de ocasión. Por eso para Eduardo Coudet lo más recomendable es sacarle provecho a todo lo que se le ponga en el camino. Más que nada porque el perfil de cualquier proyecto futbolístico se moldea más andando que según las concepciones previas.
Así como Cerro no le entregará todas las señales de preparación que busca Coudet, también se impone no ser tan condescendiente con un técnico al que los dirigentes le cumplieron con lo que pidió. Se mantuvo la base y llegaron refuerzos para potenciar el plantel. A tal punto que Coudet mete la mano en la bolsa y tiene disponibles a dos jugadores por puesto para afrontar la doble competencia: la Copa Libertadores y el torneo local. No se considera la Copa Argentina porque se juega espaciada. De ahí que no es antojadizo que Coudet haya solicitado encarecidamente todo esto. Es que si algo se observó durante la gestión de 2015 fue que se sintió más a sus anchas con un estilo personalista de conducción que forzado a consensuar las decisiones. Claro que esta suerte de presidencialismo futbolístico que ejerce el Chacho está avalado por un recorrido como técnico que alcanzó brillo y bendición mediática de movida, a la par de la dedicación y capacidad que puso para hacer de un equipo una fuerza colectiva de autoría exclusiva.
Ya con la lupa puesta en lo que intentará proyectar para esta noche, Coudet no pondrá en cancha a las caras nuevas que llegaron para hacer más calificado al equipo. Algunas porque todavía no lograron la mejor puesta a punto física y futbolística, mientras que otras porque el Chacho, con muy buen tino, prefirió mantener la salud grupal con jugadores que ya conocen al dedillo lo que pretende. Por esta última deducción debe entenderse, siempre con un margen de error, que hoy no se anuncie como titular a Gil Romero y juegue Musto. En la cabeza del Chacho primero está el estreno del viernes que viene contra Godoy Cruz en el Gigante y lo piensa al casildense como volante central para ese partido. Igual, en el universo de Central y Coudet todo puede pasar. Lo que hoy es certeza, durante la semana puede quedar debajo de la letra muerta de una especulación equivocada.
No estaría entre los titulares Donatti, quien protagonizó un ida y vuelta volcánico con su posible pase a Flamengo de Brasil y eso lo desenfocó a la hora de poner la cabeza sólo en Central. Sería titular contra los mendocinos, pero por lo pronto hoy jugaría Alvarez como socio de Pinola en la zaga. Este corrimiento de Alvarez al medio de la defensa, más allá de que en su carrera supo desempeñarse en ese lugar, lo mantiene a Salazar por la derecha. Por este mismo andarivel se moverá Montoya, que utilizó la pretemporada para enviar una clara señal de que no le sacará el cuerpo a la competencia por el puesto con Rodrigo Battaglia, uno de los nuevos y que hoy se recupera de una lesión en el tobillo. Cervi aparece en la formación porque Lo Celso, titular indiscutido, se rehabilita de un cuadro de vómitos y diarrea. Arriba Larrondo y Ruben, si están bien, no tienen contra.
Central se presenta en el Gigante de Arroyito contra un rival de relleno para reencontrarse con sí mismo.
Central formará con Manuel García; Víctor Salazar, Pablo Alvarez, Javier Pinola y Cristian Villagra; Walter Montoya, Damián Musto y José Luis Fernández; Franco Cervi; Marco Ruben y Marcelo Larrondo.
En el banco estarán tres de los refuerzos que llegaron recientemente a Arroyito: el arquero Sosa, el volante Gil Romero y el delantero Germán Herrera. Además eseprarán junto al Chacho, Alejandro Donatti, Gustavo Colman, César Delgado, Giovanni Lo Celso, Jonás Aguirre y Paulo Ferrari.