No es una derrota en el clásico más. La crisis futbolística e institucional quedó al descubierto como nunca antes en esta dirigencia con una herida difícil de cicatrizar a corto plazo.
La crisis futbolística e institucional quedó al descubierto como nunca antes en Newell's tras una nueva derrota en el clásico.
Por Hernán Cabrera
Foto Marcelo Bustamante
Los jugadores de Newell's sufren la derrota ante Central.
Los jugadores de Newell's sufren la derrota ante Central.
No es una derrota en el clásico más. La crisis futbolística e institucional quedó al descubierto como nunca antes en esta dirigencia con una herida difícil de cicatrizar a corto plazo.
Desde el juego, Méndez apostó por la personalidad de Cedrés, en un movimiento desesperado por aportar pierna fuerte en mitad de cancha.
Pero la Lepra fue igual de apático en ofensiva, con laterales que no pasaban, Banega sin gravitar y los delanteros improductivos, dieron el cuadro justo para otra mala actuación que derivó en una caída anunciada.
Esta derrota deja al desnudo otro pésimo mercado de pases del departamento de fútbol, con jugadores a los que la palabra “refuerzos” les queda grande hasta ahora y un DT que no logró acomodar un barco que sigue sin rumbo.
Solo queda la pelea por una Copa Argentina y la utopía de clasificar a alguna copa internacional. La dirigencia, inmersa en su laberinto, tiene la responsabilidad de dar un golpe de timón a una crisis que se profundiza cada segundo más.