Central se instaló en esta linda ciudad con toda la ilusión a flor de piel. En su interior, el conjunto canalla sabe que en el horizonte de los sueños asoma la esperanza de seguir dando pasos hacia adelante en la cada vez más tentadora Copa Argentina. El plantel mostró un buen semblante cuando hizo base en el hotel Presidente, el mismo que habitó cuando realizó la pretemporada en la era Menotti. La delegación auriazul viajó diseminada en el vuelo que partió de Fisherton en una postal poco frecuente y sorpresiva para los pasajeros, quienes aprovecharon la oferta casual para pedir selfies y autógrafos a los jugadores, siendo Teo Gutiérrez el más solicitado. Pero el grupo se volvió a fusionar ni bien pisó suelo salteño y un grupo reducido de fieles hinchas le dieron una especie de bienvenida austera en el aeropuerto norteño. Ya en el búnker, varios canallas se acercaron para comenzar a darle otro clima a la vigilia, a la espera de la hora señalada para jugar ante el Gallito de Morón.
"Mirá, ahí suben los jugadores. Está Teo. Ese es Marco (Ruben), viene para acá, no lo puedo creer. Aquel se va para otro asiento. Se están sentando entre la gente. Qué raro", fueron las primeras frases que comenzaron a salir en tono de asombro por el puñado de hinchas que viajaron especialmente para ver el partido de hoy a las 21.10.
Poco más de una hora y media duró el vuelo. Los pasajeros empezaron a estirar los cuellos como jirafas y a mirar como si fuesen radares cuando pasaron los primeros minutos de viaje. Querían tener una radiografía de dónde y cómo estaban distribuidos los jugadores. Hubo incertidumbre de algunos profesionales al inicio en una clara señal de que no esperaban estar separados. De hecho, hubo muchas miradas cómplices que decían todo.
"Pasa que los pasajes los envía la organización mediante la provincia. En este tema no tenemos nada que ver. Qué mejor para nosotros que estén todos juntos", fue la respuesta espontánea que lanzó un directivo cuando el enviado de este medio lo consultó.
La delegación estaba compuesta por el presidente Raúl Broglia. Y los vicepresidentes Luciano Cefaratti y Ricardo Carloni, el secretario Rodolfo Di Pollina y el todoterreno Fabio García fueron los restantes rostros salientes de la dirigencia, que también compartieron asientos con "desconocidos".
"Teo, hacemos foto", preguntó un hincha que no pudo contener en todo el viaje la emoción de haber estado sentado a la derecha del colombiano, quien con una sonrisa posó para la selfie. Luego sí fueron llegando más peticiones. Ya sea para el cafetero, que no pegó un ojo en todo el trayecto y le contó al enviado de este diario algunas sensaciones de lo que le dejó el paso por los Juegos Olímpicos, como además otros temas relacionados a su extensa carrera profesional.
Antes de que se cumpliera una hora de viaje, algunos jugadores aprovecharon para armar el mate. Y pese a que no estaban con un compañero de equipo, hubo quienes lo compartieron con quien estaba al lado, pese a que hacía un rato nomás se habían visto por primera vez. Obviamente la alegría que tenían los hinchas era indescriptible.
Hubo fotos en todo momento. También autógrafos en un vuelo en el que algunos jugadores se encerraron en el mundo de la música o película mediante los celulares u otro equipo electrónico.
Al dejar el avión fue otro instante de locura para la gente mientras esperaba el equipaje. No obstante, los profesionales accedieron en todo momento a las peticiones de la gente sin poner excusas.
Luego subieron a un micro y emprendieron viaje hacia el centro, al hotel Presidente, el mismo que utilizó Menotti a principios del 2000 cuando vino a realizar la pretemporada. Claro, cuando llegaron había algunos fieles que nacieron en nuestra ciudad pero por distintas razones están radicados en esta hermosa Salta.
Teo Gutiérrez fue uno de los pocos que se mostró en el hall. El colombiano estuvo dialogado durante un buen lapso con un nene que conoció en su época de River y quería saludarlo. Obvio, el pibe se llevó un autógrafo del goleador, a quien después se lo vio junto a un chico con problemas motrices.
El resto del plantel no daba señales. Recién se supo algo cuando un puñadito de juveniles simpatizantes que recién llegaba de Rosario preguntó dónde estaban los jugadores, y se llevaron como respuesta "a punto de cenar". Y así fue. El grupo se congregó en el restorán y luego no se supo nada más. Eso sí, esta noche todos juntos buscarán el triunfo para retornar a Arroyito con la clasificación bajo el brazo.
Ferrari y Musto quedaron afuera
Coudet no confirmó el equipo. Quizá el hecho de haber pasado poco tiempo del cotejo ante Patronato lo condicionó. No obstante, trajo 19 jugadores. Eso indica que uno mirará el partido desde las plateas. Además, dejó afuera a Paulo Ferrari y a Damián Musto (no se recuperó de un golpe en la rodilla). En cambio, llevó al juvenil volante Emmanuel Ojeda.