Si no sufre no gana. Central es así. Pierde puntos tontos, algunos otros inmerecidos, a veces se merece ganar y no puede, pero anoche se despachó con una victoria enorme por 2 a 1 ante River, con doblete de Alejo Veliz. Esta vez el planteo de Tevez tuvo final feliz.
Banderas con la cara de Gallardo, otras en agradecimiento, un Monumental repleto y con clima de fiesta. Y Central que llegaba con la única misión de arruinarle los planes a River. Desde lo numérico, el millonario llegaba envalentonado porque un triunfo lo podía acercar a la punta del torneo. Y el canalla necesitaba los tres puntos como el agua, porque ya se le venía postergando demasiado, se había transformado en una seguidilla de lamentos. Tenía la oportunidad ideal, en un escenario inmejorable.
Central se plantó bien adelantado de entrada y apretó en la salida de River en los primeros minutos, incluso tuvo una aproximación en los pies de uno que volvía, Ignacio Malcorra. El millonario logró salir del fondo, más empujado por su gente que por mérito propio; Central se replegó completamente en su campo y apostó por pescar la pelota y salir rápido de contraataque.
Y ese que se hizo cargo de la pelota y salía lanzado en ataque como una tromba no fue otro que Buonanotte. La joya de la cantera auriazul tiene el plano de la cancha en la cabeza y sabe que por el costado derecho siempre se proyecta Damián Martínez y que por la izquierda le entra Infantino. Así llegó el primer tanto. Descarga hacia Gino, el juvenil encaró una defensa con huecos por todos lados, remató esquinado y Armani dio un rebote con moño y todo, Veliz estaba donde tenía que estar y mandó a sacar del medio a River a los 15’: 1-0.
El conjunto de Tevez no cambió de estrategia y siguió invitando al millonario a adelantarse para luego lastimarlo saliendo rápido. River se repitió con ataques y centros desde la izquierda de Elías Gómez, quien le ganó casi siempre el duelo a Damián Martínez.
El Apache ideó un interesante planteo que le dio réditos al igual que en el primer tiempo en cancha de Racing. Fue un once solidario en el que todos tenían la misión de recuperar la pelota, sin importar la posición. Se pudo ver a Veliz quitándole la bocha a Enzo Pérez o Malcorra corriendo a Quintero. Todos para uno, uno para todos, como se dice. Primer tiempo cerrado, al vestuario y a mantener las formas para la parte final, de una vez por todas.
Vaya si las primeras señales fueron buenas. Apenas 4 minutos se habían consumido del cronómetro cuando Malcorra vio pasar a Blanco a su espalda, le tiró la pelota, el lateral izquierdo canalla se mandó un pique fenomenal para llegar hasta el fondo, sacó un centro que cruzó el corazón del área y encontró a Veliz nuevamente ubicado donde el 9 tiene que estar y definió ante un vencido Armani para el 2-0.
River dominaba, tenía la pelota, pero no sabía qué hacer con ella. Central, por el contrario, la tenía menos pero la usaba mejor. Con apenas 4 o 5 toques llegaba al arco de enfrente. Ese patrón se repitió por casi todo el complemento y si no fuera porque jugaba ante un equipo como River, con sus individualidades, podría haberse bajado el telón antes de tiempo. Y porque Servio agigantó su figura una vez más.
Pero River fue tanto que tuvo premio. A los 42’, apareció Matías Suárez para conectar un cabezazo inatajable para el noble Gaspar, que se estiró lo máximo posible pero no pudo salvar su arco una vez más.
El asistente levantó el cartel luminoso que marcaba 12 minutos de adición. Un número que para Central iba a ser eterno. El final tuvo de todo: gol anulado a Buonanotte, expulsión de Quintero, atajadones de Servio, chispazos para todos los gustos. Pero fue con final feliz, después de tanto. Las fotos seguramente se fueron con Gallardo, pero la tapa es toda de Central.
¡EL CANALLA DE TÉVEZ AMARGÓ LA DESPEDIDA DEL MUÑECO EN NÚÑEZ! | River 1-2 Rosario Central | RESUMEN