Otra vez la misma historia con el Central que necesita pegar el salto y falla en el intento. Lejos de sacarle provecho a este veranito de buenos resultados que traía hizo todo lo contrario, en medio de una apatía pronunciada, en la que le faltó de todo, desde el juego, la consistencia y la audacia. Por eso el porrazo del equipo de Tevez en La Paternal, donde de a ratos se paseó con una liviandad asombrosa, impropia de las necesidades que lo abrazaban y sólo por momento mostró atrevimiento. Una derrota lo devolvió a tierra y le advirtió sin anestesia que jugando de esta forma estará lejísimo de cumplir el objetivo de meterse en Copa Sudamericana.
Fue demasiado largo el tiempo de estudio entre uno y otro, pero fue Central al que más le costó meterse en partido, porque salvo ese centro llovido de Marinelli en el que Veliz le ganó a Lanzillota en el segundo palo (la sacaron sobre la línea), hubo poquito del canalla, que tuvo serios problemas en la generación de juego. Porque se recostó casi siempre por izquierda, con Malcorra y muy poco por derecha. Encima, los retrocesos nunca fueron buenos y en cada uno de ellos Ávalos siempre se las ingenió para complicar.
Báez se durmió un pelotazo largo, Ávalos picó a sus espaldas y Broun, atento, tuvo que salir en su auxilio. Fue un primer aviso de lo que vendría de ahí en más. Es que sin contención en el medio cada vez que el bicho pisó el acelerador, complicó. En un córner Avalos la encontró y su cabezazo se fue apenas alto, pero en otro todos durmieron. Mac Allister pedió la marca, Di Cesare cabeceó, tapó Broun y en el rebote el otro Mac Allister, el de Argentinos, sólo tuvo que empujarla.
La reacción del canalla fue inmediata, pero Buonanotte, de frente al arco la tiró afuera. Y lo fue lo único que tuvo Central en ese primer tiempo en el que hizo poco para ganarlo y varias cosas como para irse a los vestuarios en desventaja.
Tuvo olor a sentencia ese bombazo que Verón metió a los 8’ del complemento, luego de que Ávalos se la bajara, porque Central seguía desorientado, exponiéndose al cachetazo, pero el equipo se acomodó un poco después de los primeros cambios. Fue por todo por izquierda, con los desbordes de Malcorra, desde donde llegaron un par muy claras. En la primera Buonanotte falló otra vez debajo del arco de manera increíble y en la segunda Kevin Ortiz metió un zapatazo tremendo tras el despeje de Lanzillota.
Pero ahí se terminó la luminaria canalla, con un equipo al que el agua que comenzaba a caer nuevamente con furia le volvía a nublar la vista. Es que hubo algunos que otros intentos aislados, generalmente por izquierda, pero que no prosperaron. Y de esa forma, esa arremetida con la que amagó Central no pasó de un mero amague.
Argentinos, ya con más mañas que fútbol, empezó a tejer un trámite que a Central le costó horrores desentrañar. Porque el juego se cortó seguido y a Central las pocas ideas que le quedaban no le alcanzaron para romper el esquema establecido.
El canalla ya casi no sufrió más, pero tampoco generó como para meterse alguna monedita en el bolsillo y llevarse algo para Rosario. Así, con la suerte echada y el triunfo de Argentinos consumada, al equipo de Tevez no le quedó otra que aceptar ese golpe que le pegaron y que lo bajó a tierra.
¡El BICHO sumó un GRAN TRIUNFO ante el CANALLA! | Argentinos 2-1 Rosario Central | Resumen