Que la ola de violencia que asola a Rosario es grave y pide cobertura periodística está fuera de discusión. A diario los rosarinos sufren en carne propia la desgracia de vivir en una ciudad ganada por el crimen organizado y no tanto. En lo que va de 2023 suman 58 los crímenes registrados por el Observatorio de Seguridad Pública, la mayoría causados directa o indirectamente por el narcotráfico. En el cotidiano la inseguridad se padece, angustia, porque, aunque uno se haga el distraído, se vive con miedo.
Atender el celular en la calle, dejar la ropa colgada en la terraza, salir a dar una vuelta en bicicleta puede terminar en dolor de cabeza o -peor- en tragedia. Nadie lo sabe mejor que los habitantes de la ciudad de pobres corazones, como bautizó Fito Páez a Rosario, cuando él mismo fue víctima del dolor, allá lejos y hace tiempo. Todavía no cicatrizaron las heridas de los familiares de un pibe o un viejo, un vecino, un compañero de trabajo que mataron a sangre fría en un robo o una balacera.
Eso pasa a diario, aquí, allá y en todas partes, no hay lugar seguro cuando el delito está fuera de control. Este jueves esa realidad, que no encuentra solución, sumó un elemento extra: el blanco de la amenaza fue Lionel Messi, uno de las figuras más famosas del mundo, que un par de días antes había estado en todas las pantallas, las de la televisión, las computadoras y los celulares, sonriendo orgulloso por haber sido elegido como el mejor jugador del mundo, en la gala de los premios The Best.
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Dos pistoleros en moto, que tomaron cuidados que habitualmente no toman los soldaditos de las bandas narco -con 30 y pico de grados de calor usaron buzos y se cubrieron la cabeza con capucha y las manos con guantes-, efectuaron al menos 14 disparos sobre el supermercado Único, ubicado en Lavalle al 2500, propiedad de la familia de Antonela Roccuzzo, la esposa de Messi, y en un santiamén pusieron a Rosario en el centro de atención mediática del planeta.
De pronto, canales, radios y portales que nunca se habían preocupado por la inseguridad en Rosario, o lo habían hecho en cuentagotas o con vidriosas intenciones políticas, le dedicaron valiosos minuto de aire en el prime time a la "violencia narco" que sufre la ciudad, dando por hecho, en general, que detrás de la balacera contra el súper de la familia Roccuzzo estaba el crimen organizado e inclusive Los Monos, aunque a esa hora no había ningún indicio de que fuera así.
Unas pocas horas más tarde, la ciudad y las pantallas de los canales de noticias se poblaron de corresponsales con gesto adusto y voz grave -la situación obligaba a ser serios y hasta funerarios- y los más atrevidos lucieron chaleco antibalas, como la embajada de A24 que desembarcó en "la Rosario profunda", como llamaron a la agitada esquina de Avellaneda y 27 de Febrero. ¿Quién? Esteban Trebucq, que se hizo famoso como "El Pelado de Crónica", y hoy anima las noches de América.
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Y no lo hizo solo: en su puesta en escena cargada de dramatismo lo acompañó la diputada provincial celeste Amalia Granata, que nació en Rosario y se crió en Echesortu pero hace años que no vive en Rosario. Hay que admitir que no son los primeros ni los únicos cronistas que se enfrentaron a las cámaras en la ciudad con chaleco antibalas. Ya lo hizo Gabriela Peralta de Telefe Rosario después de que en el canal colgaran una pancarta amenazante que decía: "Vamos a matar periodistas".
Lo que está claro es que ayer, para hacer un móvil en Avellaneda y 27, no hacía falta usar chaleco antibala, que lo usaron por otros motivos, calentar el rating o una velada jugada política, algo que se puede sospechar ya que cuando estaban en vivo apareció por el lugar "por casualidad" el diputado porteño del PRO Diego Santilli para subirse a la ola de las críticas al gobierno nacional y pedir que las Fuerzas Armadas se sumaran a la lucha contra el crimen organizado.
La jugada les salió mal, Granata fue increpada por los vecinos y si la cobertura periodística tuvo impacto fue por las fuertes críticas que recibió en las redes sociales.
Un sicario en TN: "Cinco conejos llevo al hombro"
Los hallazgos de los equipos periodísticos porteños que desembarcaron en Rosario se multiplicaron. Sebastián Domenech, cronista de TN, entrevistó a un joven que dijo tener 22 años y ser sicario. De espaldas, con la cabeza cubierta por una gorra y un trapo blanco, el muchacho habló de su "trabajo", como él mismo definió su ocupación que no es otra que, según dijo sin que le temblara la voz, “tirar a una persona que empezó a vender falopa o directamente ‘de caño’”.
“Cinco conejos llevo al hombro”, admitió haciendo referencia a la supuesta cantidad de crímenes que ya llevaba cometidos. La entrevista salió al aire en "Solo una vuelta más", el envío que conduce Diego Sehinkman por el cable de noticias del grupo Clarín. El propio conductor del programa, shockeado por el testimonio, le preguntó a Domenech por qué el sicario había dado la nota y Rolando Barbano, columnista de policiales del programa, se apuró a decir "porque les da chapa".
Más tarde, "Verdad consecuencia", en la misma señal, también abordó el tema del día: una ensalada rusa de violencia narco, exabruptos de Aníbal Fernández y Patricia Bullrich, vaguedades de Alberto Fernández, todo aderezado por la crónica de Paula Bernini en el lugar de los hechos, es decir, frente al súper Único, al que los dueños le habían bajado la persiana porque había llegado la hora del cierre, pero más porque estaban hartos de tanto barullo mediático.
Bernini, que se ganó un lugar en el planeta mediático con sus viajes en motorhome a los rincones más recónditos de la Argentina, esta vez no tuvo que recorrer muchos kilómetros para llegar a destino. Con poco más de tres horitas en auto llegó sana y salva al súper de los Roccuzzo. Ahí, frente a la tela metálica perforada por los impactos de bala, consiguió un testimonio de alto impacto: un muchacho de 34 años, que dijo ser adicto, la interrumpió en vivo para hablar de la realidad de los piperos rosarinos.
"Acá a los pibes los dejan abandonados, nadie les da ayuda y terminan tirados en la calle", contó con una incontinencia verbal que dejó sin palabras a Bernini. "Fuman el desecho de la cocaína y en un mes están caídos, arman una pipeta con un caño de cortina y virulana y un día están viviendo con los padres en un casa linda y al mes duermen en la calle. La culpa la tienen los vende muerte y todos los que miran para otro lado y los ven tirados y no hacen nada", contó disparando las palabras una tras otra, sin parar.
En el piso lo escuchaba la diputada nacional de Cambiemos, Carolina Losada, que nació en Rosario pero hace años, igual que Granata pero sin chaleco antibalas, vive en Buenos Aires. Ella asentía ante cada palaba.
Agustín Rossi en C5N: "No nos van a bajar los brazos"
A esa misma hora, en la otra vereda, Gustavo Silvestre entrevistaba a Agustín Rossi, que nació en Vera pero se considera "rosarino por adopción", quien salió en defensa de presidente, lo que parece ser su ocupación desde que se hizo cargo de la Jefatura de Gabinete. "Hay un fuerte compromiso del gobierno con el combate contra el delito narco, contra el crimen organizado, en todo el país y en la ciudad de Rosario específicamente", dijo con gesto serio, pero no porque lo mandara la circunstancia sino porque es así.
Habló sentado cómodamente en la poltrona que dispone para los invitados VIP el programa "Minuto uno". "Las fuerzas federales están hace un año en Rosario", destacó Rossi, y advirtió: "Nos vamos a ir el día que esté resuelto el problema". Y como para ratificar que la decisión del gobierno era fuerte enfatizó: "No nos van a hacer bajar los brazos. Vamos a seguir combatiendo el delito narco y Rosario va a salir adelante". No habló de Messi ni de Antonela, pero sus nombres retumbaban en su silencio.