Mostró una nueva señal de crecimiento. Y en rodeo ajeno. Central sigue en alza desde lo futbolístico. Ya no flaquea. El triunfazo ante Newell’s le inyectó un espaldarazo tremendo para encarar el compromiso copero ante el puntero de la zona A, Huachipato. Se plantó en Chile con seguridad. Sabiendo a lo que se enfrentaba. A lo que se jugaba. Ni el hecho de haber perdido casi desde el vestuario mismo a un joven soldado como Luca Martínez Dupuy lo condicionó para el resto de la velada. El canalla no se apichonó jamás. Jugó con el corazón en la mano y con voluntad de poder. Obtuvo un brilloso empate en un gol en Viña del Mar, que le permite continuar prendido en la Sudamericana. El equipo del Kily González visitará ahora a Platense en el cierre regular de la Copa de la Liga nacional y popular con otro semblante. Con otra perspectiva. Porque se plantará este domingo en Vicente López en racha positiva y sabiendo que aún tiene chances matemáticas de meterse en el top 4.
El canalla demostró que no fue a hacer turismo en la encantadora Viña del Mar. Fue a mojarle la oreja al líder del grupo. A renovar el crédito deportivo que sacó prácticamente ante San Lorenzo el pasado miércoles en Arroyito. Aquella noche fue mágica. Porque el equipo mostró un combo interesante. Sea táctico como estratégico. Como nunca antes visto en el ciclo comandado por Cristian González.
Además, lo hizo con apellidos que no salen habitualmente en la foto principal. Y ese es un plus del entrenador, que poco a poco parece haber encontrado la mano al profesionalismo luego de haber dado varios porrazos.
Luego llegó el clásico. Y ahí todo fue auriazul. Newell’s nunca hizo pie en el Gigante el pasado domingo porque Central no lo dejó. Lo anestesió a su manera. Con dosis de buen juego. Fue letal en realidad. Con el sabor del triunfo a cuestas viajó a Chile para asumir el reto copero. El mismo donde no tenía permitido claudicar ante el puntero. Porque un cachetazo en aquel lado de la cordillera representaba hipotecar el futuro en la Sudamericana.
Central hizo lo que debía en Viña del Mar. Incluso dejó la firme sensación de que si habría tenido a los once apellidos en cancha durante todo el partido (la expulsión de Martínez Dupuy fue a los 8’), tal vez la historia tendría otro final. Más dulce y tentador.
Sin embargo, el canalla dejó una grata imagen a nivel internacional. Y con 10 guerreros en campo adversario. Jugó con alma y vida esta partida. Fue siempre al frente sabiendo lo que hacía. Tuvo algunos vaivenes lógicos de todo desafío de alto voltaje. Pero jamás le temblaron las piernas ante la adversidad. Le puso el pecho a la realidad con racionalidad y marcada ilusión.
Y eso que el equipo no tuvo entre sus filas al hombre más creativo que tiene en el plantel: Emiliano Vecchio. El 10 se quedó en su casa porque el lunes fue diagnosticado con Covid (ya lo había tenido el año pasado). Es el segundo partido que no jugó el enganche. La estructura auriazul no tambaleó ni amagó con agrietarse. Todo un mérito colectivo y madurez del técnico, quien dejó de ser Vecchiodependiente. A eso hay que agregarle que fue el tercer encuentro al hilo que sumó en grande.
Anoche hizo un papel más que digno. Abrochó un gran empate ante Huachipato jugando con 10. Lo hizo cuando sentía el perfume de la tristeza amagaba con invadirlo. Pero a los 67’ Diego Zabala decretó la justa paridad. El volante uruguayo completó una acción que involucró a Lautaro Blanco y Alan Marinelli para sellar el pasaporte en suelo trasandino invicto.
Central continúa bien prendido en la Copa Sudamericana, después del mal paso en el debut en Paraguay ante 12 de Octubre. Y ahora visitará a Platense con la esperanza a flor de piel. Este domingo se presentará en Vicente López para bajarle la persiana a la fase regular de la Copa de la Liga. La misma que tiene al canalla con chances matemáticas de meterse en el top 4. Buscará sacarle jugo a la ola de buenos partidos y ratificar el crecimiento que nació ante San Lorenzo, creció contra Newell’s y siguió de pie anoche nada menos que ante el líder de la zona A, Huachipato en Chile, para seguir acopiando puntos e ilusión.
Fatu: figura y ¿lesión?
Las manos, las piernas y los rápidos reflejos de Jorge Broun terminaron siendo determinantes en Chile. Fatu se erigió en la gran figura canalla. Aseguró el épico empate ante el puntero Huachipato. Sin embargo, el experimentado arquero dejó la cancha con una marcada molestia en la rodilla derecha. ¿Será para preocuparse? Todo indica que sí. De hecho, todo marca que cuando el plantel haga base en nuestra ciudad, el jugador será sometido a estudios por imágenes para determinar si padece o no alguna posible lesión ligamentaria.