Les apasiona la gimnasia artística. Girar en la barra fija o detener el vuelo entre dos anillas. Les apasiona tanto entrenar, competir y desafiar la ley de gravedad como ponerse la camiseta del club de sus amores en cada viaje, en cada competencia. Federico Molinari, 32 años, vivió mucho tiempo en San Jorge pero es canalla hasta la médula y Nicolás "Colo" Córdoba, 27 años, nació en Alvarez pero es un leproso hecho y derecho. Dos deportistas olímpicos de la ciudad (ambos compitieron en Río) e hinchas de ley que le contaron ayer a Ovación algunas semblanzas de sus simpatías futboleras y compartieron fotos de álbumes íntimos. Dos rivales pero no enemigos que se preparan para este clásico Nº 263 también con pasión: como no podía ser de otra manera.
Si la relación de parentesco entre un padre y un hijo también la da la camiseta, Federico y Nicolás cumplieron con esa ley de filiación.
"Soy canalla por mi papá Fernando, quien nació en Rosario y siempre vivió allí. Recuerdo cuando con mi viejo nos fuimos desde San Jorge a Rosario a ver a Central ganar la Conmebol: inolvidable. Toda mi familia es de Central, nos criamos en Regatas, cerquita del club, y mi hijito Valentino también es centralista y eso que la familia de mi mujer es de Boca", alardeó Molinari e invitó a ver en su Facebook las fotos que dan cuenta del legado, donde se lo ve a su hijito Valentino, ahora de un año y medio, recién nacido en el sanatorio y cubierto con una camiseta auriazul.
El Colo se crió detrás de la sede fundacional de Rosario Central (Alberdi 115). Pero ni la cercanía con ese ícono canalla pudo más que la fuerza leprosa de Claudio Córdoba, su papá: también tan de Newell's como su padre, Tito Córdoba. Tres generaciones rojinegras.
"Ser hincha de la lepra es por descendencia familiar. La primera vez que pisé la cancha fui con mi viejo y un amigo de él: eso no se olvida más", dijo el Colo, marcando otra marca filiatoria, la que se inscribe con quien lleva a otro de la mano a un estadio para ver un partido de fútbol por primera vez.
Tanto Federico, que ahora vive en Buenos Aires, como el Colo, viven viajando por las competencias en gimnasia deportiva. Pero ninguno se pierde los partidos de Newell's y de Central por televisión o por internet. Y este clásico no será la excepción. Palabras más, palabras menos, ambos coinciden en que los clásicos son una religión. Y más: ambos comparten el mismo pálpito. El clásico del domingo próximo, a las 16, termina en "empate".
Federico es máxima figura del seleccionado argentino de gimnasia artística categoría mayores y diploma en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Ganó medalla de plata en la prueba de anillas en la Copa Mundial de San Pablo, Brasil, con 15.050 puntos.
"Con la selección de gimnasia tenemos un grupo por wathsapp. La mayoría son de Boca y de River y por ahí me cargo con algún que otro bostero. El Colo es de Newell's pero con él no nos cruzamos por el fútbol, sí nos cargábamos con Mauricio Maceroni, un gimnasta rosarino bien leproso", dijo Molinari.
El Colo cumplió con una buena actuación en tierras brasileñas pero quedó al margen de la final en la prueba de barra fija, al terminar en la 16ª posición de la clasificación general.
Al momento de hablar de las "locuras" a las que puede llegar un hincha leproso o canalla, cada uno describió un puñado de situaciones.
"El año pasado estaba en Buenos Aires y me fui como un loco en el auto, en el día, a Montevideo para ver el partido por la Copa Libertadores contra Nacional (Central ganó 2 a 0). Esas cosas sólo las puede hacer un canalla", dijo Federico.
Para el Colo, apuestas de asados y cargadas "son lo más habitual" entre las pequeñas locuras. Tanto como llevar la camiseta rojinegra a todo viaje que lo lleve a competir en barra. Pero dijo que el amor a la lepra no le hace perder la cabeza.
"Tengo muchos amigos enfermos del fútbol, pero yo lo manejo con la lógica de que a veces se gana y a veces se pierde. Para mí hay que vivir el fútbol como un espectáculo: saltar, alentar, festejar o desahogarse para vivir el momento y disfrutarlo a pleno. Pero nada de enfrentamientos violentos. Eso ya no es parte del fútbol", analizó Córdoba.
A Molinari "le gusta" el Central de Coudet, si bien no lo vio jugar bien últimamente. "Me gusta la identidad que le da el técnico al equipo. Lamento lo del año pasado: creo que nos quitaron el torneo en esa final con Boca, pero tambien creo que la falta de títulos tiene que ver con muchos años de desmanejo. Lo fútbolístico y lo económico van de la mano en estos niveles profesionales. Y además, creo que las bajas de jugadores son lo que han hecho que el plantel no sea el mismo del año pasado. Ruben es peligroso, creo que lo marcan por miedo. Con Pinola falta alguien clave en la defensa. Y sin Lo Celso es otro equipo", analizó Molinari.
El Colo también está conforme con la actualidad rojinegra. Este Newell's de Osella le da confianza y cree que "este clásico encuentra a Central con déficit en la defensa y eso tal vez favorezca a Newell´s".
Ambos lo verán a la distancia. Uno porque no estará en Rosario, el otro porque es hincha visitante. Pero los dos tendrán el corazón en la cancha. A los dos les sobra gimnasia de hinchas.
Un final con empate
Ambos gimnastas evaluaron cómo está jugando cada uno de sus equipos, Lógicamente desearon que gane el plantel del cual simpatizan. Pero coincidieron en arriesgar que el final del próximo clásico 263 de la historia entre Newell´s y Central terminará en un empate. "Me gusta la identidad que le da Coudet al equipo", dijo Molinari, si bien reconoció que el plantel no está en el mejor momento. Para Córdoba, el equipo de Osella le da confianza y vio algo a favor: "Este clásico encuentra a Central con déficit en la defensa".