El "vamos, vamos los pibes" muchas veces resulta agradable para la gente, es un cántico interesante para pedir un cambio cuando los experimentados no rinden del todo. Pero sólo eso. Hay situaciones de urgencia donde les pesa la responsabilidad y son los "veteranos" los que soportan esas presiones externas. Para enfrentar a Gimnasia, el entrenador Héctor Bidoglio tuvo que recurrir a varios juveniles para cubrir esas ausencias por lesiones y suspensiones, pero a los chicos les terminó pesando un poco un encuentro entre dos equipos necesitados de puntos para el promedio. Y existen esos pecados de juventud lógicos que se corrigen con partidos y sumando experiencia. Por esto tampoco se les puede caer con todo el peso de las obligaciones.