La historia se repite. Es incómodo mencionarlo una y otra vez, pero es lo que hay y a Central es lo que le toca vivir. Hace casi un año Ovación publicó una nota con el título “Central y la obligación de la reivindicación permanente”, en la que dio cuenta sobre que “la poca eficacia afuera hace que semana de por medio se vea en la necesidad de potenciar la localía para no resignar protagonismo” (ese fue el texto de la bajada), y hoy esa idea es aplicable ciento por ciento. Fue el modo de vida que tuvo el canalla no sólo en la pasada Liga Profesional, sino también en la Copa de la Liga en la que se coronó campeón y en esta que está transitando. Otra vez la dualidad entre la producción en condición de local y de visitante, la que no achica la brecha de rendimientos. En su estadio el Central de este ciclo de Miguel Angel Russo tiene una efectividad del 75 por ciento, pero afuera la brecha alcanza apenas el 24. Es por eso que la historia en Arroyito todavía se escribe con la misma tinta.
Claro, el gran zarpazo como visitante el equipo lo dio en el torneo pasado en un momento justo, donde ya no había margen para el error. Fue en aquel partido contra Arsenal, en la última fecha, lo que le valió alcanzar el cuarto puesto en su zona y meterse en los cuartos de final. No fue poco lo que consiguió, teniendo en cuenta la locura que vino después. Y contra eso hay poco que objetar, pero ahora hay una nueva vida que vivir.
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Central viene de perder contra Independiente y frente a Gimnasia querrá recuperar el terreno perdido.
Leonardo Vincenti / La Capital
Que la diferencia sea tan amplia entre local y visitante es sin dudas indicador de algo. Está claro el potencial que el equipo adquiere en el Gigante, pero también la endeblez que lo envuelve cuando le toca salir.
Y esa brecha se hizo cada vez más grande porque el problema jamás pudo ser resuelto. Es utópico pensar en un equipo que gane todos los partidos de visitante, pero no que encuentre resultados positivos con algo más de asiduidad, algo que le permita equilibrar un poco más las finanzas.
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Junio de 2023. En aquel entonces Central tenía los mismos problemas de visitante que tiene ahora.
Como el escenario es el mismo, en nada se modificó en eso de que fecha por medio el equipo tenga que saltar al Gigante a revalidar una fortaleza como local que mantiene firme. Es que no le queda otra que hacerlo. Si hubiera algún titubeo en la localía el panorama sería mucho más sombrío.
Pero esta Copa de la Liga tendrá una particularidad para el canalla y es algo que está próximo a llegar. Son los tres partidos en condición de visitante que tendrá que afrontar después del choque con Gimnasia. En el semestre pasado gozó de la localía en el clásico, ante Huracán y Vélez de manera seguida, algo que ahora se invertirá. Allí la obligación se le adosará al equipo en las excursiones al Coloso Marcelo Bielsa, al Tomás Adolfo Ducó y al Fortín de Liniers.
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En Córdoba, Central sufrió una de las dos derrotas que tiene como visitante en esta Copa de la Liga.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Lo extraño en todo esto es que después de más de un año de trabajo no se haya podido modificar ese escenario y que cada dos fechas el equipo se vea en la obligación de salir en busca de una dosis de remedio.
La cuestión de fondo es por supuesto esa dualidad entre lo que genera el equipo actuando en su estadio y lo que sufre cada vez que le toca salir, pero lo que se trata de explicar en esta ocasión es esa imperiosa necesidad de hallar respaldo de inmediato después de cada excursión, con un único objetivo: lograr que las expectativas y ansias de protagonismo no decaigan.
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En un estadio repleto, pero con césped que no estaba en condiciones, Central al menos mantuvo el invicto como local, frente a Banfield.
Virginia Benedetto / La Capital
Es llamativo, está claro, que la diferencia entre una cosecha y otra tengan como contexto la utilización de prácticamente los mismos jugadores. Es que más allá de la utilización (ahora ya no tanto) de un sistema con tres centrales, los nombres generalmente son los mismos.
Tiene tiempo todavía Miguel Angel Russo para ver de qué forma reencauza el rumbo como visitante, pero si algo que siempre quedó demostrado en este poco más de un año de trabajo es que en medio de la flaqueza en la condición de visitante siempre está búsqueda de un salvavidas gigante.